Djokovic pide instaurar la revisión de vídeo tras el error del juez de silla en el punto de partido entre Draper y Aliassime

La jugada fue tan rápida que el juez de silla, Greg Allensworth, no vio bien la parábola que dibujó la bola. En el tercer set del encuentro, cuando Jack Draper disponía de su segundo punto de partido en los octavos de final de Cincinnati ante Felix Auger-Aliassime, el británico, un prometedor zurdo de solo 22 años al que han castigado las lesiones desde que aterrizó en la élite, decidió sacar abierto y subir a la red. El canadiense contrarrestó el servicio con un resto fantástico que complicó la volea de su rival. Draper contactó con la bola justo cuando iba a botar, pero esta dio antes en su raqueta, se fue después contra el suelo y avanzó hasta golpear en la malla y caer muerta en el campo del expupilo de Toni Nadal. Aliassime vio tan claro que su rival había pifiado la volea que no hizo siquiera el ademán de correr, pero Allensworth dio por finalizado el encuentro (7-5, 4-6, 4-6, 2h 38m). “Damas y caballeros, considero que fue un golpe válido. Juego, set y partido para Draper”, dictaminó ante la incredulidad del número 19 del mundo, que durante cuatro minutos trató de explicarle al juez de silla la jugada para que este cambiara su decisión. El supervisor entró en la pista, pero el reglamento no permite que se pueda rearbitrar con la ayuda del vídeo, y Allensworth se mantuvo en su error.

La jugada —ocurrió en la madrugada del sábado— fue tan polémica que ha abierto una suerte de debate en el mundo del tenis al que este domingo se ha unido Novak Djokovic, ganador de 24 grandes y actual número dos del ranking ATP. “Es vergonzoso que no tengamos una repetición en vídeo de este tipo de situaciones en la cancha. ¡Lo que es aún más ridículo es que no contamos con una regla que permita a los jueces de silla cambiar la decisión original basándose en la revisión del vídeo que se realiza fuera de la pista!”, ha escrito Nole en sus redes. Stefanos Tsitsipas, doble finalista de Grand Slam y número 11 del mundo, ironizó en su cuenta de X: “Creo que nunca he visto un golpe como este”.

El error no solo privó a Aliassime (24 años) de salvar el segundo punto de partido con el que contaba Draper —que en la madrugada de este domingo cayó en cuartos ante Holger Rune en dos sets—, sino que ha puesto en evidencia cómo el tenis, uno de los deportes que más se ha apoyado en la tecnología para evolucionar y mejorar el arbitraje —por ejemplo, con el ojo de halcón, el Foxtenn o el arbitraje electrónico (ELC, por sus siglas en inglés) con el que desaparecerán los jueces de línea en todas las superficies a partir de 2025—, no cuenta en su reglamento con la posibilidad de que el juez de silla gaste unos segundos en revisar en vídeo una jugada sobre la que él o uno de los jugadores alberga dudas.

“Todos los que ven la televisión ven lo que sucedió en la repetición, pero los tenistas en la pista están ‘a oscuras’, sin saber cuál va a ser el resultado. Tenemos ojo de halcón para revisar las [bolas que dan en las] líneas, ¡vivimos en el siglo XXI, tecnológicamente avanzado! Por favor, dirigentes del circuito ATP, ¡aseguraos de que esta tontería nunca vuelva a pasar!”, ha añadido en su perfil de X Djokovic, que decidió no jugar en Cincinnati y reaparecerá en el US Open.

Los cuatro minutos en los que Aliassime estuvo con Draper, el juez de silla y el supervisor al lado de la red fueron muy tensos. El canadiense describió una y otra vez a Allensworth cómo había sido la jugada mientras el público pedía a gritos que se repitiera el punto. “En serio, esto es ridículo. ¿No has visto que la pelota ha botado en su campo? Es horrible lo que acabas de hacer, ¿de verdad no has visto la bola botar en el suelo?”, insistió. El juez afirmó que no había visto que la pelota hubiera hecho la parábola que describía el canadiense: “No lo he visto, no lo he visto. La vi [a la bola] salir hacia delante”.

El expupilo de Toni Nadal también mantuvo un pequeño diálogo con Draper, que le aseguró que no se había percatado de si la bola había botado en su campo porque estaba mirando hacia él. “¡Ey! Es que no importa adonde estuvieras mirando, has jugado lo suficiente como para saber dónde dio la bola cuando la golpeaste”, le respondió Aliassime. Desesperado con la espera, el canadiense lo intentó por última vez con Allensworth.

— Te lo voy a preguntar una última vez si estás 100% seguro de que te vas a ir de aquí y de que no tienes ninguna duda, ni la más mínima duda de que fue una volea ganadora limpia. Y si me dices que sí, le daré la mano [a Draper] y el partido habrá acabado.

— Lo he dicho como lo he visto, Felix. Así es como soy, y así es como lo he visto. Si tuviera una duda, te lo diría, pero... Escúchame, podemos intentar verlo después del partido, y si estoy equivocado, te lo admitiré, pero ahora mismo no puedo verlo, y así lo vi.

Resignado, Aliassime estrechó la mano de su rival. Antes había avisado a Allensworth: “Nos vamos a ir y esto va a estar en todos los sitios, y va a ser ridículo. Esto, en serio, va a parecer ridículo”. No solo se ha convertido en la polémica del torneo por lo grosero del error, sino que ha abierto un debate sobre la necesidad de que los jueces de silla puedan revisar en vídeo las jugadas controvertidas.

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