El Ejército portugués no desocupará las fincas asaltadas

«El Ejército no intervendrá para desalojar las fincas ocupadas por los trabajadores en el Alentejo», ha declarado el capitán Marqués Junior, portavoz interino del Consejo de la Revolución. La declaración de Marqués Junior, que fue uno de los principales colaboradores de Otelo Saraiva de Carvalho, pone sobre el tapete de nuevo el tema de la reforma agraria en el Sur del país.Soares, en su reciente discurso por la televisión, fue particularmente duro y afirmó incluso que «no todo estaba tan mal en el Alentejo antes del 25 de abril». Aunque el primer ministro no ha renegado de la reforma agraria, «una de las principales conquistas de la revolución», se muestra dispuesto a acabar con los «abusos y la injusticia» en el Sur del país. Cuando habla de ello, Soares evidentemente se refiere a las fincas ocupadas. La Ley de reforma agraria establecía un complicado sistema de expropiación cuando el número de hectáreas sobrepasase una cierta cantidad que debía ser combinada además con la productividad de la propiedad. Los sindicatos agrícolas del Alentejo (particularmente en Evora y Beja, donde los comunistas ganaron las pasadas elecciones legislativas) no esperaron en muchos casos las directrices del Ministerio de Agricultura y actuaron por su cuenta. Cientos de fincas fueron ocupadas por los trabajadores, que expulsaron a los dueños y formaron cooperativas. Sin embargo, en algunos casos, estas ocupaciones fueron consideradas ilegales por el Ministerio de Agricultura y por consiguiente fue dada la orden inmediata de desalojarlas.

Por otra parte una serie de amplias consultas políticas está celebrando desde el presidente de la República, general Eanes, que son presentadas como normales pero se relacionan con especulaciones sobre crisis potenciales.

Ayer tarde, el jefe del Estado se reunió con el primer ministro, Mario Soares, y el ministro de Agricultura, López Cardoso, para tratar asuntos de la debatida reforma agraria, muy defendida por los comunistas y la extrema izquierda, criticada en diversos aspectos por los socialistas, empezando por Soares, y atacada por los sectores a la derecha del Partido Socialista.

El tema es muy conflictivo y el Consejo de la Revolución debió desmentir que fuerzas militares vayan a ejecutar el desalojo de las explotaciones agrarias ocupadas «de facto», si bien ese desalojo fue anunciado por el primer ministro en su mensaje a la Nación del pasado día 9.