Socialistas y socialdemócratas decantan sus posiciones políticas

Socialistas y socialdemócratas están decantando sus posiciones cara a un futuro electoral cada vez más próximo, en un proceso no exento de crisis y oscilaciones diversas.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) prepara su Congreso de octubre, mientras medita la actitud a mantener frente a la legalización. El sector histórico de dicho partido se encuentra en un momento de crisis, que ha estallado fundamentalmente por el problema de la reunificación.Entretanto, los distintos colectivos socialdemócratas -exceptuando el que dirige el señor Garcia López- han llegado a un acuerdo para federarse, después de largas negociaciones. Si la situación política del país no sufre bruscas alteraciones, el Congreso del PSOE de octubre va a suponer un hecho político de la mayor importancia. No solamente será un Congreso probablemente espectacular, dado el alto número y fama de los dirigentes socialistas extranjeros que acudirán a prestar su respaldo al mismo, sino que constituirá lugar de confluencia de las distintas tendencias del PSOE, y ello se reflejará en las diferentes ponencias que actualmente se encuentran en pleno proceso de elaboración. De la línea que marque dicho Congreso dependen muchas cosas en la política española, contando -obviamente- con una evolución hacia la democracia como salida a la situación del país.

Por lo que se refiere al sector histórico del PSOE, la crisis está marcada en dos frentes: dimisiones de cuatro dirigentes a nivel nacional, que ya conocen los lectores de EL PAIS, y convocatoria de una reunión de afiliados madrileños hecha por miembros de la base dado que el presidente de la agrupación madrileña no les ha concedido la asamblea que habían solicitado con urgencia. La reunión se celebrará mañana en un restaurante situado frente al estadio Rayo Vallecano; los autores de la convocatoria lo han puesto en conocimiento del Gobierno Civil, y su actitud obedece a que no están de acuerdo con la petición de legalización hecha por los dirigentes. Argumentan, entre otras cosas, la frase de los Estatutos del PSOE en la que se afirma: «En el seno del partido es absoluta la libertad de discusión y expresión». Las adhesiones recibidas pasan del centenar.

Ello no es óbice para que el presidente de la Agrupación Socialista madrileña (histórica), Felipe Ronda, y el vocal Lázaro Movilla, hayan desautorizado a quienes proyectan reunirse mañana. Para ambos dirigentes, entre Congreso y Congreso sólo el Comité Nacional tiene autoridad dernocrática, y si el Comité acordó la legalización «lo demás es un relato gacetillero de pseudo ciencia-ficción», dicen.

Por su parte, los cuatro dirigentes dimisionarios del PSOE histórico (el presidente, Alfonso Fernández, y los ejecutivos Amorós, Turrión y Zarrías) han difundido una nota en la que explican su renuncia. Se basa en la forma en que se ha llevado el proceso de reunificación con el PSOE (renovado) por parte del secretario general, Víctor Salazar, y del vicepresidente, Ovidio Salcedo, «que lo han hecho imposible». Asimismo aseguran que el voto de censura contra el presidente, hecho público por Víctor Salazar, es un montaje articulado para ocultar el fondo de la situación interna creada, como es el cambio de línea impuesta por dichos ejecutivos. Su actitud «representa -dicen- una corriente que quiere la reunificación y un partido socialista unido».

Mientras tanto, los que han llegado a un acuerdo, después de largas negociaciones, han sido los grupos socialdemócratas -exceptuando al PSDE, cuyo secretario general es el señor García López. La solución es una Federación socialdemócrata, integrada por los siguientes grupos (se mencionan nombres de algunos dirigentes, a efectos de identificación): Unión Social Demócrata (García Lahiguera, Ventura Olaguibel); Partido Social Demócrata (Díez Alegría y Frax, José Manuel Peldró); Izquierda Social Demócrata (Francisco Fernández Ordóñez, Luis González Seara); Solidaridad (José Ramón Lasuén, José Gómez Acebo); Convergencia Social Demócrata -antiguo Prolesa- (Armando Benito, José Luis Alvarez López); y Grupo Social Demócrata independiente (Alberto Cercós, Gonzalo Casado).