Encierro en una iglesia de 200 parados de Osuna

Mientras las muestras de solidaridad se multiplican, los 200 trabajadores agrícolas de Osuna en situación de paro que el pasado viernes decidieron encerrarse en la iglesia de Las Carmelitas de la citada población, decidieron en la mañana de ayer lunes prolongar indefinidamente la reclusión en el templo.

Una vez conocida la decisión de los 200 recluidos, más de la mitad de los jornaleros de los campos de Osuna decidieron solidarizarse con sus compañeros no asistiendo a los respectivos puestos de trabajo.

Desde el domingo, números de la Guardia Civil mantienen vigilados los alrededores del templo sin que hasta el momento hayan presionado a los recluidos para desalojar el recinto. Mientras los obreros recluidos han elaborado un segundo comunicado dirigido al alcalde de la ciudad en el que se expone una serie de reivindicaciones, el cardenal, doctor Bueno Monreal, ha recibido de la autoridad gubernativa la advertencia de que será desalojado el templo por miembros de la fuerza pública en caso de persistir los obreros en paro en su actitud. Esta advertencia ha sido rechazada por los recluidos, al tiempo que el cardenal ha garantizado que no autorizará una eventual entrada de las fuerzas de orden público en el templo.

Paralelamente a estos acontecimientos, un grupo de profesionales de Osuna, ha redactado un manifiesto público dirigido a la primera autoridad municipal local en el que se hace mención de que por dos veces en el presente mes los trabajadores de Osuna se han visto obligados a encerrarse en el templo del Carmen, empujados por la situación de paro que padecen desde hace meses. En este sentido hay que destacar que el último dinero de empleo comunitario se agotó hace algún tiempo. Los parados de Osuna ascienden a la cifra de 2.000.