Marcus Sorg, segundo de Flick en el Barça, antes del clásico ante el Real Madrid: “Lamine siempre está motivado”
El técnico azulgrana habla en rueda de prensa como consecuencia de la suspensión del primer entrenador: “Hansi es la parte más importante del equipo”


Hansi Flick se refugió en el silencio. Es la segunda vez que lo hace; la primera, en la que su presencia pública se antojaba crucial en la previa del primer clásico de la temporada. “Hansi no se esconde, al contrario”, remarcan en la Ciudad Deportiva del Barcelona. Según las mismas fuentes, el técnico alemán no busca trasladar un mensaje de enfado al club —hay quien asegura en Sant Joan Despí que está frunciendo el ceño más de lo habitual—, tampoco con el colectivo arbitral después de ser expulsado frente al Girona por protestar. Sí entiende Flick, en cualquier caso, que en la Champions los colegiados son más comunicativos. El faltazo de Flick en la sala de prensa antes de visitar el Santiago Bernabéu era una decisión personal: “Quería darle protagonismo a su mano derecha”. Su mano derecha es Marcus Sorg.
“Es un honor estar en el banquillo mañana; es una ocasión especial. Esperamos un partido muy difícil. Hay que demostrar nuestros puntos fuertes, como la presión alta”, se arrancó Marcus Sorg, ingeniero de puentes y caminos, compañero de viaje de Flick desde que coincidieron en la selección alemana. El curso pasado, cuando fue sancionado frente al Betis, Flick sí hizo las previas de los partidos frente a Leganés y Atlético de Madrid. “Si no está Hansi, se le echa de menos; es la parte más importante del equipo. Es una desventaja, pero pasa como con los jugadores. Hay que dar el cien por cien y gestionar esta situación de la mejor manera”, insistió el segundo entrenador del Barcelona.
Su rueda de prensa fue calcada a cómo lo definen los medios alemanes: “Un entrenador tranquilo, reflexivo y con alta inteligencia emocional”. Pasó de puntillas por cada pregunta, incluso en las más puntiagudas, como la de Lamine Yamal, señalado por el vestuario del Madrid después de que el azulgrana no se refugiara en la diplomacia antes del Clásico. “Roban, se quejan”, soltó Lamine, entre risas, sobre el Real Madrid junto a Ibai Llanos en la Kings. “La última vez que he ido al Bernabéu... ¿cuánto? 0-4”, prosiguió el 10 azulgrana. Y ya con más ganas de titulares, cuando Llanos le preguntó si iban a repetir el resultado, respondió: “No, yo no he dicho eso, pero puede ser”.
Las palabras de Lamine molestaron, según el Real Madrid, en el vestuario de Chamartín. Molestaron tanto que, hasta Carvajal, capitán del Madrid y compañero de selección de Lamine, ha decidido hablar con él tras el clásico. “Todos conocen ya al personaje. Alguno, y de peso en el vestuario, dijo una cosa que me llamó la atención por su acierto: ‘Es un 10 como jugador y un 0 como deportista’. La traducción que se hace de su actuación con Ibai es que fue la de un chico ‘muy mal educado’, con un ego desorbitado y ‘sin el menor respeto’ por sus compañeros de profesión”, comentaron a este periódico fuentes de Valdebebas.
En el Barcelona no sorprendió el ataque del Madrid. Lo entienden como una pataleta de Florentino Pérez tras el acercamiento de Joan Laporta a Aleksander Čeferin, presidente de la UEFA; por lo tanto, un distanciamiento al proyecto de la Superliga. La presa mediática del Madrid, según las mismas fuentes de los despachos del Camp Nou, fue Lamine Yamal y su señalamiento público. “Me da igual lo que digan”, dice Yamal. “Lamine siempre está motivado”, remató Marcus Sorg.
Ajenos al ruido, Lamine y Flick —en este caso Sorg— solo tienen la mirada en el campo: “Tienen una muy buena transición, como el año pasado. El mayor reto es hacer frente a la primera línea; todos presionan”. Y Sorg no quiere ni pensar en el 0-4 del curso pasado: “Hasta la media parte íbamos 0-0, tuvimos buena transición... hay que evitar perder el balón. Hay que ir con cuidado. Con buena presión, en bloque y posesión... si lo hacemos, podremos llevarnos la victoria”.
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