Manuela Vargas
y su elenco de artistas permanecieron más de cinco minutos en el escenario, a telón levantado, mientras el público en pie aplaudía y gritaba entusiasmados bravos al final de la actuación de la compañía de baile de la Vargas en el teatro Avenida, de Buenos Aires. En un escenario oscuro, muy a lo Antonio Gades, esta bien plantada sevillana demostró la evolución de su arte en los últimos cuatro años en los que ha estado ausente de las carteleras bonaerenses.
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