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Mbappé, en el centro del año infinito del Real Madrid

El equipo de Ancelotti empieza con la Supercopa contra el Atalanta, en la que debutará el francés, una temporada en la que podría llegar a jugar 72 partidos | Camavinga se fue cojeando del último entrenamiento

Carlo Ancelotti y Kylian Mbappé
Carlo Ancelotti y Kylian Mbappé, este martes en el entrenamiento en el estadio nacional de Varsovia.Mariscal (EFE)
David Álvarez

El último experimento del laboratorio industrial del fútbol comienza este miércoles en Varsovia con el Real Madrid-Atalanta que dirime la Supercopa de Europa, escenario también para el estreno de Kylian Mbappé después de años de cortejo (21.00, Movistar). El equipo de Carlo Ancelotti abre la que podría ser la temporada más larga de la historia (hasta 72 partidos con siete títulos en disputa) después de disponer de una de las preparaciones más breves. El exjugador del PSG, por ejemplo, la contratación más rutilante desde Cristiano Ronaldo en 2009, lleva apenas una semana trabajando con el equipo, aunque la sintonía con sus nuevos compañeros parece que ha sido instantánea. En particular con Vinicius y Bellingham. Los tres compartieron el lunes en sus redes una fotografía en la que aparecían juntos, sentados sonrientes en la hierba en mitad de un entrenamiento en Valdebebas.

Su ajuste en el campo tiene este miércoles su primera prueba. Con el inglés, el último gran fichaje del Madrid, Ancelotti dispuso el verano pasado de más margen antes de zambullirse en la temporada oficial. Pudo probar en cuatro amistosos en EE UU el nuevo sistema diseñado para aprovechar sus cualidades y disimular la marcha de Karim Benzema, al que el club no sustituyó con el fichaje de otro nueve puro titular. Con Mbappé no ha tenido ese margen de fogueo. El francés se incorporó ya después de la gira americana. Lo hizo, además, a un equipo que ha perdido a Toni Kroos, pieza esencial en el funcionamiento de la maquinaria, lo que obliga a Ancelotti a volver a intervenir, esta vez ya bajo fuego real.

Aunque el italiano, en su línea, quiso restar gravedad al desafío ya en EE UU: “No digo que vayamos a jugar de la misma manera. Algo cambiará, pero no mucho”, dijo. “Creo que el sistema que vamos a utilizar esta temporada puede ser un 4-3-3 o un 4-4-2, lo mismo que hemos hecho el año pasado: a veces hemos jugado 4-3-3, a veces hemos jugado 4-2-3-1, a veces hemos jugado 4-4-2. Tenemos en la plantilla los recursos para jugar con esos sistemas”.

El manejo de esos recursos encierra para él un reto no solo en lo que se refiere a su disposición en el campo, sino por la gestión del reparto de los minutos. Ningún club ha tenido nunca por delante la posibilidad de tener que jugar 72 partidos, que son 17 más que los que disputó la temporada pasada, casi un tercio más (31%). Ninguno había optado nunca a ganar siete títulos. Todo fruto de las innovaciones de la UEFA y la FIFA que saturan el calendario.

El nuevo formato de la Champions puede suponer para los finalistas hasta cuatro encuentros extra. Además, como último campeón de Europa, el Madrid debe jugar el 18 de diciembre, en una sede aún por determinar, la Copa Intercontinental, un trofeo que había desaparecido y que se recupera este año. Para rematar, la FIFA añadió al final del curso el nuevo formato de su Mundial de Clubes, un mes más de competición, siete partidos más para los finalistas. 72 posibles citas de hoy en Varsovia al 13 de julio en EE. UU. Además, los internacionales podrían añadir los diez de los cinco parones, y alguno de los europeos otros dos, si su selección disputa a principios de junio la fase final de la Nations League: un curso infinito de hasta 84 partidos.

Carvajal volvió a quejarse este martes de la insaciabilidad de los jerarcas: “No tiene ningún tipo de sentido. Es imposible que podamos mantener un nivel óptimo, con la Intercontinental, con un Mundial de Clubes que te aleja un mes de casa, con fechas FIFA... Los estamentos oportunos deberían analizar esto. Los partidos bajan de nivel y los que lo sufrimos somos nosotros y nuestras familias”. Valverde añadió un matiz como jugador de la selección de Uruguay: “Nosotros tenemos que hacer 12 horas para jugar con la selección, y 12 horas para volver. Este año hemos entrenado mucho menos, tenemos mucha menos gasolina...”.

Descansos individuales

Ancelotti pidió que se les escuchara: “Lo que piensan los jugadores es lo más importante. Son los que van a jugar 90 minutos, los que tienen que viajar...”. En la pretemporada ya había anticipado cómo abordaría la saturación: “Tenemos que pensar en hacer descanso individual. Esto puede ser una idea nueva para no agotar a los jugadores”, dijo durante la gira. El calendario de este curso es un factor sobre el que trabaja su cuerpo técnico desde finales del pasado. Antonio Pintus, el responsable físico, comenzó entonces a diseñar con los preparadores personales de los futbolistas planes para este escenario experimental.

Pintus se ocupa de las piernas y Ancelotti de los egos: tendrá que dedicar tiempo a que algunos futbolistas entiendan que deben ver desde la barrera ciertos tramos de la temporada para poder alcanzar el final de un camino inacabable que comienza este miércoles en Varsovia ya con un título en juego.

Enfrente tendrá al Atalanta de Gasperini, que logró la temporada pasada una de las victorias más contra pronóstico: arrasó (3-0) en la final de la Europa League al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, invicto hasta esa noche en todas las competiciones. “Venimos con nuestro clásico buen rollo, y con ganas de dar la sorpresa”, dijo este martes Gasperini, y en sus palabras había un punto de sinceridad y otro de ironía. Se presenta con las lesiones de Scamacca, Tolio, Scalvini y Zaniolo, y sobre todo con un enfado formidable con Koompeiners, su jugador más importante el curso pasado. A la vuelta de las vacaciones, el neerlandés le dijo que tenía una oferta de la Juventus y que quería irse. Gasperini, entre el disgusto y la cólera, ni siquiera ha traído al futbolista a Varsovia. “No siempre pasa en el fútbol, pero a veces se puede dar la sorpresa”.

Eso sería evitar que el Madrid sumara su sexta Supercopa de Europa y pasara a ser el equipo que más acumula, y que Ancelotti levantara su 14º título en el banquillo blanco, con lo que igualaría el récord de Miguel Muñoz. Lo afrontarán con la incertidumbre por Camavinga, que este martes se retiró cojeando del último entrenamiento después de un lance con Tchouameni.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.
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