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Sin rastro de Ansu Fati en el Barcelona

El joven delantero lleva tres partidos consecutivos fuera de convocatoria y tan solo 186 minutos jugados

Ansu Fati
Ansu Fati, del FC Barcelona, con el balón durante el partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y la UD Barbastro el pasado 4 de enero.Pedro Salado (Getty Images)
Irene Guevara

Ansu Fati no corrió a celebrar la Supercopa de España cuando Gil Manzano pitó el final del partido. Caminó sobre el césped hasta llegar a sus compañeros. Aquel día le habría gustado ser importante, como lo fue en el pasado, y quedó tocado. Ni siquiera había sido convocado: viajó a Yeda, pero no fue alistado ni para la semifinal —donde le pasó por delante Toni Fernández, jugador del filial— ni para el clásico. Tres días después, en octavos de final de la Copa del Rey contra el Betis, seguía sin haber rastro de Ansu Fati (22 años, Guinea-Bisáu) en la convocatoria. La joven promesa se diluía y el ‘10′ se ha dejado de ver sobre el campo. Las alarmas empiezan a saltar.

Sobre todo, tras las declaraciones de Hansi Flick en la rueda de prensa de este pasado martes, en las que se mostró más contundente de lo habitual y salió de su papel más correcto: “Le dije al llegar que está listo para ser profesional y mostrar un gran rendimiento. Se lesionó, y tras eso no nos mostró su cien por cien. Y es una pena por él y por nosotros. No lo dio todo”. Desde su entorno son conscientes de que las lesiones le han lastrado, y que no ha tenido continuidad. Respeta Fati, eso sí, las decisiones de su entrenador. “Él quiere volver. Volver a ser importante”, explican quienes le conocen. Y aunque apelan a su profesionalidad y mentalidad, Ansu pasa por un momento complicado. Pasó de ilusionar al barcelonismo a perder la electricidad sobre el terreno de juego. “Ha pasado de ser la estrella al canterano que tiene que ganarse un hueco”, deslizan desde su entorno.

Este miércoles, contra el Betis, en un partido en el que el Barcelona venció cómodamente, Fati podría haber tenido minutos. Pero vio el encuentro desde la grada. “En conjunto el equipo está en forma, tenemos menos jugadores lesionados. Decido a raíz de los entrenamientos. Para Ansu no ha sido fácil. Empezó muy bien la pretemporada, pero se lesionó y se volvió a lesionar. Tiene que entrenar y demostrarnos que mejora”, aseguró Flick entonces. Dos mensajes seguidos de un entrenador que confiaba, como el club al inicio del curso, en recuperar el mejor nivel de Ansu. Un entrenador, también, que ha dado varias oportunidades a jugadores cuestionados como a Frenkie de Jong.

La situación contrasta con la del inicio de temporada. “Tiene una calidad realmente buena. Le veo muy bien, diferente a cuando había estado con él en Brighton. Pero creo que ahora necesita algo de tiempo”, aseguró entonces Flick, que había hablado con Ansu, y el jugador había aceptado su rol. Pero una fascitis plantar le obligó a olvidarse de la gira americana y de los primeros partidos. Y después, otra lesión muscular en el bíceps femoral. Aquel día aseguraban desde la Ciudad Deportiva que había hecho un buen entreno. Entre ambas bajas pasó 84 días lesionado y se perdió 11 partidos. Pero la confianza parece haberse esfumado: este curso tan solo ha sumado ocho encuentros, acumulando un total de 186 minutos. Tan solo en uno de ellos salió de inicio, contra el Sevilla, y ni siquiera fue titular en dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra Barbastro, donde jugó media hora e intentó reconciliarse con la portería, aunque con poca confianza en la finalización.

Una consecuencia, quizás, del posible síndrome de los isquios cortos que aseguran algunos médicos que podría padecer; un problema que genera más rigidez en ese músculo y le provocaría no poder hacer esfuerzos prolongados o carreras continuadas. Hace tres años Fati decidió no operarse del bíceps femoral, optando por rehabilitación pese a la insistencia del club y condicionado por el sufrimiento de sus numerosas operaciones de rodilla. Una situación en general preocupante para el joven delantero, que ve cómo su valor de mercado también disminuye. Según la web Transfermarkt, Fati ha caído en picado desde los 80 millones de euros que rondaba en octubre de 2020 a los 10 millones a finales del pasado diciembre.

Sin embargo, su coste salarial sigue teniendo un gran peso dentro de la plantilla. De momento, tiene contrato hasta 2027 y el mercado de invierno termina el 3 de febrero. Aún queda tiempo para decidir su continuidad o una posible cesión de seis meses con el mal recuerdo de su erasmus en el Brighton. García Pimienta, técnico del Sevilla, desea contar con él, pero las relaciones entre ambos clubes no son las mejores y el historial de lesiones y el gran valor de su ficha son un inconveniente. De momento, fuera de los planes de Flick, sigue sin haber rastro de Ansu Fati.

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