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El atropello mortal de un adolescente en Montpellier trunca la celebración del Francia - Marruecos

La policía ha detenido en París a 145 personas, entre ellos una cuarentena de ultraderechistas; en el resto del país hubo un centenar de arrestos más

Celebración por la victoria de Francia frente a Marruecos, el miércoles en París. Foto: AURELIEN MORISSARD (AP)
Marc Bassets

La noche de celebración por la victoria de Francia sobre Marruecos en la semifinal del Mundial, con banderas francesas y marroquíes mezclándose fraternalmente en las calles francesas, terminó con tragedia. Un adolescente de 14 años fue atropellado mortalmente en la ciudad de Montpellier por un coche que se dio a la fuga. En París, la policía detuvo a 40 personas próximas de la ultraderecha que se dirigían a los Campos Elíseos para provocar altercados, informaron fuentes policiales citadas por la agencia France Presse.

El joven muerto en Montpellier, en el sur de Francia, fue “violentamente percutido” por un vehículo y murió poco después de ser ingresado en el hospital, según un comunicado del prefecto del departamento (provincia) de Hérault. Los hechos ocurrieron en el barrio popular de la Paillade. El conductor, tras atropellar a la víctima, huyó y abandonó el vehículo cerca del lugar. Está en paradero desconocido y la fiscalía lo está investigando.

La víctima de llama Aymen –su apellido no se ha divulgado– y es de origen marroquí, según el diario Midi Libre. Sus padres son comerciantes. El mismo medio afirma que las cámaras de videovigilancia han permitido identificar al propietario del vehículo.

La familia, tras recibir la visita del alcalde de Montpellier, Michaël Delafosse, declaró en un comunicado: “Apelamos a la calma y expresamos nuestra confianza en las instituciones de la República, policía y justicia, para que el autor de los hechos sea detenido y juzgado”.

En un vídeo que circula en las redes sociales y que supuestamente registra los hechos, se ve primero a varios automóviles en la calzada, avanzando lentamente o parados. Un grupo de jóvenes se acerca y arranca la bandera francesa que se agita en la ventana de uno de los automóviles. El vehículo da media vuelta con volantazo brusco y acelera, y se ve a un muchacho que queda extendido en el suelo.

La agresión truncó una celebración que, nada más terminar el partido en Qatar, había estallado en París y otras ciudades. Lo llamativo era ver las banderas de ambas aficiones mezcladas en estas celebraciones, y en un ambiente festivo. Es el reflejo de un país en el que conviven identidades mezcladas, y donde los inmigrantes o hijos y nietos de inmigrantes marroquíes apoyaban a Marruecos, pero se alegran también del éxito futbolístico de les bleus.

En Francia es habitual que cualquier concentración humana, sea una manifestación política o deportiva, termine con incidentes, que pequeños grupos aprovechen para causar altercados. Esta vez las fuerzas del orden se habían preparado con el despliegue de 10.000 agentes en todo el país. En París y su región 115 personas fueron detenidas, informa la cadena BFM-TV. La semana anterior, tras la clasificación de Marruecos para las semifinales, habían sido 108. De acuerdo con las últimas cifras de las autoridades, en la capital hubo 145 arrestados, entre ellos un grupo de una cuarentena de ultraderechistas que fueron identificados en el distrito XVII con objetos como puños americanos que hacían pensar que su intención era provocar violencia. En el resto del país se contabilizó otro centenar de detenciones. Entre ellos, ocho supuestos miembros de la ultraderecha en Lyon, donde se produjeron incidentes en la plaza Bellecour, en el centro.

Entre los detenidos en la noche del miércoles al jueves, figuran decenas de ultraderechistas, algunos “con armas prohibidas”, según France Presse. “Claramente, querían ir a los Campos Elíseos para llegar a las manos”, dijo una fuente policial. En Lyon también hubo incidentes en el centro de la ciudad. El diario local Le Progrès informa de que dos presuntos miembros de un grupo de extrema derecha fueron detenidos armados con palos.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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