Los enemigos políticos de Miki permanecerán en su nuevo Gobierno

En Tokio se tiene la fundada impresión de que el reajuste ministerial japonés no afectará en absoluto la política exterior nipona, básicamente prooccidental.

Takeo Miki, que aceptó la dimisión de su Gabinete a últimas horas del lunes, mantendrá en el nuevo Gobierno a todos los ministros con carteras importantes, incluidos sus rivales políticos, el primer ministro adjunto, Takeo Fukuda y el de Finanzas, Masayoshi Ohira.

Miki decidió mantener a sus enemigos en el seno del Gabinete para intentar obtener una fórmula de colaboración entre todas las fuerzas del Partido Liberal Demócrata que ponga fin a la convulsión política originada como consecuencia del escándalo Lockheed.

De todas formas, la reorganización ministerial japonesa se interpreta en la capital como una tregua temporal entre Miki y los grupos rivales que discuten su política.

Este es el primer reajuste gubernamental que realiza Takeo Miki desde que asumió el poder, a finales de 1974. Entre los cambios ministeriales de relativa importancia destaca la sustitución del ministro de Asuntos Exteriores, Kiichi Miyazawa, por Kosaka, un conservador que ya desempeñó este ministerio hace diez años.

En sus puestos permanecen el ministro de Justicia, Samuinaba, que de esta forma proseguirá sus investigaciones sobre la campaña de sobornos de la Lockheed en Japón y el director general del Departamento de Defensa, Michita Sakata, fiel aliado de Miki.