La CNT reivindica el control obrero de la empresa capitalista
La conflictividad laboral y la amenaza de medidas ya anunciadas por la patronal fueron los temas más importantes debatidos en el Pleno Nacional de Regionales de la CNT.«La CNT entiende que las amenazas de otoño caliente están explícitas en declaraciones empresariales que han seguido a las justas reivindicaciones presentadas por los trabajadores en todos los sectores», señala la declaración emitida al término del pleno. Cita también los casos de cierre empresarial a lock-out de León y Sabadell, lo que considera «un arma represiva utilizada en toda la historia contra los trabajadores para condenárseles al pacto del hambre».
Respecto a la elevación del salario mínimo, la declaración de la CNT manifiesta que los capitalistas españoles están en contra, por la repercusión que su subida tendría en las cuotas de la Seguridad Social. Pero en realidad, -señala- la elevación de los tipos empresariales, del tipo que sean, repercuten «como costes de producción casi siempre con márgenes de lucro suplementario » y, por tanto, pasan «a gravitar sobre los, consumidores y en última instancia, sobre los trabajadores».»
En cuanto a la derogación del artículo 35 de la ley de Relaciones Laborales demandada por los empresarios, la CNT expone que ello significa el despido libre. Por otra parte, las reducciones de plantilla que exige el empresariado, con el incremento del paro, supondrían nuevas cargas para el país.
Con relación al argumento de los empresarios de que el porcentaje - huelgas salvajes en España es el más elevado de Europa y que por ello cualquier medida tendente a favorecer la inversión sería inútil mientras persista la anarquía laboral, la CNT señala que «los trabadores no son los responsables, con sus exigencias salariales, del desbarajuste de la economía española, ya que ésta es una prolongación de la crisis general que afecta al capitalismo».
La declaración de la CNT advierte que combatirá con la mayor energía cualquier pacto político o social, que, ponga a la clase trabajadora en manos de los capitalistas» y «asume como reivindicación corto plazo de la clase trabajadora el control obrero de la empresa capitalista». La CNT rechaza la gestión, pues entiende que los trabajadores no deben ayudar a los capitalistas a administrar sus empresas, pero estima que el control obrero puede ser una etapa preeliminar para llegar a la autogestión.
Finalmente, la declaración de CNT rechaza, una vez más, la reforma sindical del Gobierno Suárez, ya patente en su negativa a entrevistarse con el ministro de Relaciones Sindicales, y exige «la evolución de los patrimonios de las organizaciones sindicales expropiados en 1939 y que los acumulados con las cuotas forzosas impuestas a los trabajadores durante cuarenta años, no pasen a ser patrimonio del Estado».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.