_
_
_
_
_

Maertens, arrollador en la contra reloj

De verdadero show se pudo calificar la exhibición de Freddy Maertens en la primera etapa larga contra reloj. A lo largo de un circuito bastante fácil, pero únicamente para hombres de fuerza, el campeón belga consolidó totalmente su liderato hacia las cuatro y media de la tarde del domingo. Realmente, nunca había hecho una carrera contra el cronómetro tan buena en toda su vida. A Pollentier, su compañero de equipo, le sacó más de minuto y medio y a Schuiten, del que se esperaba una reacción tras su discreta etapa prólogo, más de dos. Manzaneque, aunque perdió 2'12", fue cuarto y sólo se vio superado por PollentierPesarrodona, que hizo una primera parte de los 37 kilómetros muy bien, bajó su ritmo al final, debilitado por una diarrea que sufre desde el comienzo del Tour. La agradable sorpresa fue el tiempo de López Carril, aunque perdiera 3'01". Pero es un índice de su buena forma antes incluso de la montaña. El que volvió a decepcionar una vez más, fue Ocaña sólo vigésimo noveno clasificado a casi cuatro minutos de Maertens. Hasta su compañero de equipo, Viejo, hizo mejor tiempo.

En la contra reloj, la gran decepción francesa fue Bernard Thevenet. Resentido de las heridas sufridas por la caída en la etapa Angers-Caen, perdió 3'22", con respecto a Maertens; éste sin duda, ha puesto por medio una distancia que hasta bien entrada la Montaña nadie le va a quitar. Ganó la contra reloj a lo Merckx, es decir, con una holgura impresionante, a una media casi increíble, superior a los 47 kilómetros por hora. Ni Thevenet ni nadie podía lógicamen e resistirle. Su estado actual de forma es formidable y la cercanía de su país parece que le acabó de dar alas.

Sorprendentemente López Carril, duodécimo, fue el mejor español clasificado después de Manzaneque. Hizo, quince segundos menos incluso que su compañero Pesarrodona. Lo suyo fue anormal, lo mismo que hay ya que pensar que los casi cuatro minutos perdidos por Ocaña no parecen tan anormales. El de Priego ya no es nadie en la contra reloj. Sólo nos queda esperar a la montaña, pero ya no confiamos tampoco estando hombres importantes como Van Impe, por ejemplo.

Tanto Maertens como Pollentier utilizaron una multiplicación de 55, y ello significa la enorme pedalada que debieron emplear. Resulta curioso, pero, en los dos está el ejemplo de dos distintos tipos de ciclistas. Maertens, potente y con piernas enormes y Pollentier, estilizado al estilo Merckx. Ambos, desde luego, prácticos ciento por ciento.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_