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El fútbol español elige a Rafael Louzán, condenado por prevaricar, como nuevo presidente de la RFEF

El barón gallego, expresidente de la Diputación de Pontevedra por el PP, está pendiente del recurso que presentó ante el Tribunal Supremo, que abordará la cuestión el próximo 5 de febrero

Rafael Lauzán, nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol, en una imagen de archivo.Foto: Cabalar
Ladislao J. Moñino

Rafael Louzán es el nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Un total de 90 de los asambleístas del fútbol español, sobre los 138 que votaban, han elegido como nuevo presidente de la Federación para el ciclo olímpico 2024-2028 al gallego, condenado a siete años de inhabilitación por prevaricar. El barón, expresidente de la Diputación de Pontevedra por el PP, está pendiente del recurso que presentó ante el Tribunal Supremo, que abordará la cuestión el próximo 5 de febrero. La elección de Louzán por delante del valenciano Salvador Gomar, que obtuvo 43 votos (hubo también uno nulo y cuatro en blanco), pone de nuevo al borde del abismo y del bochorno internacional al organismo federativo.

Gomar fue el primero en abrazar y felicitar a Louzán cuando se supo el resultado. Después, el barón valenciano echaría de menos que en su discurso de investidura Louzán le dedicara un guiño. Otro de los primeros en felicitarle fue Javier Tebas, presidente de LaLiga, que hizo acto de presencia en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. “Por la parte personal quería que Louzán fuera el presidente. Esperemos seguir en la misma dinámica que con Rocha. Esperemos seguir con diálogo y encontrar soluciones como hasta ahora hemos hecho con Rocha. No me preocupa su posible inhabilitación. Seguro que se rodea de buena gente y buen equipo. Espero que sea el presidente”, expresó Tebas ante la posible intervención del Consejo Superior de Deportes (CSD) para impedir que Louzán pueda ejercer el cargo. La patronal ve en el nuevo presidente de la RFEF el continuador de la pacificación entre ambas instituciones iniciada por el inhabilitado Pedro Rocha.

La incertidumbre que genera la victoria de Louzán es máxima porque el CSD estudia inhabilitar en breve al nuevo mandamás federativo, según fuentes del organismo que preside José Manuel Rodríguez Uribes. Este tiene previsto elevar una denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por incumplimiento de los estatutos de la RFEF en sus artículos 19.4 y 24. El primero, referente a los requisitos para formar parte de los órganos de gobierno federativos, establece como condición “no estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos”. Esto no ha impedido a Louzán presentarse a las elecciones, pero sí le niega el acceso a los órganos de gobierno federativos. El presidente de la federación también lo es de la Asamblea y de la Comisión Delegada. El artículo 24 tiene que ver con el cese en los cargos para cualquier persona afectada por las restricciones del 19.

“Del Gobierno me preocupa todo, y me preocupa que utilicen organismos teóricamente independientes para cambiar la decisión democrática de la asamblea”. aseguró Tebas. De consumarse la denuncia del CSD ante el TAD, Louzán puede convertirse en el cuarto presidente consecutivo de la RFEF en ser inhabilitado tras los casos de Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha. La mayoría de los barones territoriales y LaLiga han decidido ignorar lo que supone en términos de imagen reputacional para la federación y el fútbol español el triunfo de Louzán. Su victoria es un desafío para la política emprendida desde el CSD para tratar de regenerar y lavar la imagen de la federación más importante del deporte español.

Solo cinco días después de que la FIFA ratificara la candidatura de España a organizar el Mundial 2030 junto a Marruecos y Portugal, la Federación vuelve a estar cercada por el foco de la incertidumbre y la corrupción. Louzán prevaricó cuando era presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra por el Partido Popular en la concesión de una subvención de casi 87.000 euros para remodelar el estadio de Moraña.

Que el delito de Louzán fuera cometido en un asunto que tiene ver con el sector del fútbol no ha sido impedimento para que ganara de calle estas elecciones, que han tenido su punto de sainete berlanguiano. Tal y como se esperaba, el tercer candidato, el extremeño Sergio Merchán, anunció su renuncia a presentarse solo hora y media antes de iniciarse la votación. A Merchán, Louzán le cedió 23 de sus avales para reemplazarle por si el CSD le impedía presentarse. También era parte de la pinza para impedir que Gomar o un candidato externo reuniera el mínimo de 21 avales exigidos para presentar una candidatura.

