De Bautista a Osaka, la doble historia de un volver (a ganar)

Resopla Roberto Bautista a media tarde, cuando ya ha empezado a caer el sol en Londres. Y lo celebra porque el logro (6-3, 6-1 y 6-4 a Maximiliam Marterer, en 1h 49m) bien lo merece: era más un de un año sin saborear la victoria en un gran escenario, desde que batiera en la arena de Roland Garros al chino Yibing Wu. De entonces ahora, demasiado sube y baja, diversos problemas físicos y una caída en el ranking que le ha relegado al puesto 112º; una circunstancia completamente anómala, teniendo en cuenta la calidad del tenista (36 años) y su indiscutible permanencia entre los veinte mejores del circuito durante prácticamente una década. Así que lo disfruta y enfila ahora —previo rodaje en s’Hertogenbosch (octavos), Halle (fase previa) y Mallorca (cuartos)— hacia el italiano Lorenzo Sonego; con la misma prudencia de siempre, pero de alguna forma liberado.

En paralelo, intuye por dónde pueden ir los tiros Naomi Osaka. La japonesa, exnúmero uno y ganadora de cuatro grandes, se impone a Diane Parry (6-1, 1-6 y 6-4) y se reencuentra con el triunfo en Wimbledon nada más y nada menos que seis años después; allá, tan lejos, quedaba esa muesca ante la inglesa Katie Boulter. No ganaba un partido desde la edición de 2018, tiempos deportivamente felices, e intenta subirse otra vez al tren de cabeza, especialmente ahora (113ª) que se aproximan los Juegos Olímpicos; inmejorable recuerdo para ella, la deportista que prendió el pebetero en la cita de 2021 en Tokio. “Es el único evento que recuerdo haber visto por la televisión junto a mi hermana”, comenta en la sala de conferencias.

Osaka, de 26 años, interrumpió hace dos su carrera para ser madre. Aunque entonces fuera la deportista con más ingresos del mundo, según la revista Forbes, con 47,4 millones de euros en la cartilla, ya había iniciado un declive profesional que todavía no ha logrado remediar. Su rendimiento continúa siendo discreto —primera ronda en Australia y segunda en Roland Garros—, pero al menos se lleva una alegría en el territorio que más se le resiste. Coronada en Melbourne (2019 y 2021) y también en Nueva York (2018 y 2020), sufre de alergia a la tierra batida y todavía más al césped; dos terceras rondas cuando metió la cabeza en la élite y el resto, puro secano. No pisaba la alfombra verde del grande británico desde 2019.

“Ha sido divertido, pero a la vez muy estresante”, indica. “La manera en la que quiero jugar ahora es una evolución de cómo jugaba antes. Sé que necesito los resultados para respaldarlo, pero creo que ciertos aspectos de mi juego son mejores”, prolonga en una jornada que el número uno, Jannik Sinner, ha avanzado pese a dejarse un set ante Yannick Hanfmann (6-3, 6-4, 3-6 y 6-3) y en la que la representación española ha ofrecido una doble cara: se despiden Sara Sorribes (7-5 y 6-3 con Jasmine Paolini) y Pedro Martínez (6-2, 6-1, 4-6 y 6-3 para Tommy Paul), pero progresan Carlos Alcaraz (7-6(3), 7-5 y 6-2 a Mark Lajal) y Paula Badosa (6-3 y 6-2 a Karolina Muchova).

“Era un partido engañoso, porque aunque ella venía de una lesión [casi un año en la reserva por la muñeca] es una jugadora muy talentosa, que juega diferente, más difícil aún en hierba, porque saca, volea bien y juega a pocos tiros”, expone la catalana, virtualmente la 89ª de la WTA. “Tenía que estar atenta a los primeros tiros y he sacado bien; también he estado atenta al resto y cuando ella ha subido. Todo me ha salido bien”, valora la de Begur, citada en la segunda ronda con otra checa, la joven Brenda Fruhvirtova (17 años y 88ª), y que dice haber llegado en mejores condiciones de la espalda a Londres, donde los octavos firmados en 2021 y 2022 marcan su límite.

Este martes intervendrá Novak Djokovic (contra Kopriva, hacia las 16.00, Movistar+). También lo harán seis representantes españoles: Jessica Bouzas (frente a la defensora del título, Marketa Vondrousova), Roberto Carballés (Alexander Zverev), Jaume Munar (Billy Harris), Rebeka Masarova (Liudmila Samsonova), Cristina Bucsa (Ana Bogdan) y el debutante Alejandro Moro (Jacob Fearnley).

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