Comienza en Dublín la "cumbre" de tres continentes de grupos revolucionarios

Comenzó en Dublín, la capital del Eire, una cumbre revolucionaria en la que participan representantes de grupos europeos, americanos, africanos y palestinos.Aunque en un principio se nos había hablado de la presencia de organizaciones españolas en esta cumbre, un portavoz del comité organizador nos dijo ayer tarde que ni la ETA ni otros grupos revolucionarios españoles habían llegado a Dublín ni estaban en la lista de posibles participantes.

El Sinn Fein, la rama política del IRA irlandés, es el anfitrión de la conferencia, que se inició ayer y que durará dos semanas. Durante la primera semana, los revolucionarios se reunirán en la capital del Eire. En la segunda, su lugar de encuentro será Belfast, la capital del Ulster.

El Gobierno británico no dio a conocer todavía su actitud sobre la posibilidad de que la segunda parte de este «festival», como lo llama el Sinn Fein, tenga lugar en territorio controlado por Gran Bretaña.

Por su parte, las autoridades irlandesas aceptaron que la cumbre revolucionaria se celebre en el Eire, aunque mostraron sus reservas denegando la entrada al aeropuerto de Dublín de un súbdito alemán que venía representando a una organización situada en El Cairo y llamada «Afroasian Solidarity Committee». Según nos dijo desde Dublín el portavoz del Sinn Fein, esta organización cuenta en Egipto con el apoyo del Gobierno de Sadat. El mismo portavoz del Sinn Fein nos explicó que no entiende las reservas que existen con respecto a la reunión, «que es un festival en que vamos a tener discusiones abiertas sobre las distintas cuestiones políticas que afectan al Ulster».

Para participar en el festival, ayer llegaron al Eire setenta delegados de diferentes países. El peso de la conferencia lo llevarán los irlandeses, quienes explicarán a sus colegas internacionales, a través de seminarios y discusiones, lo que quieren que ocurra en el norte de Irlanda.

Hace unos días, el líder del Sinn Fein declaró en Londres que su partido no aprobaba los métodos terroristas usados por el IRA para tratar de obtener la independencia del Ulster.

La declaración, que se produjo para tranquilizar a la policía inglesa, pudo haberse hecho también para que el Gobierno de Dublín no adoptara una actitud contraria a la celebración de esta cumbre.

El año pasado hubo un encuentro similar. Los conservadores británicos acusaron entonces al Gobierno de Dublín de complicidad con los que ellos calificaban de «terroristas revolucionarios». Esta vez hubo escasa reacción en Londres ante la «cumbre del Eire». La prensa inglesa apenas se ocupó del asunto. Para las autoridades irlandesas, la cumbre coincide con la puesta en práctica de sus principales medidas antirrevolucionarias. Según una legislación que, se acaba de aprobar, el Eire deja de ser el paraíso del IRA.