Las elecciones pueden clarificar las cosas

A principios de la semana pasada se reunió la junta directiva de la Federación Española para planificar la temporada. Tal y como estaba la situación de tirante antes del verano y después de los Juegos Olímpicos entre clubs y presidente, los acuerdos dan toda la sensación de que quieren amansar más aún las aguas revueltas hace tiempo y que ahora, sin solucionar grandes cosas, parecen estar simplemente en el letargo de la extra-temporada.La distribución de material deportivo a clubs, gimnasios y demás, si la DND aprueba una cantidad al efecto; no elevar el importe de las licencias ni las cuotas federativas para la temporada; entrada gratuita a los componentes de los equipos provinciales o regionales que se desplacen a Madrid con motivo del Mundial Junior de diciembre; permitir que los profesores titulados de las distintas artes marciales existentes en España, es decir, judo, karate, aikido, kendo y taekwondo, puedan examinar libre mente a sus alumnos de los grados de kyus -la escuela se reserva el de danes-; poner a disposición de los clubs, gimnasios o salas la asesoría jurídica de la propia Federación Española. Esta última, desde luego, no creemos que será ya tan del gusto general, pues los problemas planteados últimamente contra la nacional no iban a ser solucionados por sus propios asesores jurídicos. Elemental.

De cualquier forma los tiempos se avecinan con aires democráticos y de elecciones, así que por primera vez todo ese mundo montado alrededor de las artes marciales parece que va a tener la oportunidad de decidir quién debe dirigir sus destinos. Con esto no queremos decir ni más ni menos que si las elecciones se hacen con los votos verdaderamente representativos de los clubs importantes y los que no lo son se rigen por un baremo apropiado según su entidad, todos los disconformes con la labor federativa no podrán quejarse después de lo que suceda. Las quejas hasta ahora contra el presidente han sido muchas y variadas. Se le ha acusado de dictatorial y la verdad es que de tal se le puede catalogar, porque se ha entregado completamente al .judo como quizá otros -eso también hay que verlo- no lo hubieran hecho ni lo harán nunca. En esa entrega, claro, ha entrado la vanidad, el conseguir cargo tras cargo y quizá esto no ha sido totalmente bueno para el desarrollo del judo español. Más que organizar campeonatos y torneos, algunos con más dinero gastado que gloria deportiva para un palmarés, mejor se hubiese empleado fomentando una base. Esta habría dado más éxitos. No basta sólo con tener muchas licencias. Más que números mandan los hechos reales.

Indudablemente nunca llueve gusto de todos, pero ahora se presenta la ocasión de que se aproxime. Los karatekas, por ejemplo, no tendrán que sentarse para protestar. Que voten. Los clubs castellanos disconformes con su federación y con la nacional, que lo haga también. Si los clubs, en cambio están satisfechos con acuerdos como los tomados por la última junta directiva de la Española, que lo digan. Pero a ver si de una forma u otra se terminan las rencillas y se trabaja por el judo y las demás artes marciales con desprendimiento. Sólo el deporte puede ganar con ello y es lo único fundamenta ¡Ah! Y que ni en Valericia, done acaba de estar el presidente de la Española con su lógica campaña electoral triunfalista, ni en ningún lado, diga nadie que si siguen las cosas igual tras las elecciones la culpa es federativa.