Ir al contenido
_
_
_
_
Atlético ATM
Rayo RAY
Movistar LaLiga

De Frutos, el orgullo de un internacional salido de la España vaciada: “En mi pueblo solo éramos cinco niños para jugar al fútbol”

El extremo del Rayo Vallecano relata su progresión desde niño en Navares de Enmedio (92 habitantes) antes de visitar este miércoles al Atlético

De Frutos
Ladislao J. Moñino

“Estoy muy orgullosos de representar a Navares de Enmedio y a Segovia”, proclama Jorge de Frutos al otro lado del teléfono. Su caso es insólito, su pueblo solo tiene 92 habitantes y de ahí ha salido el último internacional absoluto de España. De Frutos (28 años) es uno de los jugadores que más ha impactado en el inicio del curso y Luis De la Fuente no lo ha pasado por alto. Esta noche (21.30, Movistar LaLiga), en el Metropolitano, la defensa del Atlético tendrá que vérselas con su velocidad.

Pregunta. Es un internacional salido de la España vaciada.

Respuesta. Es algo difícil, sale uno entre miles y yo he tenido la suerte de salir uno entre casi cien. He tenido trabajo y constancia y me ha tocado a mi. En el pueblo solo éramos cinco niños para jugar, mi hermano, yo y otros tres hermanos de otra familia. En verano o los fines de semana venía gente de Madrid y ya nos daba para hacer un equipo de cinco para el fútbol sala y jugar los torneos que se organizaban.

P. ¿Y los días de diario?

R. Jugábamos un tres para dos a una portería, un dos para dos si faltaba alguno...

P. Sus padres regentan el bar del pueblo, ¿le tocó trabajar?

R. Mi hermano mayor se comió más marrones. Yo soy tímido y estaba más en la cocina ayudando a mi madre a preparar los pinchos. Alguna vez, pocas, me tocó detrás de la barra.

P. Una escuela de vida.

R. Sí, yo jugaba con los más mayores, al chinchón, a las siete y media o al dominó. Me gustaba escucharles, también a mi abuela, porque habían vivido etapas difíciles. Mis padres me inculcaron el trabajo y el respeto a los mayores.

P. ¿Qué fue lo más difícil para llegar a la élite?

R. Solo había jugado al futbol sala, hasta los 14 años no me pude apuntar al Sepúlveda, que tenia equipo de fútbol 11. Luego fui al Cantalejo y después hice una prueba con el Rayo Majadahonda. El entrenador del primer equipo era Antonio Iriondo y también se ocupaba de la cantera. Yo tenía mucha velocidad y conducción, pero los automatismos básicos y conceptos como los tipos de control o la colocación no los tenía porque no lo había hecho nunca. Me subieron el segundo año al primer equipo y fue todo aprendizaje. No jugué mucho, cuatro ratos y algún partido de titular, contra el Gernika (0-1) y marqué.

P. ¿Cómo le pulió Iriondo?

R. Me decía que tuviera pausa con el balón. Yo hacía todo muy rápido, pero cuando llegaba al área seguía haciendo todo muy deprisa y las tiraba fuera, fallaba el ultimo pase… Me decía: “Cuando llegues al área relájate”. En el vestuario nos hacía una especie de yoga y nos ponía música clásica para que fuéramos encontrando los tiempos. Nos ponía un compositor francés, no me acuerdo del nombre, y teníamos que buscar los silencios de la música. Con eso aprendí a tener la pausa. Con el tiempo me enteré de que, aunque decía que era para todo el equipo, en realidad lo hacía por mí. Iriondo fue el que me hizo futbolista, antes yo sabía jugar a la pelota, pero no al fútbol. No sabía nada. Es un entrenador al que le gusta mucho jugar desde atrás, le gustaba la pelota, ascendimos a Segunda jugando muy bien.

R. ¿Se frustró por no haber podido llegar al primer equipo del Real Madrid?

R. Había ascendido con el Majadahonda a Segunda y cuando mi representante me dijo que había una oferta para jugar en el Castilla no lo dudé. Sabía que iba a ser un gran aprendizaje, si me quedaba en el Majadahonda el objetivo iba a ser salvarse por lo civil o lo criminal. Estuve a gusto, subí a entrenar alguna vez con el primer equipo. Me habían fichado para el Castilla y no me frustré. La temporada fue buena y pude ir cedido al año siguiente al Valladolid en Primera. Luego el Levante y el año pasado fiché por el Rayo.

P. ¿Cómo se enteró de la llamada de la selección?

R. En el final de la temporada pasada supe que estaba en la prelista de 40 y en esta última también, pero no me esperaba que me llamaran. Estaba en casa con mi mujer, el niño ya dormido e íbamos a cenar cuando me llamó David Cobeño, el director deportivo del Rayo, y me lo comunicó. Nos quedamos en silencio y mi mujer se emocionó. Eran los once menos cuarto de la noche y a las 12 ya estaba en Las Rozas.

P. ¿Pudo dormir?

R. Poco, estaba nervioso, conocía a Porro del Valladolid y a Morata y Olmo porque compartimos representante, pero el grupo me lo puso fácil. No se me fue ningún balón, para ser el primer entrenamiento no estuve mal, aunque me comí el primer 20 del rondo.

P. Ha llegado a la selección jugando de falso nueve.

R. Al final de la temporada pasada Iñigo Pérez ya me ponía de nueve, voy bien al espacio y acabé haciendo goles. Este año he empezado igual. Toda mi carrera he jugado de extremo derecha, aunque con Iriondo también jugué alguna vez de nueve.

P. ¿Impone Iñigo Pérez aunque tenga esa cara de niño?

R. Estuvo de segundo de Iraola, nos conocía y se llevaba bien con muchos de nosotros. Marcó una línea roja imaginaria, hacia el campo nos dijo que le tratáramos de entrenador y que al otro lado iba a ser uno más, un amigo y que el que tuviera cualquier problema lo hablara con él. Eso nos ha ayudado a confiar mutuamente.

P. ¿Cómo les convenció para jugar un estilo tan arriesgado?

R. Tiene muy clara su idea y ha conseguido que todos le creamos lo de presionar alto o salir desde atrás cuando se puede. Si no, atacamos a la espalda como hicimos contra el Barcelona (1-1) en Vallecas porque venían a presionar arriba, el campo no estaba muy bien y juegan con la defensa adelantada. Iñigo es un loco del fútbol, de las estadísticas, y estudia mucho a los rivales. Lo que explica es lo que luego pasa en los partidos y eso es lo que nos hace creer en él.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_