Hubo culpables del fracaso español en la Westathletic

Un vaso más o menos de leche no puede ser excusa para que España perdiera la Westathletic. Pero la realidad es que nuestros atletas padecieron colitis durante la prueba, producida por el abundante líquido blanco que bebieron en la cena del jueves. Esto no es excusa, porque sólo pueda afectar a los hombres que realizan un gran esfuerzo. A los demás, no. Fallaron Blanquer, que no queria participar, Cerrada, Efrén Alonso y el equipo de relevos 4 x 400.A las seis y media del jueves, la expedición llegó a Viena. Como la salida a la localidad austríaca donde se iba a desarrollar la competición se alargaba, los atletas pidieron que se les diera de cenar. Sopa, guiso de carne y abundante leche fría compusieron el menú. Al día siguiente los que habían, abusado más de la bebida, tenían colitis, lo que lógicamente repercutió desfavorablemente en los atletas.Esto no disculpa la actuación española. Si eximimos a Cerrada, que en sus piernas tuvo que notar forzosamente la dolencia, Blanquer, Alonso y los relevos 4 x 400, tenían que haber dado el triunfo final a España.Blanquer, ya con su billete a Montreal, no quería competir. El viento le afectó además, y su nerviosismo y los pocos deseos de arriesgar, le hicieron hacer una marca, que por su categoría no le corresponde. En la serie de saltos fue a menos y al final decía: «Ya lo decía yo. No estaba en condiciones de competir. »Cerrada nunca debió ocupar la tercera plaza. Bien está que le supere el fenómeno Puttemans, pero no el suizo Ryffel, que en cuantas pruebas ha participado el español, siempre ha quedado por detrás.

En la carrera de 5.000 metros, Puttemans salió muy fuerte. Cerrada no pudo resistir la ilusión de que si le seguía haría una gran marca, por lo que el benefi ciado fue Ryffel, que no tuvo más que correr tras Cerrada para dejar le clavado en los últimos metros.En los relevos 4 x 400, un pequeño golpe de un suizo a Puertas, provocó que el testigo cayera al suelo. El español tuvo que frenar para recogerlo, momento en que quedó despegado de sus rivales. Fueron demasiados segundos perdidos para que Páez y Peris consiguieran recuperarlos.

Por último los 4,60 de Efrén Alonso en salto con pértiga, también fueron causa del tercer puesto español. Es una marca que Alonso ha rebasado con mucho esta temporada.Sólo quedó en la Westathletic la satisfacción de ver a Campos, que ganó la prueba cómodamente, sin arriesgar lo más mínimo, a Cid, que se mantuvo en una fenomenal regularidad y al equipo de relevos 4 x 100, que aun asegurando mucho los relevosen las zonas, logró la novena-mejor marca del año, 39"94.Algunos atletas españoles se han vuelto cómodos. Tras conseguir la marca mínima para asistir a los Juegos Olímpicos, su rendimiento ha bajado notablemente. Y sobre ellos pesa la advertencia de que para ira Montreal no valdrá solamente tener la mínima. Tendrán que estar además en forma.