La huelga de Correos

Ante la información publicada por EL PAÍS en su edición del pasado martes, día 6, acerca de la situación en que nos hallamos en estos momentos los trabajadores de Correos, y teniendo en cuenta nuestra condición de servicio público, queremos aclarar algunas de las opiniones expresadas en la citada información por el director general de Correos y Telecomunicación, don Juan Echevarría.1º. El señor director general soslaya el problema de fondo que tenemos los trabajadores de Correos, que es el que una y otra vez nuestras propuestas han sido rechazadas por la Dirección. Concretamente, el señor director general se ha negado reiteradamente a recibir a la Comisión Nacional, haciendo imposible todo tipo de diálogo y entendimiento.

2º. Acerca de la dimisión del señor director general -anunciada en la información que ustedes publican-, considero que podía haber elegido otro momento para tal decisión, por ejemplo, cuando comprobó que las altas instancias de la Administración no se hacían eco de nuestras peticiones, con lo que hubiera prestado una auténtica contribución a nuestra causa. El dimitir ahora no es sino anteponer sus intereses políticos a los del Cuerpo de Correos, que tan alto pondera en sus declaraciones, dejándole desasistido en momentos tan graves.

3º. Prueba de la situación de desatención en que ha dejado el señor director general a los funcionarios que tanto aprecia -siempre según sus declaraciones- es el que en la mañana de ayer, cuando intenté entrevistarme con él, en calidad de miembro de la Comisión Nacional que representa a todos los trabajadores de Correos, y ante su ausencia, el señor subdirector general me indicó que mi petición de negociar una solución al conflicto a través de dicha Comisión no era competencia suya, y no sólo eso, sino que ninguna otra alta magistratura podría decidir en tal sentido, «pues actualmente no existe ningún tipo de autoridad con capacidad de decisión».