_
_
_
_

La camaleónica trayectoria de Rafael Louzán: el político de provincia que llegó a la presidencia de la RFEF

Alumno aventajado de la política local, ambicioso y discreto, Louzán escaló al máximo escalafón del PP en Pontevedra, donde fue presidente de la diputación. El ya máximo dirigente del fútbol español está en vilo por las obras de uno de los cientos de estadios que subvencionó

Rafael Louzán, nuevo presidente de la RFEF, el año pasado en Las Rozas cuando era el máximo mandatario de la Federación Gallega de Fútbol.
Rafael Louzán, nuevo presidente de la RFEF, el año pasado en Las Rozas cuando era el máximo mandatario de la Federación Gallega de Fútbol.Europa Press News (Europa Press via Getty Images)

Desde que a mediados de los años noventa Rafael Louzán Abal (Ribadumia, Pontevedra; 1967) se abrió un hueco en la política como concejal del PP de su pueblo, su meteórica carrera abrió muchos interrogantes en un partido donde la cuna de sus dirigentes (boina o birrete) estaba siempre en constante pugna. Aunque Louzán prefería la gorra inglesa, tal vez solo para pasar inadvertido fuera de los despachos, nunca entró en esas disquisiciones y acabó siendo aclamado por los más señoritos de la formación de la gaviota en la época electoralmente dorada que gobernó don Manuel Fraga al frente de la Xunta de Galicia y luego hasta el segundo mandato de su sucesor Alberto Núñez Feijóo.

Muchos se han preguntado cómo Louzán ha logrado tantas metas. La respuesta solo él la tiene, aunque en el ámbito político siempre ha sido valorado por sus dotes de diplomacia y su dedicación a tiempo completo a la gestión política y administrativa como presidente de la Diputación de Pontevedra y del partido durante 16 años. “Ha sido un trabajador nato, siempre aprendiendo de los aciertos y los errores de los políticos que le han precedido y ha evitado las intrigas, porque es un hombre obviamente ambicioso, pero prudente”, comenta un alto funcionario del ente provincial.

La última etapa de Louzán en la Diputación fue de sobresaltos en los juzgados, aunque solo un asunto secundario se le torció en una sentencia de 2022 que ahora podría entorpecer su entrada triunfal en la Federación Española de Fútbol. El sobrecoste de casi 87.000 euros en uno de los incontables proyectos que ejecutó para construir estadios en municipios de la provincia (dos para Ribadumia) tiene en vilo al nuevo presidente a la espera de que el Supremo confirme o desestime la condena de siete años de inhabilitación por prevaricar, un fallo que se conocerá a partir de febrero.

Su afición por el futbol le llevó a implicarse más allá de las subvenciones y no siempre fueron buenas experiencias. En 2011, su amigo, el empresario Horacio Gómez, que había sido concejal del Ayuntamiento de Vigo y diputado provincial, cargos efímeros que abandonó para dedicarse a la presidencia del Real Club Celta de Vigo, fue juzgado por irregularidades en su gestión que abocó al conjunto celeste a la suspensión de pagos. Un caso mediático del que Gómez y el que fuera director general del club salieron bien parados gracias al equipo de abogados defensores, entre los que destacaba Javier Tebas, hoy presidente de LaLiga y que se ha posicionado abiertamente a favor de la candidatura de Louzán para presidir la RFEF.

El fallo en contra puede cambiar la órbita de la fulgurante trayectoria de Louzán, que comenzó como concejal de su pueblo, entonces gobernado por uno de los alcaldes imbatibles y más carismáticos de la época, José Ramón Barral, Nené, el que le marcó el camino cuando este, muy joven, comenzó a trabajar en la conserjería del Ayuntamiento. Una relación que se mantendría en el tiempo y que llegó a plasmarse en algunos negocios con Barral hasta que este, con fama de contrabandista empedernido, cayó en una redada en 2001, implicado en un alijo de tabaco, un proceso que le persiguió hasta el pasado año cuando falleció a los 79 años en pleno juicio. La dimisión de Nené supuso la ruptura entre ambos y el comienzo de una batalla política cuando el exalcalde fundó otro partido y aplastó en las urnas la candidatura de su pupilo.

Louzán abandonó la política en enero de 2016. Dejó su acta de diputado y la presidencia provincial del PP para dedicarse exclusivamente a la de la Federación Gallega de Fútbol que ocupaba desde un año antes. El detonante fue el batacazo electoral de 2015, que dejó 30 ayuntamientos gobernados por el PP, 20 menos que en los anteriores comicios, y que supuso la pérdida de la diputación para los populares y la llegada de los socialistas por primera vez en la historia del organismo provincial, pese a los desesperados intentos de Louzán para evitarlo, sondeando incluso posibles alianzas con otros adversarios políticos. Pero en su marcha también influyeron los dos procesos judiciales que por aquel entonces tenía abiertos: “Es una decisión muy valorada desde hace tiempo, pero todos los ciclos tienen un final y hay otras cosas más allá de la vida política”, sentenció en su despedida.

Dos años después, el expolítico durante más de dos décadas logró que el asunto más espinoso de su carrera, ya que también implicaba a su mujer, fuese archivado por el Tribunal Superior de Galicia (TSXG) en respuesta al recurso del matrimonio en el que solicitaba la nulidad de las pruebas de la Fiscalía. El fallo tumbó la investigación de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria de un delito continuado de cohecho impropio que partió de una denuncia anónima de adversarios políticos de Louzán. La contundente resolución abocó a la Audiencia de Pontevedra a anular la convocatoria del juicio con jurado popular contra el exbarón del PP y a enterrar definitivamente el caso que en realidad había precipitado su cese como presidente del partido.

Ahora, otro caso judicial de la misma época y que todavía colea podría alejarle de la Federación cuando apenas acaba de llegar a la presidencia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_