Las mujeres y los ancianos, más conservadores
Diferenciando las respuestas a estos sondeos en función de la edad, el sexo, el nivel de estudios y la ocupación del encuestado, la primera conclusión que se deduce es que, en general, los viejos, las mujeres y las personas con más bajo nivel de estudios tienen menos formada su opinión política y, cuando la expresan, es con tendencia preferentemente conservadora. Menos clara es la diferencia de actitud en función de la ocupación, aunque por lo general las ocupaciones altas ofrecen una posición política más avanzada.Así, los varones, jóvenes y universitarios y quienes ocupan puestos más altos están a favor de la intensificación de los contactos Gobierno-oposición, mientras que las amas de casa, los jubilados, los peones y los aprendices nutren las cifras de la absterición o del retraimiento ante tales contactos.
Son también los hombres, los más jóvenes y los de más estudios quienes se muestran más favorables al sufragio universal para ambas Cámaras, así como al reconocimiento de todos los partidos.
A favor de la reforma están las amas de casa, empresarios de medianas, industrias, personal subalterno y obreros especializados. En cambio, en pro de la ruptura se pronuncian gerentes, directores de empresa, funcionarios y profesionales superiores y estudiantes.
Cara al futuro próximo, de los sondeos se deduce que votarán más los hombres, los jóvenes y los que tienen estudios, así como que la asistencia a mítines y manifestaciones y la afiliación a partidos serán actividades en las que predominarán netamente los varones jóvenes.
El grado de satisfacción por las leyes reformistas, aprobadas ya en las Cortes, es mínimo entre los estudiantes y máximo entre quienes ejercen ocupaciones más altas. Estos últimos muestran cierta división cuando se trata de opinar sobre el reconocimiento de los partidos. Así, del grupo de gerentes, grandes propietarios, funcionarios, funcionarios superiores y técnicos superiores, un 49 por 100 se muestra partidario de reconocer todos los partidos y un 42 por 100 sólo algunos. En cambio, opinan que deben reconocerse todos el 63 por 100 de los técnicos y cuadros medios y el 65 por 100 de los estudiantes.
Las mujeres y los viejos se muestran especialmente contrarios al Partido Comunista y favorables a los grupos ultras, y los universitariers ofrecen un particular rechazo hacía los partidos ultras.
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