Benzema rumia su enfado en el campo
El delantero, convencido de que Deschamps le empujó a dejar el Mundial sin razón, juega un amistoso y no se plantea ir a la final
Mientras la selección francesa digería ayer en el hotel Al Messila de Doha su pase a la final del Mundial, Karim Benzema, que salió de allí lesionado el 20 de noviembre, jugaba en Valdebebas un partido amistoso con el Real Madrid contra el Leganés. Francia procesaba el triunfo y el delantero, su enfado con Didier Deschamps, que considera que le mostró la salida sin justificación suficiente, según varias fuentes con acceso al vestuario blanco.
La tensión entre ambos nunca ha llegado a sanarse del todo. Al seleccionador francés le preguntaron después de ganar a Marruecos por las posibilidades de que el delantero, que sigue inscrito en el torneo, regresara con Francia antes de la final, y en ese instante se le cortó el chute de alegría de la noche. “Pffff”, resopló. Hizo una pausa de casi dos segundos y continuó: “Preferiría no contestarte. Vamos, siguiente pregunta”. Y antes de que llegara esa siguiente cuestión, retomó la palabra: “Disculpa”. Y ahí se quedó.
Benzema llegó a Qatar arrastrando las molestias musculares que le impidieron un comienzo de temporada limpio con el Real Madrid. En las dos primeras sesiones de entrenamiento con Francia, el delantero trabajó al margen, pero el tercer día el cuerpo técnico decidió sumarlo al grupo. Y a los pocos minutos, cuando terminó la parte abierta a los medios, tuvo que retirarse con un pinchazo en el muslo izquierdo. Poco antes de medianoche, la federación emitió el comunicado que le sentenciaba: “Tocado en el cuádriceps del muslo izquierdo, Karim Benzema se ve obligado a renunciar a participar en la Copa del Mundo”. Él no estaba de acuerdo, pero cuando recibió la visita de Deschamps en su habitación comprendió que preferían seguir sin él. No te veo, le dijo.
Pocas horas después, a las 8.00 del 20 de noviembre, el día del partido inaugural, despegaba del aeropuerto de Doha un vuelo regular de Qatar Airways con el delantero a bordo. No quiso esperar a conseguir un avión privado ese mediodía. Tampoco a despedirse de sus compañeros.
Al llegar a Madrid, acudió tres días a tratarse a la ciudad deportiva en Valdebebas, y se fue de vacaciones a Reunión, una isla francesa en el Índico 3.200 kilómetros al sur de Qatar.
Regresó a entrenarse en la ciudad deportiva el sábado pasado, todavía con resquemor con Deschamps y convencido de que la federación no había manejado de manera adecuada su recuperación, sino que se precipitaron en el tipo de trabajo que le programaron.
Los últimos días en Madrid se ha ejercitado con futbolistas que no han participado en el Mundial y que venían de dos semanas de vacaciones, con lo que el tono físico general había descendido. Dentro de ese plan conjunto para recuperar la forma previa al parón por el torneo en Qatar, el Madrid disputó ayer un amistoso en Valdebebas de dos tiempos de 30 minutos, en el que Benzema jugó solo la primera parte, con el brazalete de capitán. El entrenamiento terminó 1-1, con goles de Kroos y Undabarrena, a tres días de la final en Doha, a la que, según fuentes de Valdebebas, el delantero no se plantea acudir.
El desencuentro en Qatar es el último capítulo de la tensa relación entre Deschamps y Benzema desde que la federación lo apartó del combinado nacional después del caso del chantaje sexual a Valbuena en el que el juez le señaló como cómplice. Tras seis años apartado, en los que se perdió la Eurocopa de 2016 y el Mundial de 2018, la federación lo recuperó para la Eurocopa de 2021, después de una ronda de consultas con algunos de los futbolistas de más peso, como Mbappé, que dieron su visto bueno. En Doha, se volvió a romper la cuerda entre Benzema y Deschamps, que siempre prefirió jugar con Giroud de nueve.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter especial sobre el Mundial de Qatar
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.