El control de la Intersindical Portuguesa, objetivo de los socialistas
Cincuenta sindicatos prosocialistas, al final de una reunión celebrada en Coimbra, se pronunciaron por la unidad de los trabajadores portugueses. Aunque la actual dirección de la Intersindical Nacional fue duramente criticada, los asistentes a la reunión defendieron, salvo excepciones, continuar luchando para controlar la Central Sindical existente, rechazando la posibilidad de crear una nueva organización.La lucha por el control de la Intersindical, actualmente dominada por sindicalistas próximos al Partido Comunista, será este otoño uno de los principales temas de la política portuguesa. Cincuenta sindicatos que recientemente firmaron una «carta abierta» contestando la actual dirección de la Intersindical, han celebrado una reunión en Coimbra, rechazando la posibilidad de formar, por el momento, una nueva organización sindical. El comunicado final de la reunión, llama a los trabajadores «a una amplia movilización para un congreso democrático de todos los sindicatos para la unidad, contra la demagogia, el oscurantismo y la escisión».
Así pues, la línea defendida por los sindicalistas socialistas ha triunfado. En la reunión de Coimbra se ha criticado duramente a la actual dirección de la Intersindical (Central Unica de Trabajadores portugueses), pero los participantes en el encuentro no han planteado siquiera la posibilidad de escisión del organismo sindical unitario, o la constitución de una nueva organización. Algunos de los sindicatos participantes no pertenecen a la «Inter» y después de la reunión la cuestión continúa igual: o «están dentro» o «están fuera». Conclusión: por ahora, nadie creará una nueva central sindical.
El hecho supone, sin duda, un éxito de los sindicalistas próximos al Partido Socialista, que defienden en este momento una posición de estricta unidad sindical, aunque pretenden desbancar desde dentro a los comunistas en la dirección del poderoso aparato de la Intersindical.
El tema no terminará aquí, puesto que próximamente deberá celebrarse un Congreso de la Intersindical para cuya preparación ya se celebró una reunión hace unos meses, en la que participaron 167 sindicatos, de los que 37 no pertenecían a la «Inter».
Por otro lado, en su reciente discurso Mario Soares aludió a la revisión de la ley de unicidad sindical, aprobada durante el Gobierno de Vasco Gonzalves, que instituyó definitivamente la unidad de todos los sindicatos portugueses en una sola organización sindical, mediante decreto ley. Esta ley, muy contestada en su día por los socialistas, es, según el criterio de los actuales gobernantes, inconstitucional y por tanto será revisada, proclamándose la libertad sindical absoluta.
Los sindicalistas del PS, sin embargo, no pretenden hacer uso del derecho de constituir una nueva central sindical, empeñados como están en controlar la ya existente. La tarea no va a ser fácil, puesto que los sindicatos controlados por el PCP constituyen la mayoría y las últimas elecciones sindicales, celebradas después del 25 de noviembre de 1975, no dieron victorias significativas a los socialistas. Los comunistas conservaron sus posiciones, a pesar del cambio de la situación.
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