Una caída de Pecco Bagnaia en la ‘sprint’ deja el Mundial a punto de caramelo para Jorge Martín
El italiano pierde el control de su Ducati cuando rodaba segundo en el GP de Malasia, a rueda del madrileño, que podría proclamarse campeón este domingo
Jorge Martín roza con las yemas de sus dedos el trofeo de campeón del mundo de MotoGP. Lo hace tras ganar la carrera al sprint de este sábado por delante de Marc Márquez y después de que su rival por el título, Pecco Bagania, se cayera cuando rodaba justo a su rueda en la segunda posición. Son 29 puntos los que separan ahora a los dos contrincantes por el título, que tiene un poco más cerca el piloto madrileño. Martín necesitaría sacarle al italiano nueve puntos más para proclamarse ya campeón este domingo. Al Mundial le faltaría una carrera para echar el telón, cita que estaba prevista en el circuito Ricardo Tormo, en Cheste, y que se canceló este viernes como consecuencia de los efectos de la dana que ha asolado la provincia de Valencia. Para allí irá el dinero del bono que Martín percibe de su equipo por apuntarse la victoria, una ayuda que vehiculará a través de la iniciativa solidaria del equipo Aspar.
Martín y Bagnaia, los dos protagonistas del duelo infinito por el título de MotoGP, llevaban semanas repitiéndose a sí mismos y al resto del mundo que un error podría resultar definitivo. Ambos esperaban, en su fuero interno, que el resbalón llegara del enemigo. Y llegó. La victoria del candidato español en la sprint de Malasia, su séptima del curso, le permitió distanciarse más de su gran rival y defensor de la corona, que se dejó casi todas sus opciones al campeonato en la novena curva del circuito de Sepang.
En la tercera vuelta, Bagnaia besó el suelo sobre el reasfaltado puñetero del trazado y protagonizó el que puede ser el último golpe de teatro en el Mundial. “He entrado más cerrado y ahí hay un bache y he perdido la moto de delante. Jorge ha sido más inteligente en la salida, me ha bloqueado el interior y cuando quise adelantarle no he podido”, comentó el número uno. Aunque no será fácil, una victoria de Martín y un tercero del italiano este domingo ya coronarían campeón al piloto de San Sebastián de los Reyes. Necesita esos nueve puntos más para cumplir el sueño de su vida antes de llegar a la última cita del curso, todavía por definirse la fecha y el lugar después de la cancelación del GP de la Comunitat Valenciana. Aquí en Malasia, en 2018, ya levantó el título de Moto3.
“Hemos conseguido mucho, pero a la vez nada. Hay que mantener los pies en el suelo. El planteamiento es el mismo, seguir sumando”, apuntaba Martín, para nada eufórico y todavía muy centrado en rematar la faena sin hacer sumas y restas. “He tenido un poco de nervios con el tema de las matemáticas, pero yo sé correr a mi manera. Necesito un punto de concentración, hacer lo que se me da bien, tirar fuerte e intentar pelear por la victoria. Habrá que ver las cartas de Pecco este domingo”, agregó.
Martín, más maduro que nunca encima de la moto, supo mantener la calma y responder cuando más importaba al órdago de Bagnaia. El tricampeón turinés le había quitado la pole position reventando el cronómetro, y deslizando que sabía cómo eso podía afectar a la psicología del madrileño. “Sabía cómo puede incidir en su cabeza el verse superado después de haber dado el máximo”, apuntó el italiano después de la clasificación. Sin embargo, la presión y el peso del certamen pudo finalmente con el número uno, incapaz de superar a su rival en los compases iniciales de la prueba corta, a pesar de haberse mostrado muy agresivo. Su octava caída del año relata a la perfección dónde ha perdido fuelle en la batalla por el título: el español solo ha fallado en tres ocasiones en 37 carreras disputadas. “Voy a darlo todo, pero ahora es Jorge el único que puede perderlo”, afirmaba el defensor de la corona.
A pesar de que chispeó y amenazó la lluvia a cinco minutos del arranque, y de que los comisarios sacaron la bandera blanca para permitir los cambios de moto, Martín salió disparado e impuso su explosividad para ponerse al frente del grupo. Sacó los codos a Bagnaia en la primera curva y ya no miró hacia atrás, imponiendo un ritmo demoledor y meritorio para desgastar a su más inmediato perseguidor. Tras la caída de este, supo contener el aliento y mantener la primera plaza a pesar de la amenaza de Marc Márquez, experto en pescar en río revuelto y segundo en una prueba donde Enea Bastianini completó el podio.
“Ha sido una carrera difícil. Vi que, con el ritmo de récord, Pecco y Marc estaban muy cerca, pero la caída de Pecco hizo que pudiera regular y tuviera que mantener la cabeza fría. No fue nada fácil, he tenido que tirar de la mente y controlar la situación”, relataba Martín, el rostro serio. “Mi recuerdo hoy es para los vecinos de Valencia, no hay nada que celebrar”, apostilló, juntando las manos a modo de plegaria y mirando hacia el cielo. No se descorchó el prosecco en Sepang.
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