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Aportaron sus decisiones hasta que se conozca el mensaje de Suárez

Anoche se celebró, en un restaurante de Madrid, la cena que la comisión ejecutiva de Coordinación Democrática ofreció a los diversos grupos de la oposición no integrados en el organismo unitario. La cena comenzó a las diez y cuarto de la noche.

AsistentesAcción Republicana Democrática Española: Manuel Fernández.

Comisiones Obreras: José Alonso.

Federación de Partidos Socialistas: Enrique Barón.

Federación Popular Democrática: José María Gil-Robles y Gil-Delgado.

Federación Socialdemócrata: Alberto Cercós, José Ramón Lasuen, Francisco Fernández Ordóñez y Armando Benito.

Grupo Independiente, de Coordinación Democrática: Antonio García Trevijano.

Izquierda Democrática: Joaquín Ruiz-Giménez, Jaime Cortezo y Antonio Vázquez.

Izquierda Demócrata-Cristiana: Fernando Alvarez de Miranda e Iñigo Cavero.

Independientes: Carlos Ollero, Antonio Fontán y Pedro Altares.

Alianza Liberal: Joaquín Satrústegui, Joaquín Garrigues Walker, Enrique de Carlos, Jaime Miralles, Antonio Fontán, Ramón Pais y Bernardo Rabassa.

Movimiento Comunista: Javier Alvarez Dorronsoro y Javier Ortiz.

Organización Revolucionaria de Trabajadores: Manuel Guedán y Amancio Cabero.

Partido Carlista: José María de Zavala y Mariano Zufía.

Partido Democrático Popular: Ignacio Camuñas y Fernando Chueca.

Partido Comunista de España: Ramón Tamames, Simón Sánchez Montero, Manuel Azcárate y Carlos Santamaría.

Partido Socialdemócrata: Manuel Peydró, Martín Moré y Armando Sacristán.

Partido Socialista Popular: José Bono y Raúl Morodo.

Partido Socialista Obrero Español: José María Benegas, Enrique Mágica y Luis Gómez Llorente.

Partido del Trabajo de España: Nazario Aguado y Enrique de Castro.

Unión General de Trabajadores: Jerónimo Saavedra.

Unión Sindical Obrera: Eugenio Royo y Martín Ovejero.

Unión Socialdemócrata: Eurico de la Peña, Armando Sacristán y Fernando Chueca.

Después de la cena, Mariano Zufía, carlista, miembro del secretariado de Coordinación Democrática, agradeció a los invitados su asistencia. Tras señalar la necesidad y urgencia de un cambió de impresiones sobre la necesaria unidad de la oposición democrática, en el momento político presente, invitó a intervenir a los reunidos.

Habló en primer lugar Joaquín Satrústegui, quien anunció que los no coordinados que se reunieran el día anterior no llevaban propuestas concretas. Añadió que quería subrayar la presencia de toda la oposición democrática, y que, aunque unos estuvieran en CD y otros no, sus objetivos eran idénticos: reconocimiento de todos los derechos y libertades, período constituyente que lleve a elecciones libres.

Insistió en qué los fines de todos los reunidos coincidían en un 95 por 100, y señaló que la diferencia entre ellos y los integrados en CD es que esta organización no considera que la labor de los partidos políticos es distinta de la de las organizaciones sindicales.

Propuso mantener los objetivos coincidentes mediante conversaciones permanentes entre los partidos de las grandes familias políticas usuales en Europa, y añadió que él se siente muy unido a CD por su coincidencia de objetivos, pero que no comparte el empeño de CD de que la convergencia se establezca a través de un organismo unitario.

A continuación intervino Raúl Morodo, quien dijo que hablaba sólo, en nombre del Partido Socialista Popular, puesto que el acuerdo de CD respecto a la cena no incluía propuestas concretas. Señaló que «nos encontramos ante el problema básico de dar una respuesta adecuada y unitaria, sobre bases concretas, a las propuestas del Gobierno. Expresó luego su deseo de que todos los sectores se integren en CD, porque a ésta le falta el centro para ser representantiva, y la alternativa ha de ser general y no sólo de la izquierda».

Ofreció como alternativa, de no llegarse a la integración, la formación de un sistema de coordinación orgánica cuyo objetivo sería el de sentar los puntos mínimos de coincidencia para establecer la democracia. Estos serían la no aceptación del reformismo propugnado desde el poder, la legalización de todos los partidos sin excepción y la iniaciación de un proceso constituyente.

A continuación intervino Ignacio Camuñas, quien propuso una comisión de enlace que estaría formada por tres comunistas, tres socialistas, tres liberales, tres socialdemócratas, tres democristianos, tres independientes, y -dijo- «hasta tres sindicalistas». Esta comisión se encargaría de redactar un documento conjunto que contuviera el programa mínimo común y un compromiso político concreto.

La propuesta levantó una fuerte polémica, en la que intervino, en primer lugar, Nazario Aguado. Este mostró su desacuerdo con las propuestas de Camuñas, por cuanto marginaría a las organizaciones sindicales, loque significaría la exclusión de la clase obrera.

Enrique Múgica (PSOE), el representante de ORT, el de USO, el de MC y Ruiz-Giménez (IDC) se mostraron de acuerdo con la tesis del organismo unitario. Alvarez de Miranda (IDC) pidió que se defienda la individualidad de cada uno, y Enrique Barón (FPS) y José María Gil-Robles se mostraron partidarios de una articulación federada, aunque apoyaron las tesis de CD.

Cerca ya de las dos y cuarto de la madrugada, los reunidos acordaron aplazar un posible acuerdo, hasta que se conozca el mensaje del presidente Suárez.

En este sentido decidieron mantener una nueva reunión el próxiMo lunes, en la que se tratará de elaborar una respuesta conjunta a las formulaciones del Gobierno y se estudiará de nuevo la fómula para conseguir una articulación de los grupos de oposición.

A la hora de cerrar esta información continuaba la discusión entre los asistentes.

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