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Bagnaia aprieta la lucha por el título con un triunfo quirúrgico en el GP de Tailandia

El campeón del mundo se impone con pundonor bajo la lluvia en Buriram por delante de un Jorge Martín que se repone de sus errores para minimizar daños

Pecco Bagnaia celebra la victoria en el GP de Tailandia.
Pecco Bagnaia celebra la victoria en el GP de Tailandia.Athit Perawongmetha (REUTERS)

En Buriram, la ciudad de la felicidad en Tailandia, sonrió más que nadie un Pecco Bagnaia capaz de prolongar su defensa del título ante Jorge Martín con una victoria quirúrgica. Mientras el resto de pilotos batallaban contra el asfalto resbaladizo bajo la lluvia, cometiendo errores a punta pala, él trazó su línea y apenas pestañeó para imponerse por delante del líder del certamen y el novato Pedro Acosta (GasGas). El magistral triunfo del buque insignia de Ducati limó una vez más su desventaja en el duelo infinito por el título de 22 a 17 puntos, con el español minimizando daños en una segunda posición que es todo lo que necesita de aquí en adelante para llevarse la tostada.

La furiosa celebración del italiano, sin embargo, reflejó el nuevo golpe moral propinado por el vigente campeón del mundo, que se mostró impávido ante la presión montante y vio cómo su rival cometía varios fallos de bulto antes de conformarse con minimizar daños. A pesar de que Martín firmó una mejor salida para colocarse primero desde la tercera plaza en parrilla y luego sacó codos para mantener a raya a Bagnaia en los compases iniciales, el madrileño del Pramac tiró tan fuerte que se pasó de frenada y abrió la puerta al turinés y a un Marc Márquez con ganas de pescar en río revuelto.

Un susto en la cuarta vuelta precedió a la salida de pista en la tercera curva del trazado en el siguiente giro. Aunque intentó reengancharse a la cabeza de carrera, Martín terminó por conformarse justo después del ecuador de la prueba. Varios sobresaltos durante su persecución y una salvada por los pelos cuando Márquez caía por delante suyo en la vuelta 14 fueron suficientes para liquidar sus ilusiones de remontada. “Cuando Marc cayó, vi que era imposible alcanzar a Pecco y he preferido consolidar la segunda plaza. Estoy seguro de que Ganesh me ha ayudado este fin de semana”, comentó con guiño a la afición tailandesa que le ha respaldado notablemente estos días, reconociendo también cuán al límite pilotó este domingo, casi un milagro haber salvado la caída.

El catalán de Gresini echó el resto e intentó hasta en dos ocasiones el adelantamiento sobre Bagnaia, primero en el noveno giro y luego en el decimotercero, ambos en la última curva del trazado. El campeón reinante respondió con pundonor y nervios de acero, sin ceder un solo centímetro contra un rival que no se jugaba nada más que la victoria. Una vuelta después, persiguiendo la cuarta victoria del curso, Márquez se cayó en la segunda curva del trazado. El trompazo del 93 permitió a su próximo compañero de equipo respirar tranquilo, con un cojín de un par de segundos sobre el líder del certamen, una situación ideal para navegar con tacto el tramo final de la prueba y celebrar un triunfo balsámico después de encadenar varios reveses seguidos en la lucha por el título.

“Estoy súper contento, y se lo dedico a los míos. Quiero darle las gracias a mi equipo, porque el paso que hemos dado hoy hubiera sido imposible sin su ayuda. A nivel mental, esta victoria era muy importante para cualquiera de los dos”, apuntó el número uno, que acumula nueve triunfos en la presente campaña, pero que nunca había ganado con el asfalto mojado. El máximo responsable de Ducati se mostró muy satisfecho por el rendimiento demostrado por el puntal de la fábrica. “Este es el carácter de un auténtico campeón, y estas son las carreras que debemos hacer hasta el final para poder luchar por el título” apuntaba Gigi Dall’Igna desde el parque cerrado.

Por si no hubiera ingredientes suficientes en la lucha de tú a tú por el campeonato, la lluvia añadió más picante al asunto en una carrera con 11 caídas. Bagnaia cumplió y Martín, en el fondo, también. Al español le basta terminar justo por detrás de su rival lo que resta de curso para ser campeón, si bien no quiere pensar en matemáticas todavía. Los datos, a pesar del mordisco desu perseguidor en la tabla, dicen que el piloto madrileño de 26 años tendrá bola de partido en el GP de Malasia. Para ello necesitaría un fallo garrafal impropio, y más a estas alturas del campeonato, del tricampeón italiano. Si el guion se mantiene en las dos pruebas restantes, todo apunta a que la resolución del título llegará hasta la línea de meta del domingo en el GP de Valencia, de aquí a tres semanas.

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