España y Portugal, igualadas en casi todo

El Campeonato del Mundo de hockey sobre patines llegó ayer a su jornada descanso, y con la de hoy ya sólo restarán cuatro para que el martes, festividad de San Mateo, se dé el cerrojazo definitivo con el tradicional España-Portugal. Hasta el momento, las espadas están totalmente en alto, pues si Portugal comenzó cediendo un empate conAlemania, España tampoco pudo con Argentina el miércoles. Ambos equipos se encuentran igualados a puntos y a los dos les quedan dos rivales de peligro: Alemania a los españoles y Argentina a los portugueses. Justamente al revés de como se han enfrentado hasta ahora.

Siete partidos han jugado hasta la jornada de descanso España y Portugal. Son los máximos, pues aunque hay otros equipos que también los tienen en su haber no son todos. Concretamente Argentina, Alemania, Francia, Australia, Holanda y Japón, es decir, justamente la mitad del total, sólo han disputado seis. Pero -según era de esperar- las diferencias son ya tan decisivas pasado el ecuador del torneo - 11 encuentros por equipo es el total-, que la historia de casi todos los campeonatos del mundo se va a repetir. La clasificación actual es suficientemente elocuente. Españoles y portugueses volverán a dirimir una vez más el título.

Portugal, que en los primeros partidos y prácticamente también en los últimos no pudo contar con Livramento, se vio sorprendida por Alemania en el primer encuentro. Ya lo había pasado muy mal en el reciente torneo de Toronto y, en esta ocasión, no pudo con la reciedumbre germana. Según su costumbre habitual, los teutones comenzaron con enorme fuerza el campeonato, pero tras ceder dos empates en principio lógicos con Italia y Argentina empezaron a desinflarse ante Holanda el jueves. Los holandeses, que se encuentran en plena renovación del equipo y ya no cuentan con el famoso Olthoff, el último jugador de entidad internacional que ha dado el país -hasta jugó en Italia- ganaron así el primer partido del campeonato. Alemania comienza a acusar el ritmo de tanto partido seguido, pues siempre le ocurre lo mismo. Parte por la poca preparación física -aunque fuertes, sin ella, todo tiene un límite- y parte porque su hockey sí es totalmente aficionado y se permiten algunos excesos de turistas, la cuestión es que los germanos terminan bastante peor que empiezan. Esa, desde luego, es la esperanza existente respecto al partido que deben tener aún con España y del que depende para nuestro equipo nacional llegar al menos con igualdad a puntos con Portugal al partido decisivo del último día. Aunque menos que para Portugal, Alemania también ha sido siempre un enemigo de cuidado y, en principio, parece encontrarlo ahora que antes.

Ante Argentina, que es un equipo muy duro igualmente y con un contraataque rapidísimo, se perdió el único punto hasta ahora. Al margen de que los suramericanos lo merecieran, influyendo mucho los fallos de Trillols en tantos anteriores y el absurdo e incomprensible para un equipo de la entidad del español, de perder la bola a falta de menos de medio minuto y que Martinazzo, casi desde medio campo, marcase. Son errores que se pagan a la larga, aunque a los portugueses -es un consuelo- también les empató Alemania en los últimos cinco minutos después de ir ganando 3- 1. Esperemos que Argentina le dé ahora el susto a Portugal, pero mucho nos tememos que no sea así. El coeficiente está muy parejo y con pequeña ventaja española -que se aumentará el penúltimo día con Japón, así que los lusos lucharán por llegar si pueden con ventaja en la clasificación al último encuentro. Desde luego, si es en la parte moral, tras sus triunfos en Viareggio en el Campeonato de Europa del año pasado y en el pasado torneo de Toronto, les es igual hasta llegar igualados, pues parecen muy seguros de ganar.

España, que sigue con su vieja táctica de jugar con los dos delanteros, en lugar de uno y otro que sea el «puntillero», tiene sus grandes bazas actualmente -aparte de la espectacularidad de Nogué- en los dos pilares defensivos. Ferrer, de más apoyo al ataque y Edo, «cortador» nato. En cuanto a Portugal, con un equipo de hombres casi veteranos -Ramalhete, Garrancho, Rendeiro o Cristiano- cuenta con su nueva gran Tigura, Xana, magnífico goleador. Tanto, que el F. C. Barcelona trata de ficharlo por segunda vez, pues ha bajado su petición anterior de dos millones de pesetas a uno y medio. Ya ven, todo se pone por las nubes.