España sigue funcionando en equipo en los Juegos

La delegación española en los Juegos de París no cumplió las expectativas que había generado el presidente del COE, Alejandro Blanco, de que se superarían las 22 medallas de Barcelona 92, pero nadie puede decir que el clásico caladero de los deportes de equipo no haya salido airoso: cuatro metales con los oros de la selección masculina de fútbol y la femenina de waterpolo, la plata del baloncesto 3x3 femenino y el bronce de los Hispanos del balonmano. Esto significa que el 22% de las preseas se lograron en esta parcela, el porcentaje más grande desde la cita doméstica de hace tres décadas. En los cónclaves anteriores, en Tokio se apuntaron tres de las 17; en Río, dos de las también 17; y en Londres, tres de las 20.

La recolección parisina confirmó la capacidad de los atletas españoles para seguir produciendo en este sector al margen del pedigrí de las disciplinas. Lo hicieron en modalidades tradicionales, y en otras tan exóticas como el 3x3. Vega Gimeno, Sandra Ygueravide, Juana Camilión y Gracia Alonso de Armiño culminaron, por imprevista, una de las grandes historias de la expedición nacional en una modalidad que para España comenzó en 2010. Hace una semana, en la Concorde, se cargaron a Estados Unidos y solo cayeron con Alemania. Durante el año son jugadoras del baloncesto rutinario de 5x5, y en verano y de forma puntual se reúnen con el acicate emocional de unos Juegos.

La habitual productividad de España en este apartado colectivo sirve también para dibujar su perfil deportivo. Su espíritu gremial y fortaleza táctica, desarrollada en algunos casos para compensar el déficit físico respecto a algunos países, han sido los argumentos más frecuentes para explicar su desarrollo en estas disciplinas. Ser una potencia olímpica no implica necesariamente cosechar éxitos en deportes de equipo. Un vistazo superficial al medallero lo deja claro: China, la número dos con 91 metales, solo se ha llevado la plata del hockey hierba femenino; Japón, la tres del ranking, se ha ido de vacío pese a las 45 totales; y Australia (4ª), apenas dos de 53.

Dos oros tras 28 años

La cifra de equipos clasificados ya anunció la buena salud de este departamento: consiguieron el billete 11 de los 16 posibles. Tampoco hubo grandes sorpresas en los ausentes: las dos selecciones del deprimido voleibol, el rugby 7 y el masculino del 3x3. Más de un tercio acabó con una medalla al pecho, aunque en este caso no supone una cifra récord desde el cambio de agujas de Barcelona. En otras citas, la eficacia ha sido todavía mayor: en Pekín 2008 presentó seis equipos y la mitad acabó en el podio, y en Atlanta, tres de los cinco.

Pese a la conocida buena salud de los deportes colectivos en la cosecha olímpica había un agujero que se prolongaba desde Atlanta 96: faltaba un oro. El último había sido el del waterpolo masculino. Desde entonces, ocho platas. Y ese punto quedó resuelto en París con los títulos de la selección masculina de fútbol y la femenina de waterpolo.

Los Hispanos no perdonan el bronce

Al peso a granel de los resultados, a España solo le ha fallado la selección femenina de fútbol, cuarta en Francia. Sufrió en cuartos con Colombia, se rompió atrás en semifinales con Brasil y, en busca del consuelo del bronce ante Alemania, sufrió su gran drama con el penalti fallado por Alexia Putellas en el minuto 98. Por sensaciones, sin embargo, ningún conjunto ha decepcionado más que las Guerreras del balonmano, derrotadas en los cinco partidos y, sobre todo, superadas por la carga ambiental del torneo. Del baloncesto masculino, eliminado en primera ronda por diferencia de puntos, tampoco se esperaban grandes avances a la vista de sus mimbres.

La fiabilidad de los deportes de equipo marcó distancias, por ejemplo, con los de lucha. El yudo solo ganó uno de sus cinco combates por el bronce (Fran Garrigós) y el taekwondo, ninguno de los dos. Por ahí se le escaparon a España algunas medallas con las que contaba (calculó dos en yudo y en el taekwondo presentó a dos números dos del ranking: Adriana Cerezo y Adrián Vicente). La orilla opuesta a esta grieta la volvieron a representar los Hispanos, tan frustrados en las semifinales como eficaces en la pelea por el tercer puesto. Cinco encuentros de consolación y pleno de triunfos. El de París, además, fue el más complicado de gestionar de los últimos tiempos por el golpe mental que supuso caer en semifinales con la accesible Alemania. Con ellos se cerró en cuatro la producción de metales.

Medallas por equipos en cada Juego

París 2024. Cuatro de 18 medallas (22%) en 11 deportes (36%).

Tokio 2020. Tres de 17 (17%)en nueve disciplinas (33%).

Río 2026. Dos de 17 (12%) en nueve modalidades (22%).

Londres 2012. Tres de 20 (15%) en siete deportes (42%).

Pekín 2008. Tres de 19 (15%) en seis disciplinas (50%).

Atenas 2004. Cero de 20 en siete modalidades.

Sídney 2000. Dos de 11 (18%) en siete deportes (28%).

Atlanta 96. Tres de 17 (17%) en cinco disciplinas (60%).

Barcelona 92. Dos de 22 (9%) en 10 modalidades (20%).

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