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La reunificación del PSOE, prioritaria para numerosos socialistas "históricos"

Anoche se consumó la ruptura entre un numeroso grupo de militantes de la Agrupación Socialista Madrileña (sector histórico del PSOE) y la dirección de la misma, que sigue la línea del secretario general, Víctor Salazar. El descontento en el seno de la agrupación desembocó en la realización de una asamblea, con asistencia de más de 200 militantes, y en la que se proclamó la reunificación del PSOE como objetivo prioritario e ineludible.

El presidente de la comisión gestora elegida en la anterior asamblea del 21 de julio, Sócrates Gómez, presentó un informe en el que afirmó que «fuimos intérpretes, el día 21 de julio, del disgusto, cada día más creciente, de los militantes socialistas de Madrid, disgusto determinado por el aislamiento, por la falta de contacto, por la ausencia de orientaciones claras para el quehacer de cada uno».«No es culpa nuestra -continuó- que a deseos tan legítimos como son los de querer ejercer los derechos que corresponden a todo socialista que quiere trabajar y actuar, se responda con el insulto o la descalificación caprichosa; no eran advenedizos los que se reunieron aquí el 21 de julio, menos aún unos quintacolumnistas al servicio de intereses ajenos al partido como se llegó a afirmar, cuando la inmensa mayoría de los reunidos eran, y aquí estais esta noche de nuevo, socialistas con historial de muchos años al servicio del Partido, a los que se podía decir que estaban equivocados y demostrarles si lo estaban, pero en modo alguno calificar de manera tan irresponsable e insidiosa. »

Achacó después toda la responsabilidad de la situación a los compañeros dirigentes «que ejerciendo sus funciones de tales desde el extranjero, vivieron al margen de los problemas del partido en España, aquí, que es donde tenía y tiene que desarrollarse y desenvolverse, y que no regresaron a España con esa impronta de humildad de ser unos más, cualquiera que fuera su representación orgánica y la licitud de la misma, sino que lo hicieron como podrá demostrarse, para imponer formas y modos incompatibles con el respeto a la democracia interna del partido y con el derecho de todos y cada uno a ejercerla.» No obstante esta severa crítica, Sócrates Gómez afirmó que no quedan implicados en la responsabilidad de esa política el conjunto de los socialistas exiliados porque «también ellos fueron víctimas» de la misma.

Posteriormente recordó que el PSOE «ha cumplido como el que más con su misión en la clandestinidad desde la primera hora que siguió al final de la guerra», y afirmó: «Nosotros podemos decir que no hemos conocido cuarteles de invierno, cómodos y confortables, sino duras prisiones en largos y penosos inviernos, otoños, primaveras y veranos. Valgan estas palabras como réplica a las declaraciones sectarias de los dirigentes comunistas en fechas recientes».

Se refirió después al proceso de reunificación del PSOE, y pidió que esta fuera dedicada a la inmortal memoria de Pablo Iglesias. (Los asistentes, puestos unánimemente en pie, aplaudieron enfervorizadamente). Terminó haciendo una afirmación de fe socialista y de absoluta fidelidad a los postulados del partido, «de carácter indeclinablemente clasista y marxista, que tiene una meta ineludible y básica: como dice nuestro programa, la posesión del poder político por la clase trabajadora».

Finalizado el informe del presidente, pronunció unas palabras el secretario, Justo de la Cueva, quien afirmó que la reunificación del partido está siendo posible gracias a la presión constante de la base, y agregó: «El que esté en contra de la reunificación, está en contra del partido, del socialismo y de la clase trabajadora».

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Seguidamente se abrió el turno de intervenciones. Numerosos asistentes -en su mayoría, militantes veteranos- hicieron uso de la palabra poniendo de manifiesto, entre otras cosas, el deseo de que se supriman los calificativos de histórico y renovado cuando se habla del PSOE; así como lamentos a las desavenencias de la clase trabajadora, recuerdos de las luchas mantenidas a lo largo de los años, un minuto de silencio por los compañeros muertos, Invocaciones a la unidad y la gloriosa historia del partido, y otras cuestiones en esta línea.

Una representación del sector renovado del PSOE asistió también a la reunión, y uno de sus miembros fue invitado a pronunciar unas palabras. La delegación del sector renovado fue situada en la misma sala donde se celebraba la asamblea, aunque en una zona diferenciada de los militantes históricos. Por otra parte, una pequeña fuerza de policía se mantuvo en las proximidades del local, pero no intervino en ningún momento.

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