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La Primera División 1976-77

El Burgos confía en Marcel Domingo

A tres semanas vista del comienzo del campeonato de Liga, las plantillas de los clubs de Primera División están casi completamente definidas. Con el Burgos, campeón de Segunda el año pasado, comenzamos la publicación en serie de las novedades registradas en cada uno de los equipos de Primera ante la competición que se avecina.El Burgos, que jugará su tercera temporada en Primera División, basa sus mayores esperanzas de permanencia en la presencia en su banquillo de Marcel Domingo, hombre de acreditada experiencia y veteranía.

Resulta evidente que el papel del Burgos en la competición ha de ser secundario. El Burgos, por lógica, luchará en la parte baja de la tabla, en la carrera de los que no persiguen los puestos altos, sino que huyen de los tres que conducen a Segunda División. Su presupuesto, poco mayor de 90 millones, es de los más bajos que se registran en la categoría. Sin embargo, en Burgos no hay pesimismo a la hora de afrontar esta temporada. La mayor base para las esperanzas de permanencia es un hombre nacido en Francia y afincado en España desde hace muchos años, primero como portero de fútbol y más tarde como entrenador. Su acento francés sigue siendo tan marcado como polémico su ánimo y como caliente su sangre. Se trata de Marcel Domingo, cuyo excelente trabajo en el Atlético de Madrid de hace pocas temporadas aún no se ha olvidado. Marcel Domingo es, a todas luces, un hombre falto de la mesura y el equilibrio tan convenientes a su profesión, pero eso no quita para que sea uno de los técnicos más capacitados de nuestro fútbol. Gana antipatías en todos los sectores que rodean al fútbol excepto en uno: el de los jugadores. Los hombres que han integrado plantillas dirigidas por él suelen guardar después de su marcha el mejor recuerdo, y hay que decir que esto es algo que muy pocos entrenadores consiguen. Marcel Domingo es un técnico con el que los jugadores trabajan a gusto, lo que ya supone mucho. Si a eso añadimos que conoce a fondo el fútbol, que sabe improvisar y que coloca a sus hombres en un buen nivel físico, comprenderemos el por qué de sus frecuentes éxitos y del optimismo que reina entre los aficionados de la ciudad castellana.Plantilla débil

La plantilla del Burgos, sin embargo, no es gran cosa. En el equipo apenas hay nombres destacados, y si logró el ascenso fue porque Múller, su entrenador del año pasado y ahora en el Zaragoza, supo crear un conjunto brioso y práctico, a pesar de la falta de individualidades destacadas. Muy pocos jugadores del Burgos pueden ser considerados gente de importancia dentro del fútbol español. Su pieza más destacada es el extremo Juanito, un valor de verdadera calidad, que se formó en el Atlético y que ahora ha pretendido el Madrid, pero sin conseguir su fichaje. Juanito es un extremo clásico, hábil, rápido y con visión de la jugada. El meta Manzanedo, joven, apunta excelentes cualidades. Del resto, ninguno destaca de forma especial. La plantilla, a salvo de alguna nueva adquisición, es la siguiente:

Porteros: Manzanedo, Navarro II y Gorospe.

Defensas: Nozal, Gómez, Aguilera, Romero, Palmer, Ruiz Igartua, Navajas y Cabral (paraguayo).

Centrocampistas: Valdés, Navarro I, Kresic (yugoslavo), Portugal, Andrés, Benítez (paraguayo), Ferrero y Garrido.

Delanteros: Cos (argentino), Viteri, Juanito, Quini, Omar Rey (uruguayo) y Katic (yugoslavo).

Las dos plazas de extranjeros están cubiertas por los dos jugadores yugoslavos. Los sudamericanos, o son oriundos o están nacionalizados. Son nuevos de esta temporada Cabral, Benítez, Omar Rey y Katic. Cabral y Benítez, paraguayos, proceden respectivamente del Resistencia y el Defensores, dos equipos de la Primera División paraguaya. Son jóvenes y poco se sabe de ellos. Omar Rey pertenecía al Hércules, y nunca ha demostrado gran cosa. El año pasado fue suplente. Es delantero goleador. En cuanto al yugoslavo Katic, es un fichaje del que se espera mucho. Es delantero centro con buenas condiciones para el gol, y viene con cartel de cabeceador excelente. Para incorporarle de forma definitiva, el Burgos tiene que encontrarle destino al también yugoslavo Adzic, un extremo fichado hace un año y que no ha gustado mucho, pero que aún tiene otro año firmado. Al parecer, se espera que esto no suponga ningún problema para el club.

El Burgos se presentó en Primera División en la temporada 71-72. Se mantuvo, pero a la siguiente bajó. Esta es, pues, su tercera temporada entre los grandes.

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