Reunión del Partido Popular Socialista vasco

La unidad de los grupos socialistas es una de las aspiraciones adoptadas en su programa por el Partido Socialista Popular de Euzkadi (PSPE), cuyo comité ejecutivo, formado por cuarenta y dos delegados de las cuatro provincias vascas, se ha reunido este fin de semana Bilbao.Su ideario, concretado en 35 puntos, incluye una primera declaración de marxismo a la que añade la precisión de que «ser socialista significa rechazar todo dogmatismo, tanto en la doctrina, como en la estrategia y tácticas políticas».

Se proclama, asimismo republicano, «pero admitirá cualquier forma de gobierno aceptada libremente por el pueblo y que asuma la pluralidad democrática». En este capítulo de principios generales el PSPE insiste en su irrenunciable vocación democrática.

Por lo que respecta al ámbito concreto del País Vasco, se muestra decididamente partidario de un federalismo pactado -tanto a nivel del Estado, como del propio organigrama del partido- cuya primera meta debería consistir, en la actualización del Estatuto de autonomía de 1936.

El PSPE declara que se propone prestar la máxima colaboración para que se forme un «organismo coordinador democrático, que represente, a nivel del Estado español, a las fuerzas democráticas de Euzkadi», evitando que ningún partido pueda quedar excluido.

En torno a la unificación de los socialistas, señalan que ésta debe iniciarse a partir de una deseable aproximación de los grupos vascos que militan en esta disciplina.

Las líneas generales de su programa económico y social podrían resumirse en dos esquemas básicos: socialismo autogestionario, que debe iniciarse con la inmediata nacionalización de los sectores monopolísticos, y creación de un sindicato unitario y autónomo.

El Partido Socialista Popular de Euzkadi se reafirma, por último, en «la imperiosa necesidad de la amnistía y retorno de todos los exiliados, así como de las libertades democráticas y sindicales, dentro de cada contexto nacional, y condena con firmeza la continuación de la represión, agudizada y promovida, últimamente, por la extrema derecha, ante la pasividad de la política reformista».