Jessica Bouzas se estrena en la élite del tenis con una victoria ante Paula Badosa en Madrid

Una recién llegada, una novel en la élite, Jessica Bouzas (Vilagarcía de Arousa, Pontevedra; 21 años), se ha estrenado este miércoles en su primer partido en la categoría WTA 1000 con una victoria en la primera ronda del Mutua Madrid Open ante la exnúmero dos del mundo Paula Badosa (2-6, 6-3, 6-3, 2h 7m). La catalana, que hace casi un año se fracturó la cuarta vértebra lumbar en el Foro Itálico de Roma, sufre una lesión crónica en la espalda que ha puesto su carrera deportiva en una encrucijada. Su rival llegaba al choque desde la fase previa —venció el martes a la estadounidense Sachia Vickery por 7-6 (5) y 6-2— y tras irrumpir en el top-100 (es la 93ª) la semana pasada. Hasta ahora había ganado partidos en la categoría WTA 125 (el equivalente a los challenger en el circuito masculino), pero ante Badosa, falta de ritmo y de confianza (15 encuentros este curso —9 derrotas y 6 victorias— y en el puesto 101 del ranking), Bouzas ha dado un paso adelante en su carrera: sólida desde la línea de fondo, con una derecha valiente y un buen revés a dos manos, ha frustrado a la catalana para acceder por primera vez al segundo escalón de un WTA 1000, donde se verá las caras este jueves con la letona Jelena Ostapenko, número 10 del mundo y campeona de Roland Garros en 2017.

En el estadio Manolo Santana, la pista central, Bouzas comenzó el partido de forma fantástica: break y saque, sin mostrar grietas en su juego en su estreno en la cima. 2-0 arriba en un instante. Badosa —que jugó con un vendaje en su pierna izquierda tras sufrir una pequeña rotura en Stuttgart— reaccionó con su mejor tenis, subiendo el nivel con sus golpes cruzados y su saque para llevarse el primer set con seis juegos consecutivos. Pero la gallega, con mucho ritmo y rápida de piernas, se lo creyó: elevó su juego en la segunda y la tercera manga y le creó un mar de dudas a la catalana. “En el segundo set, con la ayuda de mi equipo, tuve esa confianza en mí misma”, ha confirmado en la rueda de prensa posterior al partido.

La seguridad de la gallega fue la que le faltó a Badosa, que se atrapó con los errores no forzados. La catalana, por momentos cabizbaja al no encontrar su tenis, concedió el segundo set con un doble break de diferencia. En el tercero, tras haber recuperado una rotura y ponerse 4-3 abajo con saque para igualar, volvió a nublarse y a ceder el juego. Bouzas ganó el partido con su servicio en blanco. En el último punto lanzó un revés ganador a la línea tras el que soltó la raqueta sobre la arcilla, apretó los puños y levantó ligeramente los brazos mientras miraba a su box con una sonrisa en la cara.

Bouzas entrena y vive en Madrid desde hace años, y ha reconocido que el Mutua es su torneo favorito: “Es mi sueño desde que era pequeña poder hacerlo bien aquí, y además en la Manolo Santana. Es un sueño cumplido”. La gallega ha elevado esta temporada su rendimiento. El 31 de marzo logró su primer WTA 125 al ganar en Antalya (Turquía), unas semanas después se metió entre las 100 mejores del mundo y hoy ha ganado su primer partido en el Madrid Open. “Me centro en ir paso a paso. Me creo que puedo estar aquí. Confío más en mí misma, en sacar mi tenis, porque he hecho un trabajo muy grande con mi equipo. Es lo que me está dando resultados, y es un poco la clave”, ha apuntado.

La siguiente estación que le toca es una campeona de Grand Slam, Ostapenko, una cañonera de 26 años que en 2018 también llegó a semifinales de Wimbledon. “Aquí en España se da muchísimo cariño al tenis. La próxima [ronda] no juego contra una española, así que si estamos apoyando, genial”, ha pedido la gallega al público del Mutua. Con la victoria ante la tenista de Begur (Girona), Bouzas mejorará su ranking: pasará del puesto 93 al 87. Será la tercera española en la clasificación, tan solo por detrás de Sara Sorribes (55) y Cristina Bucsa (75). Badosa (26 años) caerá 20 puestos, del 101 al 121.

Paula Badosa: “Cada semana hay una decepción, hoy por el nivel de tenis”

La derrota de hoy para la de Begur en Madrid, donde el año pasado llegó a cuartos y en 2021 despegó su carrera al alcanzar las semifinales tras sufrir problemas de depresión y ansiedad, es un golpe. “Estoy decepcionada. Vengo de lo que vengo, pero esperaba más. Tampoco puedo pedir mucho”, ha dicho en rueda de prensa. “Cada semana hay una decepción, hoy por el nivel de tenis”, ha añadido.

Badosa ha contado estos días la situación con la que convive desde hace casi un año. Tras la lesión crónica en la espalda que sufrió en Roma en 2023, los médicos le dijeron en marzo que sería complicado que continuara su carrera como profesional. La catalana —el año pasado solo pudo disputar 27 partidos— ha aguantado estos meses con muchas dificultades. “He ido muchos días a entrenar y he durado diez, veinte o treinta minutos, y mentalmente son palos muy duros”, reconoció ayer, cuando también explicó que es imposible que no sienta dolor, aunque al menos las inyecciones de cortisona a las que se ha sometido la han ayudado. “Hoy me ha afectado mi nivel de tenis. Físicamente, es lo que hay, pero mi nivel de tenis ha sido muy bajo”, ha reconocido. “No me gusta ver cómo estoy. Siempre he tenido expectativas muy altas, he vivido lo que es estar lo más arriba y ahora es muy difícil verme abajo. Me está costando levantarme. El nivel del tenis está, pero tengo que recuperarme bastante emocionalmente”.

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