Ivan Perisic, 123 veces internacional con Croacia, tres de ellas en voley playa

Entre montañas picudas y el Adriático se levanta Omis, una pequeña e intrincada villa pródiga en fortalezas, pasadizos subterráneos y con pasado como puerto pirata en la costa dálmata, a media hora en coche de Split. “El mejor sitio del mundo”, presume Ivan Perisic, que se hizo tatuar en un gemelo la iglesia del Arcángel San Miguel para llevar siempre consigo su origen. Indomable como los corsarios que se guarecían en su villa natal, Perisic es uno de esos deportistas que alcanza su máximo fulgor en las grandes oportunidades. Su gol a Japón abrió el camino de los cuartos para Croacia y retrata al jugador del Tottenham como el único futbolista, junto a Cristiano Ronaldo, que ha marcado en todos los Mundiales y Eurocopas disputados desde 2014 (Messi también lo logró si se considera la Copa América). En total, el croata acumula 10 goles y siete asistencias en 24 partidos de grandes torneos.

Perisic, de 33 años, le marcó a Francia el gol que igualaba la última final en Rusia; antes lo había hecho en la semifinal contra Inglaterra en un Mundial que acabó como el jugador que más corrió en el campeonato (72,5 kilómetros). Perisic, que suma 120 internacionalidades y otras tres con el equipo nacional de voley playa, es el único futbolista presente en Qatar que ha defendido la camiseta de su país en dos disciplinas deportivas.

En el verano de 2017 jugó para Croacia en un torneo del World Tour de voley playa, su otra gran pasión. “Juego desde los nueve años. Me apasiona”, confiesa. Con su compatriota Niksa Dell’Orco formó equipo en Porec, no lejos de su casa. Perdieron los tres partidos, contra dos parejas norteamericanas y una brasileña que lideraba el ranking mundial. “Es un gran deportista y la gran diferencia ha sido su falta de experiencia en nuestro deporte, pero ha demostrado una gran habilidad”, valoró su rival Álvaro Fliho, una de las referencias en la modalidad. Perisic, que logró el permiso del Inter para competir, donó todas sus ganancias a la federación croata para que promocionase el voley playa. No fue su único escarceo polideportivo: también practica el kickboxing.

Pero su trabajo es el fútbol. Así lo sintió cuando con 17 años tuvo que hacer las maletas e irse a Francia. “No sé muy bien qué pintaba allí, pero al menos aprendí el idioma”, valoró tiempo después. Perisic crecía en el vivero del Hajduk Split, se había mostrado a nivel internacional y ya alternaba con el primer equipo, donde Zoran Vulic, técnico y exjugador del Mallorca, quería darle carrete. Pero una lucrativa oferta del cuadro galo lo llevó al exilio. La familia pasaba apuros económicos porque el negocio paterno, una granja avícola, estaba a punto de echar el cierre. A instancias de su padre, Perisic se fue a Francia con su madre y su hermana, el padre se quedó con los pollos, la familia se fracturó tras un divorcio y donde antes había una granja ahora luce una casa de turismo rural.

Al menos la apuesta por el fútbol salió bien. No en Sochaux, donde Perisic no logró asentarse en el primer equipo, pero sí a través de un periplo que comenzó en la Liga belga. Desde el Brujas llegó a la selección en febrero de 2011 y poco después a la Bundesliga, donde litigó con Jürgen Klopp en el Borussia Dortmund. Con todo, el pasado mes de febrero, antes del cruce entre Liverpool e Inter en la Liga de Campeones, el técnico alemán mostró su admiración por él. “Perisic es su jugador más peligroso que tendremos enfrente. Lo conozco bien”. Ahora el propio futbolista asume que se equivocó con Klopp: “Fue él quien me trajo al fútbol moderno. Yo no sabía que el juego era bidireccional. Al final lo único que le pedía era ser titular y buscamos una salida”. Wolfsburgo, Inter, Bayern y ahora Tottenham avalan una carrera sólida que se engrandece aún más cuando se pone la camiseta ajedrezada de su país.

Solo Luka Modric y Darijo Srna han sido más veces internacionales con Croacia que Perisic, que si se alinea contra Brasil el próximo viernes sumará 121 presencias a sus tres internacionalidades en voley playa. Y ahí ni el mismísimo Modric lo iguala.

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