El Festival de Ares se politizó a favor de la amnistía

La Petición de amnistía alcanzó también a la sexta edición del Festival da Canción Galega, que se celebró el sábado en la localidad de Perlío, cerca de El Ferrol. Una parte considerable del público hizo oír su voz gritando: Amnistía general, Libertad y Galicia ceibe y sin emigración, en diversos momentos del certamen. Una pancarta convocándo al Día da Patria Galega, el 25 en Santiago, apareció también entro el público, así como una bandera, de la Asamblea Nacional Popular Galega (la enseña gallega con una estrella roja de cinco puntas). El Festival da Ria de Ares es uno de los más anodinos que se celebra en España. No destaca precisamente por sus aportaciones a la música gallega y la mayor parte de los cantantes que hoy hacen algo en este campo en Galicia ignoran totalmente su celebración. Organizado por el CIT de la ría del mismo nombre, más parece un montaje propagandístico del turismo de la zona que ocasión concebida para promover la canción gallega, que no le sobran, por cierto, iniciativas que la desarrollen.Este año concurrieron ocho grupos que caen más en la mediocridad que en otra cosa. La novedad estuvo en que ganó el premio a la mejor canción una pieza que podría encuadrarse, por el tema, en un intento de hacer canción nacionalista gallega. Bandeira galega, canción ganadora, se inscribe en un tono ramplón de cuasi-himno, que incorpora algunos elementos pretendidamente galleguistas a los que el jurado (desconocido del público, por lo demás) pareció no poder sustraerse dándole a su autor, Xosé Casal, no sólo el premio a la mejor canción, sino también a la mejor interpretación.

De todos modos, la noticia del festival estuvo en que, por primera vez en su existencia se: politizó, haciéndolo en favor de la amnistía. Las fuerzas encargadas del orden, la Guardia Civil en este caso, acusaron la novedad y vigilaron, incluso con la ayuda de los focos que iluminaban la sala, la explosión de gritos y octavillas, que hizo acto de presencia en el festival. Dicha vigilancia continuó varias horas después de terminado el festival, en que la Guardia Civil siguió atenta a la zona y registró algunos coches que circulaban, por el sector.