El FMI recomienda crecimiento "contenido" y reducción del paro y la inflación
La economía occidental cumplió su primer año de recuperación, después de sufrir la recesión más severa de las últimas cuatro décadas, y ofrece perspectivas favorables para el futuro, aunque amenazadas por el peligro de la inflación, según el informe anual de los directores ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que fue hecho público ayer en Washington.
Resalta el informe que la produción de los países industrializados entró nuevamente en un proceso de expansión y que las tasas de inflación actuales son considerablemente menores que las existentes en 1974 y la primera mitad de 1975. El crecimiento del producto nacional bruto fue cercano al 6,5 por 100 en la mayor parte de los países industriales.Pese a estos factores, el desempleo y la inflación permanecen excepcionalmente altos, a un nivel doble que el existente en la década de 1960. El informe advierte contra los riesgos que puede entrañar una política encaminada a disminuir el desempleo, y recuerda que el verdadero enemigo de la economía occidental es la inflación.
Tras reconocer la gran dificultad que puede suponer para los países industrializados el reconciliar las distintas metas de los diferentes grupos económicos, y conseguir bajas tasas de inflación, el informe del Fondo sugiere la utilización de la política de rentas como complemento de las políticas fiscal y monetaria empleadas en la lucha contra la inflación pero nunca como sustituto de ella.
Señala el FMI que la inflación y la recesion generadas por desarrollos cíclicos en los países industrializados han tenido importantes repercusiones en el comercio mundial y se han transmitido a los países no industrializados. El volumen total del comercio mundial descendió entre un 4 y un 5 por 100 en 1975, con relación al año anterior, a consecuencia principalmente del aumento de la demanda en los países desarrollados.
El documento elaborado por el FMI presta especial atención a los problemas de financiación externa de los países desarrollados no productores de petróleo, entre los que se incluye a España, y reconoce la difícil y vulnerable situación en que han colocado a estos países los acontecimientos de los últimos años. El grado en que puedan ser vencidas estas dificultades dependerá en buena medida de los planes de estabilización adoptados por cada pais con vistas a equilibrar sus balanzas de pagos.
En líneas generales, el informe del FMI coincide en sus recomendaciones con las declaraciones hechas en la cumbre económica de Puerto Rico del pasado junio y con las de la OCDE en el sentido de potenciar un crecimiento contenido e insiste en que la política de reducción del desempleo lleva consigo el riesgo de la intensificación de la inflación. El FMI recomienda también una restricción del incremento de la demanda del crecimiento del sector público.
Este informe es el preludio de la reunión que mantendrán en Manila, el 4 de octubre próximo, los directivos del Fondo con los del Banco Mundial.
El valor de todas las reservas oficiales (oro, moneda extranjera y derechos especiales de giro) era a fin ales de 1975 de 194.700 millones de derechos, especiales de giro y aumentó a 202.800 millones en abril del presente año. Los países industriales incrementaron sus reservas en los últimos tres años en más de 12.000 millones de derechos especiales de giro, mientras que los países exportadores de petróleo aumentaron en 38.000 millones el volumen de sus reservas. Los países no productores de petróleo tuvieron una tasa anual de incremento de reservas, de aproximadamente el 2 por 100, una cifra similar a la existente en la década de los años sesenta.
La séptima revisión general de cuotas del Fondo se adelantará a febrero de 1978, es decir, sólo tres años después de la última que tuvo lugar en 1975, en vez de los cinco años establecidos. La medida tiende a garantizar la capacidad del Fondo para continuar jugando su papel central de supervisor de las balanzas de pago y de indicador de la política apropiada a seguir por cada Estado. Esta revisión de cuotas supondrá un incremento de 10.000 millones de derechos especiales de giro en la caja del Fondo hasta llegar a un total de 39.000 millones. La cuota máxima propuesta para España en esta nuevarevisión es de 557 millones de derechos especiales de giro .
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