El triste adiós del Girona a Europa ante el Arsenal
El equipo de Míchel, que no le ha cogido el pulso a la competición, cae frente a un rival que le negó el balón
Se acabó lo bueno. Ya no se escuchará más la tonadilla de la Champions en Montilivi ni desfilarán los mejores equipos del planeta. El Girona, superado por la competición y por unos rivales de pedigrí, se despide de Europa hasta más ver, condenado por ser un casi permanente, por un quiero y no puedo. El equipo alcanzó la élite para enhebrar un paso torcido, frágil en resultado —que no en juego—, incapaz de decir la suya, solo con el triunfo frente al Slovan Brastislava. De París a Milán, con escala en Eindhoven, también frente al Liverpool… Una pasarela de oro que a sus pies se convirtió en barro. Como ocurrió, de nuevo, ante el Arsenal.
Aunque se presumía que el duelo sería una batalla por la pelota, por eso de que Míchel y Arteta quieren que su equipo se exprese desde el toque y el mimo al balón, pronto explicaron los gunners que no pensaban compartir el privilegio, que en Montilivi se jugaría el fútbol que dictasen. Se expandía el Arsenal por la izquierda con el triángulo Merino-Odegaard-Sterling: habilidoso el primero en la composición; genial el segundo en filtrar pases; y punzante el tercero con sus driblings, también con un disparo de folha seca que no cogió portería de chiripa. Entendió el Arsenal la debilidad rival y Arteta, de tintes guardiolistas, pidió al lateral Calafiori que entrara por el pasillo interior y se despreocupara de la banda, que ahí ya aparecería el volante más cercano porque él lograría superioridades por dentro para luego jugar por fuera, para sacar, por ejemplo, un centro que Odegaard no embocó de milagro, remate con guiño de ojo al poste.
Sucedió que el Girona tampoco se ruborizó, consciente del rival y su chequera, maduro para entender que no siempre puede imponer su ley. Así que defendió más cobijado que de costumbre, empeñado en negar espacios y líneas de pase cerca de su área. Y, robado el esférico, armaba contras eléctricas que también tenían el sello del entrenador, ya que Míchel le pedía a Danjuma que tirara diagonales, que no participara tanto en la elaboración y se centrara en la finalización. Y aunque se enredó en dos ocasiones, pues tardó mucho en armar el disparo, tras un pase estratosférico de Juanpe y su desmarque de ruptura, hizo diana frente a Neto, que debutaba en el Arsenal a sus 35 años y 194 días.
Festejó el tanto con algarabía la afición del Girona, sabedora de que no habría un mañana, que quizá este era un caramelo que nunca más podría volver a degustar. Un sorbo, sin embargo, bien corto porque el Arsenal se volcó al ataque y encajonó al rival, auxiliado por un penalti de Arnau sobre Partey que materializó Jorginho, y después fagocitado porque Nwaneri se libró de tres rivales con un eslalon para soltar un latigazo que hizo estéril la estirada de Pau López.
De poco sirvió la rueda de cambios, desdibujado el Girona por un rival más entero y completo, con más fútbol e intención. Y, como si la historia no quisiera tener un final feliz, el VAR anuló tarde el tanto de Stuani, el delantero que jugó la primera jornada porque así se lo prometió Míchel, el veterano que rompió todos los récords hasta llegar a la Champions. Aunque sí se llevó un último jolgorio el Girona con el penalti que detuvo Pau López a Sterling, fue el mutis por el foro del equipo a Europa, condenado en ocasiones por errores en la raíz, en otras por la falta de mordiente, en alguna por su propuesta demasiado atrevida y en pocas por la superioridad rival. Es, ansía el Girona, un hasta luego.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
31
SPP
|
4 | 8 | 1 | 1 | 6 |
32
RBL
|
3 | 8 | 1 | 0 | 7 |
33
GIR
|
3 | 8 | 1 | 0 | 7 |
34
RBS
|
3 | 8 | 1 | 0 | 7 |
35
SLB
|
0 | 8 | 0 | 0 | 8 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
LIV
|
21 | 8 | 7 | 0 | 1 |
2
BCN
|
19 | 8 | 6 | 1 | 1 |
3
ARS
|
19 | 8 | 6 | 1 | 1 |
4
INT
|
19 | 8 | 6 | 1 | 1 |
5
ATM
|
18 | 8 | 6 | 0 | 2 |
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