El Mallorca resiste ante un Sevilla mejorado
Los de García Pimienta dominaron durante más de una hora, pero no marcaron y los de Arrasate pudieron incluso ganar en el tramo final
El Sevilla y el Mallorca empataron sin goles en un partido dominado, esencialmente, por el conjunto andaluz, que mereció más. Un duelo donde, también, el Mallorca tuvo sus opciones de triunfo. Por ejemplo, en el tiempo de alargue, cuando Doménech no remató en el área pequeña un gran centro de Samu. Entonces, el Sevilla ya estaba con uno menos por la expulsión de Saúl en el último minuto por protestarle al árbitro.
El cero a cero no refleja el buen encuentro del Sevilla, al que le faltó, sin lugar a dudas, eficacia. El equipo de García Pimienta, más equilibrado, dominó el choque durante una hora. Momentos de nombres propios. Como los del portero Leo Román, al que Jagoba Arrasate le dio la titularidad en sustitución de Greif. El meta respondió con siete paradas, alguna de mucha calidad. Momentos, también, donde el extremo Ejuke ofreció destellos de gran calidad.
Cumplida la hora del partido, el Sevilla perdió fuelle tras su buen partido. El Mallorca, entonces, tuvo sus opciones. Muriqi se estrelló con Nyland y Doménech le dio al aire. El Sevilla mejoró en defensa y no marcó pese a sus 16 remates. El Mallorca, con carencias, peleó bien, como en su estreno liguero ante el Madrid, con el que cosechó otro cero a cero en su estadio.
Arrasate tomó la decisión de rotar en la portería y Leo Román ocupó la meta del Mallorca en sustitución de Greif, titular las dos primeras jornadas. Leo, doctorado en el Oviedo en el pasado curso, hizo cinco paradas en la primera parte. De esta forma, se convirtió en el gran protagonista de un duelo que el Sevilla debió ir ganando. Entre Leo y que al conjunto andaluz le faltó eficacia, el Mallorca, sin fútbol, con demasiado juego en largo, pudo ir capeando un temporal que, por momentos, le desbordó. El Sevilla comenzó con la idea de no conceder nada. Le pesan a los andaluces los cuatro goles encajados en las dos primeras jornadas de Liga. Pero el equipo se soltó. Con las pinceladas de Saúl y el desborde de un jugador muy interesante en la banda derecha, Ejuke, que le dio mucho trabajo a Maffeo.
Los 10 remates del Sevilla al descanso fueron muestra de su dominio ante un Mallorca asustado. Los de Arrasate tienen un evidente problema en la construcción del juego. Tampoco poseen desborde por las bandas. Fiados al pelotazo a Larin y Muriqi, es un equipo de escasos recursos en ataque.
El Sevilla, más seguro atrás que en las dos primeras jornadas, acentuó su presión sobre el Mallorca en la segunda mitad. Ocurrió lo mismo que en el primer acto. Sus buenos acercamientos al área rival acababan en disparos que Leo sacaba con soltura y en remates, como el de Sow, que no entraban en la meta por apenas unos centímetros. Sin eficacia y algo perdido tras los cambios de García Pimienta, el Sevilla se fue algo del partido. Es un equipo que todavía tiene miedo a perder. Le ocurrió después de que Nyland salvara una ocasión muy clara de ante Muriqi. Luego falló Samu, probablemente en fuera de juego, bajo palos. El Sevilla solo respondió en un gran remate de Isaac en el minuto 80 que salió fuera por poco. Ahí se acabó su producción en ataque. Todavía le tocó sufrir el arreón final de los locales después de la absurda expulsión de Saúl. La tuvo Doménech. Hubiera sido demasiado premio para el Mallorca, pero el fútbol es así.
“Leo sale reforzado después de este partido, pero hay que verlo entrenar y se merece también jugar”, afirmó Jagoba Arrasate, técnico del Mallorca. “Saúl tiene mucho respeto con los árbitros. Era un momento tenso, pero esas protestas no sirven para nada. Espero que no le caiga una sanción dura. Hemos tenido nuestras opciones, pero nos llevamos un punto que hay que hacerlo bueno el domingo frente al Girona”, afirmó, por su parte, García Pimienta.
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