El Chelsea anuncia que su jugador Mykhailo Mudryk se enfrenta a una sanción de cuatro años por dopaje

Mykhailo Mudryk (23 años, Krasnograd) llegó como una auténtica estrella a Londres en enero de 2023 tras un sorprendente fichaje por parte del Chelsea por 70 millones fijos más 30 en variables procedente del Shakhtar Donetsk, muy por encima de lo que en ese momento marcaba el mercado, entre 30 y 40 millones según los tasadores que asesoraban entonces el club. Ahora, el ucranio ha dado positivo en un control antidoping en meldonio, una sustancia que puede mejorar la resistencia aeróbica, la función y la capacidad cardíacas y acortar los tiempos de recuperación. La prueba se le realizó a finales de octubre y el futbolista se enfrenta a una sanción de cuatro años en caso de confirmarse el análisis de una segunda prueba.

Siete meses antes de su fichaje, el 30 de mayo de 2022, el Chelsea cambió de dueño. El magnate estadounidense Todd Boehly (49 años, Maryland) se hizo con el club londinense sustituyendo al oligarca ruso Roman Abramovich y, en su primer día, prometió una revolución. Y así lo hizo, en los primeros 10 meses de su mandato al frente de la entidad gastó más de 610 millones de euros, entre ellos los 100 de Mudryk. El fichaje del ucranio dejó un dineral en las cuentas del Shakhtar y su dueño, Rinat Ajmétov, uno de los hombres más ricos de Ucrania y dueño de la acería de Mariupol, que acabaría cayendo en manos rusas en los combates en la ciudad, celebró al día siguiente de su presentación la operación y reveló que destinaría 25 millones de euros a financiar al ejército que “soportaba y defendía al país de la invasión rusa”. “Hoy podemos hablar de fútbol ucranio gracias al ejército y al apoyo del mundo civilizado al completo”, declaró Ajmétov en un comunicado oficial publicado por el club. “Estoy convencido de que ganaremos la guerra, y entonces jugaremos un partido amistoso con el Chelsea en el Donbas Arena, en un Donetsk ucranio”, concluyó. Mientras, Mudryk fue presentado en Stamford Bridge enfundado con una bandera de Ucrania, en un guiño a la lucha en su país.

Aunque fuera una gran estrella en el club ucranio y destacara en un partido de Champions ante el Real Madrid en la fase de grupos de 2022, Mudryk dejaba serias dudas en Londres tras su fichaje, en especial por el precio que pagaron. Pese a ser un jugador rápido y explosivo, algunos lo comparaban con Andréi Arshavin, aquel centrocampista ofensivo ruso que militó en el Arsenal y que no dio el nivel esperado por su carácter.

Los números del futbolista dan la razón a esas dudas dentro del club. Desde su llegada hace casi dos años, el ucranio ha disputado 73 partidos en los que ha marcado 10 goles y ha dado nueve asistencias. En esta temporada ha disputado 15 encuentros en los que lleva tres tantos y cinco pases de gol. Sin embargo, Mudryk no juega desde el pasado 28 de noviembre, cuando el Chelsea venció al Heidenheim (0-2) en la UEFA Conference League y el ucranio marcó. También estuvo en la victoria ante el Aston Villa por 3-0 en Premier League tres días después, pero no participó. Desde el club alegaron que el 4 de diciembre se perdió el partido contra el Southampton por una enfermedad y su entrenador, Enzo Maresca, declaró dos días después que tampoco estaría ante el Tottenham.

Tras estos 20 días fuera del equipo, el Chelsea ha anunciado este martes la noticia de su positivo en dopaje. “El Chelsea puede confirmar que la Asociación de Fútbol se puso en contacto recientemente con nuestro jugador Mykhailo Mudryk en relación con un resultado adverso en una prueba de orina de rutina. Tanto el club como Mykhailo respaldan plenamente el programa de pruebas de la FA y todos nuestros jugadores, incluido Mykhailo, se someten a pruebas con regularidad”. Por último, defienden a su jugador que, según le ha dicho al conjunto londinense, “nunca ha consumido conscientemente ninguna sustancia prohibida”.

Los últimos casos de dopaje en el fútbol fueron los de Paul Pogba y Alejandro Papu Gómez. El francés fue sancionado con cuatro años (aunque se le ha rebajado la pena a 18 meses) y el argentino con dos. El futbolista puede admitir la injerencia de esa sustancia y podría rebajar la sanción, pero en este caso ha decidido repetir la prueba. En caso de salir positivo, Mudryk se enfrenta a cuatro años de inhabilitación (siendo la máxima pena) que podrían dejar en fiasco su carrera deportiva desde muy joven.