Una hipotética presidencia de Merchán hubiera sido tan rocambolesca como kafkiana. La pantomima de Merchán ofrece una visión del descalzaperros y el lodazal en el que se mueve el mundo federativo del fútbol español. Merchán reunía señales intrínsecas a los denominados gobernantes de paja. Podría haber sido el primer presidente de la Federación sin apenas haber levantado el teléfono para amasar avales y votos, sin presentar programa y sin hablar con la prensa. En su discurso, Louzán tuvo palabras de agradecimiento para Merchán por su silenciosa labor de zapa “Una gran persona y un magnífico dirigente”, dijo de su aliado extremeño.

Louzán se aferra ahora para legitimarse al mismo lema que sus antecesores inhabilitados pronunciaban cada vez que se sentían cuestionados: “El fútbol español me ha elegido”. Subido en el atril para articular su primer discurso como mandamás federativo, el dirigente se presentó como un renovador dispuesto a abanderar la regeneración que se le demanda a la Federación a raíz de los escándalos de los últimos años. “En Europa y en el mundo España no se entiende sin el futbol, por eso quienes trabajamos por el fútbol tenemos que estar a la altura y vamos a estar. Ha llegado la hora de recuperar el prestigio de esta casa, que sea reconocida por lo que representa, el latido del fútbol español”, proclamó eufórico. Ahora mismo, la condena que pesa sobre su figura no es obstáculo para que se autoproclame redentor del ajado prestigio del organismo. “Confío en la justicia”, repite. “El desafío que tenemos por delante es inmenso, pero también es una oportunidad histórica. Os invito a visualizar desde ya una federación diferente, que garantiza la transparencia y buenas prácticas, que asegura la libertad y el anonimato de cada votación con un sistema de voto electrónico”, añadió, para repasar a continuación otras líneas de su proyecto para el que insistió que necesita “de todos”, incluyendo “el Gobierno de España”.

Aplacar al Gobierno

Louzán es consciente de que el CSD está sopesando seriamente descabalgarle de la presidencia del fútbol español antes de que se pronuncie el Tribunal Supremo. La semana pasada, uno de sus barones de confianza deslizaba que una de las primeras intenciones de Louzán nada más ser elegido sería pedir audiencia con la ministra de Cultura y Deporte, Pilar Alegría, o en su defecto con Rodríguez Uribes. Su intención es aplacar al Gobierno y que este le deje ejercer hasta que, al menos, el Supremo decida si ratifica o no su condena tras la vista previa del 5 de febrero. Sin embargo, es posible que aunque la sentencia sea confirmada Louzán defienda que su inhabilitación es especial y que solo le impide desempeñar cargos públicos análogos al que ocupaba, es decir, presidente de diputación provincial. Incluso sus asesores jurídicos elaboraron un informe al que ha tenido acceso EL PAÍS en el que apelaban a la necesidad de modificar los estatutos federativos en los citados artículos 19.4 y 24 que le impiden ejercer el cargo.

Por supuesto, Louzán no se olvidó de agradecer a los barones de las territoriales que le han coronado como presidente de todos ellos, “Se les ha criticado mucho sin valorar el enorme compromiso que guardan con el fútbol. Las federaciones territoriales merecen todo nuestro respeto y admiración y, desde luego, van a encontrar en mí su gran apoyo. Sé que el avance pasa por reforzar su apoyo”, dijo sobre las territoriales y sus presidentes. Estos suelen autoerigirse como los guardianes del fútbol español: “Nosotros somos el fútbol”, suelen decir

La cuestión, una vez más, es si los barones y el resto de los asambleístas que le han elegido sin importarles lo que puede suponer su apoyo son la digna representación del fútbol español. Tenían la oportunidad de hacer un examen de conciencia y haber elegido a un candidato que no estuviera tan marcado como Louzán, pero han preferido volver a poner a la Federación al borde del precipicio.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.
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