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Reportaje:Atletismo

Boit no ha podido alcanzar a Juantorena

Alberto Juantorena fue una de las grandes figuras de los pasados Juegos Olímpicos de Montreal. Su doble triunfo en los 400 y 800 metros asombró al mundo como un verdadero prodigio. En la última prueba incluso batió al récord del mundo, que poseía el italiano Fiasconaro, con 1-43-50, por 1-43-70. La sensación, sin embargo, después de los Juegos ha estado presente en todas las grandes reuniones internacionales, y no ha sido precisamente el atleta cubano, sino el keniata Mike Boit. Ausente, en Montreal por el boicot de los países africanos, ha rondado la plusmarca de Juantorena hasta acercarse a sólo siete centésimas en Berlín el último 20 de agosto. Anteayer, en París, quizá perdió su última oportunidad de esta temporada.Mike Boit fue uno de los atletas de Kenya que se reveló en los Juegos de Munich de 1972. Medalla de bronce en los 800 metros, con 1-46-0, sólo fue superado en los últimos metros, primero por el soviético Arzhanov y en el instante decisivo por el norteamericano de la «gorrita», Wottle, ambos en 1-45-9. Según su costumbre, Boit había marcado el tren de la carrera hasta la última recta. Con la osadía, y también con la clase, que presentaron en Munich los atletas africanos, Boit no quedó conforme con este tercer puesto, pues aspiraba al oro. Un día antes, sin embargo, se había clasificado para la final tras ganar la tercera semifinal de forma un tanto discutida.

En efecto, el corredor de color se había cerrado a la calle libre antes de recorrerse los primeros metros reglamentarios y aunque ganó con el mejor tiempo de toda la jornada, 1-45-92, en principio fue descalificado. Para España hubiese sido magnífico que se mantuviera esa decisión, pues entonces el vigués Gayoso, quinto en la misma serie, se hubiese clasificado para la final con el segundo mejor tiempo de los repescados. Directamente pasaban a la última carrera los dos primeros de cada serie. La suerte para Boit fue que tras la correspondiente reclamación de Kenya se le volvió a clasificar. Resulta que tres jueces de la carrera, vieron cómo Boit se salía de la pista, pero cuando se pasó la película a petición de Kenya, los jueces que estaban en el sector de la infracción taparon la salida a la calle libre de Boit y no se pudo ver su acción antirreglamentana. Para que la suerte española fuese aún peor, el día anterior Fernández Ortiz había sido descalificado por la misma razón y en este caso la película fue diáfana.

Escalada en 800 metros

De cualquier forma, Boit confirmó su clase en los mismos Juegos de Munich al terminar cuarto una semana más tarde en los 1.500 metros. Con 3-38-4 fue superado por Vasala, 3-36-3, Keino, 3-36-8 y Dixon -en la misma línea-, 3-37-5. Sería de las últimas incursiones en esta prueba, pues a partir de ahí sus esfuerzos se iban a dirigir especialmente a los 800 metros. Al año siguiente, 1973, hacía 1-45-2 en Estocolmo y otras dos pruebas por debajo de 1-46-0. En 1974, en la final de los Juegos de la Commonwealth, de Chistchurch (Nueva Zelanda) -curiosa coincidencia geográfica-, era el segundo con 1-44-4 tras su compatriota Kipkurgat, 1-43-9. Ya en 1975, en el verano, bajaba otras seis veces del 1-46-0 y en Zurich corría primero en 1-44-2 y después en unos magníficos 1-43-79, a sólo nueve centésimas del récord mundial del italiano Marcello Diasconari. Precisamente ese día, el 21 de agosto de 1975, llegaba segundo tras Boit -con 1-45-31-, un belga no demasiado conocido, Ivo Van Damme, que se iba a revelar en Montreal, al año siguiente, al ganar dos medallas de plata en 800 y 1500 metros.En el año actual, acreditado antes de los Juegos Olímpicos con unos prometedores 1-44-9, el boicot africano a Nueva Zelanda por la prespicacia de sus All Blacks de rugby ante los Springboks de Africa del Sur, impidió su duelo con Juantorena. El cubano batió el récord mundial de Fiasconari y Boit, sinceramente, reconoció que si en principio pensaba ganar el título olímpico, luego de ver la carrera pensó que sólo podía haber superado a Van Damme para la medalla de plata, pero no ganar la de oro.

Después de los citados 1-44-9, conseguidos en Helsinki, Boit hizo 1-45-07 en Vinareggio, 1-43-9 en Zurich, el 18 de agosto, y 1-43-57, su mejor marca actual, en Berlín, el día 20. Se quedó así a siete centésimas del récord mundial de Juantorena en Montreal, mínima distancia que ha obtenido hasta ahora en su búsqueda incesante de la revancha de una carrera olímpica que nunca corrió. En Berlín pasó los primeros 400 metros en 51-05 mientras Juantorena había hecho 50-85 en Montreal. Esas marcas supusieron, respectivamente, 52-52 y 52-65 para los segundos 400 metros, en una clara demostración de qué se tiende en el moderno correr los 800 metros a la igualdad de tiempos en las dos mitades de la prueba. En los 1-43-89 de Zurich este mismo año, Boit incluso hizo 51-75 y 52-14, es decir, con una mínima diferencia de 0-39 centésimas. En Colonia, días más tarde, el kenyano intentó un tren «loco»~ de 49-27 al principio y, se terminó desfondando con sólo 1-45-9. Quizá fue el síntoma de que ya no podría por este año con Juantorena. Ni en Siena, donde no estuvo el esperado cubano, que precisamente acaba de pasar por Madrid de regreso a Cuba, ni en París anteayer tuvo fortuna. Las «liebres» para lanzarlo, tampoco respondieron. Se quedó en 1-46-95 y 1-46-5.

Al margen ya de Boit, las dos reuniones de viernes y sábado en el Estadio Jean Bouin, de París, con seis campeones olímpicos anunciados el primer día y diez el segundo, pero con muchos forfaits, fue una decepción total. A destacar sólo en la primera jornada los 13-55 de Davenport en 110 vallas -ausente Drut- y los 16-54 de Lamitié en triple.

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