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EL DIARIO DE UN EXOLÍMPICO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

De familia perfecta a familia de verdad

Lo peor es que no haya elementos de control y ayuda para evitar casos como el de Marta Xargay

Lucas Mondelo
El exentrenador de la selección femenina de baloncesto durante el partido de cuartos de final contra Francia en los Juegos de Tokio.SERGIO PEREZ (Reuters)

Andaba yo haciendo las maletas para irme de vacaciones una vez que los Juegos ya han puesto el cartel Nos vemos en París cuando me encuentro con que el mundillo del baloncesto anda bastante revuelto en su vertiente femenina. Acostumbrados a que casi siempre nos han dado buenas noticias, la sucesión de acontecimientos espinosos ha sido muy llamativa y ha traído la polémica a un aparente remanso de paz y armonía. Por si a alguno le pilla esto de primera, resumamos. España pierde los cuartos de final ante Francia. Pocas horas después de que Lucas Mondelo, su entrenador, agradeciese a la Federación su apoyo, es destituido “ante la no consecución de los objetivos deportivos”. Y ahora se hacen públicas unas declaraciones de Marta Xargay, una de las grandes, donde carga contra Mondelo y le acusa de cosas muy feas. En el artículo de EL PAÍS, se informa de que la entrevista es del día de su retirada, 15 de julio, y que Marta solicitó su postergación hasta el final de los Juegos después de hablar con Jorge Garbajosa, presidente de la Federación. Horas después, la Federación emite un comunicado en el que muestra su apoyo incondicional a Xargay y viene a decir que si hubiesen sabido que pasaba algo, lo hubiesen cortado de raíz.

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No hace falta ser un lince para pensar que toda esta narrativa cojea un poco y da pie a que surjan sospechas de que todo no está contado y algo de lo contado puede que no sea del todo cierto. Allá cada uno con su conciencia. Pero de todo lo dicho hasta ahora, lo incuestionable es que Marta Xargay, estrella de nuestro deporte, con medallas para dar y regalar, se retiró prematura y sorprendentemente no por hastío, sino por incapacidad de seguir adelante debido a unos hechos que vuelven a poner en evidencia la importancia del temazo de estos juegos, la salud mental. En este caso, además, Marta apuntó al causante de sus problemas con nombre y apellido, Lucas Mondelo (falta saber la opinión de Lucas, que hasta ahora se mantiene en silencio). Una persona, Mondelo, que ya había sido puesto en solfa por Anna Cruz, otra clásica. Para añadir un poco más de tristeza a la historia, el sufrimiento de Marta fue en silencio, pues al parecer nadie vio nada, oyó nada, supo nada e hizo nada. Esto puede ser lo peor de todo, que no hayan existido elementos de control, detección y ayuda para enfrentarse a una problemática que arruinó el final de la carrera de Xargay. Bueno, peor sería que habiéndose detectado, no se haya actuado por las razones que sean. Pero eso sólo lo saben los involucrados.

Una última cosa. Vivimos tiempos donde se ha extendido hasta extremos cercanos a lo absurdo la necesidad de crear un concepto, apodo o hashtag alrededor de un equipo. Que si los hispanos, las guerreras, las sirenas, las redsticks… El baloncesto eligió La Familia, pues eran mucho más que un equipo. Dadas las actuales tendencias marquetinianas, esta asociación no era con una familia normal sino con una perfecta. Esa en la que todos sus miembros son maravillosos, se quieren y llevan fenomenal, donde no existen los grandes conflictos, donde reina la armonía y el buen rollo pase lo que pase, donde están todos para uno y uno para todos. Genial. Pero, ¿qué ocurre? Pues que las familias perfectas no existen. Ni de lejos. Y claro, cuando uno se empeña en trasladar esa imagen impoluta y amorosa, y llegan hechos que ponen en duda el paraíso, pues la sorpresa es mayor. Y no debería. Simplemente ahora es una familia no de redes sociales, sino de verdad.

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