Sigue Ia desconfianza
La semana anterior había sonado la señal de alarma y se pusieron ciertos mecanismos en marcha, pero no lograron frenar del todo el deslizamiento de los cambios, con lo que el jueves se alcanzaba una nueva mínima de lo que va de año. Quedaba claro que mientras no se despejaran las incógnitas políticas no mejoraría el panorama bursátil, por más conciliábulos que se celebraran. En este sentido, el anuncio de un Consejo de Ministros decisivo y el mensaje presidencial siguiente empezaron a estar en boca de todos los operadores, originándose una cierta expectación que, hasta el martes próximo, no sabremos si ha sido colmada.En la tanda semanal el índice general madrileño ha perdido 33 centésimas, que no han sido más por el apoyo del Banco de España, centrado principalmente en los grupos eléctrico y químico, cuyos respectivos indicadores parciales suben más de un 2 por 100.
En cambio, los Bancos fueron abandonados a su libre albedrío y la presión del papel fue imparable, a pesar de que se intentó, el martes y el miércoles, no operar en bastantes de esos títulos, lo que no dejó de ser inútil en las sesiones siguientes. Lo prueba una baja del 2,48 por 100 en el índice de los Bancos comerciales, los más castigados (ver cuadro resumen).
Por sesiones la del martes fue mínimamente positiva por cuanto cristalizaba un intento precedente de contención. Pero en las jornadas siguientes volvía la desconfianza y la apatía, extendiéndose a la mayoría de los valores, y sólo al viernes, gracias a Telefónica, subía, también simbólicamente, el índice general.
En conjunto, semana sin color con volúmenes de negocio no muy elevados. Situación expectante para conocer la reforma constitucional y otras medidas de política económica que corrijan los acuciantes desequilibrios económicos, pero éstas se han quedado postergadas al Consejo Ministerial del martes.
La evolución cuantitativa de la tanda ha sido la siguiente:
