Edin Terzic: “Se fueron Haaland y Bellingham... y nos encontramos a nosotros mismos”
El entrenador del Dortmund, líder de una de las aventuras más asombrosas del fútbol europeo, reflexiona sobre su equipo en vísperas de enfrentar al Madrid en la final de Wembley
“Desafortunadamente se ha olvidado usted de Davor Suker”, dice Edin Terzic (Menden, 1982), sonriente en la pantalla de la videoconferencia, tras escuchar a su interlocutor enumerar la plantilla del Real Madrid 1997-98 sin mencionar al delantero de Osijek. Hijo de madre croata y de padre bosnio, Terzic era un adolescente hincha del Borussia Dortmund la primera vez que el club del Ruhr se enfrentó al Madrid, en las semifinales de la Champions. El hombre, una de las revelaciones más sorprendentes de los banquillos esta temporada, lleva la historia grabada a fuego. Este sábado dirigirá al Dortmund contra el Madrid en la final de Wembley.
Pregunta. Es verdad: Suker, Redondo, Hierro, Roberto Carlos, Seedorf, Mijatovic, Raúl… ¿No cree que la plantilla actual del Madrid es inferior en calidad a aquella?
Respuesta. Recuerdo perfectamente el día que se rompió la portería. El Dortmund entonces tenía un gran equipo lleno de jugadores brillantes y venía de ganar la Champions en la temporada anterior. Comparar equipos separados por 20 años es muy difícil. Escucho a la gente decir que el fútbol se ha vuelto más rápido, más físico, más táctico y técnico, pero si te remontas y miras los clásicos Madrid-Barça de 2004 o 2005 ves que este ritmo y este nivel existían desde hace mucho tiempo. Yo analizaría al Madrid de la última década: ha ganado cinco Champions y lleva un tiempo en transformación.
P. ¿Cómo explica el modo de competir de este Madrid que de los seis partidos de eliminatoria que ha disputado empató tres, ganó uno en los penaltis y ganó otros dos después de que los árbitros anularan goles a sus rivales en situaciones controvertidas?
R. Con la salida de Cristiano y Benzema perdieron jugadores muy importantes. Pero han hecho algo que nadie más en el mundo del fútbol ha conseguido hacer tan bien: una transición generacional. Todavía tienen jugadores de gran experiencia como Modric y Kroos, pero da la sensación de que con los jóvenes talentos que han reunido podrán competir al mismo nivel en la próxima década.
P. El Madrid ganó las últimas ocho finales de Champions que disputó. ¿No cree que esta es la final más desigual de la historia reciente?
R. Felicito al Madrid por las ocho últimas, pero lo único que me importa ahora es que no ganen la próxima. Desigual o no, es un solo partido y si hay un equipo que ha demostrado que en 90 minutos todo es posible es este Dortmund. Lo bueno es que para nosotros no es una misión: las misiones se completan o fracasan. Para nosotros es un sueño y por los sueños te ilusionas y luchas.
P. ¿Cómo generar una ventaja psicológica en su favor?
R. Es nuestro papel: enfrentamos a un equipo que tiene la experiencia de jugar y ganar finales, que saben lo que es levantar una Champions. Esa es su historia. Lo bueno es que para nosotros no es una misión: las misiones se completan o es un fracaso. Para nosotros es un sueño y por los sueños te ilusionas y luchas. Queremos convertir el 1 de junio en un día inolvidable para nuestro club y nuestros aficionados. Si el Madrid tiene más experiencia, nosotros tenemos que tener más hambre.
P. El City y el Leipzig impidieron que Toni Kroos pensara cuando recibía la pelota y acabaron controlando el balón. ¿Presionar a Kroos es tocar el punto débil del Madrid?
R. Conocemos la calidad de Kroos. Pero reducir el potencial del Madrid a Toni Kroos no es justo. Es un jugador extraordinario que supone gran parte de su juego porque lleva el balón del primer tercio del campo al segundo, y del segundo al último. Pero Modric puede hacerlo también. Y también Bellingham, y Camavinga y Tchouameni con su propio estilo, claro. Estoy seguro de que el City procuró que Kroos no tomara decisiones, porque es algo que los rivales del Madrid llevan haciendo desde hace años, pero eso no impidió que ganaran cuatro Champions. Si solo nos enfocamos en Kroos y liberamos a los demás se abrirán bolsas de aire, llevarán el balón a sus extremos y tendrán situaciones de uno contra uno, o nos meterán pases a la espalda de nuestros defensas. Para eso son muy buenos.
Esta es la mayor cualidad del Madrid: que no los ves venir. Parece que lo tienes todo bajo control y diez segundos después te han metido un gol, te han pitado un penalti o te han mostrado una tarjeta roja de la nada. Este poder deriva de su confianza
P. El Bayern siguió la corriente del Madrid y los ataques se hicieron lentos y el tiempo pasó hasta que todo se decidió en el último minuto. ¿El escenario del armisticio del Bayern es la especialidad del Madrid?
R. Si miras los precedentes ves que han vencido a equipos potentísimos y lo han hecho con estilos y planteamientos totalmente distintos. Han sabido marcar dos veces en los primeros cinco minutos para luego romper a la contra; y también han estado preparados para defender en su área como hicieron contra el City, rompiendo luego con un solo movimiento, en una acción que no ves venir. Esta es su mayor cualidad: que no los ves venir. Parece que lo tienes todo bajo control y diez segundos después te han metido un gol, te han pitado un penalti o te han mostrado una tarjeta roja de la nada. Este poder deriva de su confianza: saben que están listos. En el partido de ida contra el Bayern hay una oportunidad clarísima de Sané a los 30 segundos y si miras lo que hace el Madrid inmediatamente después, los define: no pegan un pelotazo, se la pasan sintiéndose seguros, con calidad, y lo que producen es un contragolpe. Es una prueba de experiencia. A eso nos enfrentamos.
P. Hoy los grandes equipos juegan a intentar presionar muy arriba. ¿Ha pensado que el Madrid es el que menos lo hace?
R. Ancelotti ha sido muy inteligente en comprender aquello que mejor se acomoda a su equipo. Tiene futbolistas muy rápidos y no creo que para ellos la idea más inteligente sea presionar alto de continuo ya que así acabaría por neutralizar la quinta marcha de Vinicius, Bellingham o Rodrygo. Si solo recuperas el balón en el área contraria nunca verás la velocidad de Vinicius.
P. ¿Para usted representa un dilema decidir si ir a presionarlos o esperarlos y dejar que el tiempo pase?
R. Como entrenador tengo que tener una caja de herramientas con todo. Tenemos que estar listos para frenar el partido y para acelerarlo; para jugar por afuera y para defender por dentro; para defender contragolpes y para correrlos. La historia del partido nos dirá qué es lo que necesitamos, pero tendremos que estar listos para todo. Será muy intenso. Eso es seguro. Si miras las últimas cuatro finales, acabaron todas 1-0. Muy ajustadas. Un error, tal vez dos, las decidieron. Nosotros tenemos que pensar que lo que nos encontremos posiblemente será la réplica de un partido que ya jugamos: en Múnich contra el Bayern; en París contra el PSG; en Madrid contra el Atlético, donde concedimos dos goles en los primeros 15 minutos y tuvimos que volver a meternos en la lucha… No comenzamos a preparar esta final dos semanas antes, comenzamos hace 50 semanas en la pretemporada. Las malas y las buenas experiencias que hemos recogido en la Bundesliga y en la Champions nos ayudarán a estar listos en Londres.
Ancelotti ha sido muy inteligente en comprender aquello que mejor se acomoda a su equipo. Tiene futbolistas muy rápidos y no creo que para ellos la idea más inteligente sea presionar alto de continuo. Si solo recuperas el balón en el área contraria nunca verás la velocidad de Vinicius
P. En 2022 ustedes vendieron a Haaland, en 2023 vendieron a Bellingham, y ahora juegan la final. ¿Cómo lo explica?
R. Jugando como equipo. Ese es nuestro estilo. Nos encantaría tener a Haaland y a Bellingham con nosotros, pero esta es nuestra realidad. Estos jugadores dejaron el Dortmund porque creían que tendrían más oportunidades de ganar la Champions en otra parte. Para reemplazar a Haaland tuvimos que reemplazar sus 42 goles. La temporada pasada lo hicimos, no con un nuevo nueve, porque Haller enfermó, sino con Guerreiro y Bellingham. Entre los dos nos ayudaron a meter esos 42 goles. Y el año pasado Bellingham fue al Madrid y Guerreiro al Bayern. ¡Así es nuestro modo de hacer las cosas! Para llegar hasta aquí o gastas mucho dinero o aciertas de pleno en todas las decisiones de mercado o necesitas tiempo. Esto es lo que nos ha colocado en esta situación: nos hemos encontrado a nosotros mismos; hemos encontrado la fuente de energía dentro del equipo. Durante muchos meses no estuvimos listos para ganar todos los partidos que jugábamos; pero ahora estamos listos para ganarle a cualquiera.
P. En Madrid hay gente que repite que Bellingham es el mejor jugador del mundo, y hay quien le compara con Zidane o Schuster. ¿Usted qué clase de jugador cree que es?
R. Quiero mucho a Jude. Pasamos muchos años juntos y fue un placer absoluto trabajar con él. Zidane marcó mi vida como aficionado y fue uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. No sé si compararía a Jude con estos dos. Pero sí sé que Jude es uno de los mejores del mundo y es tan joven que estará ahí arriba durante la próxima década. Ya lo dije cuando tenía 19: ‘es la persona de 19 años más vieja del planeta’. Todavía no hemos visto lo mejor de él.
P. El año pasado el Dortmund perdió la Bundesliga en el último partido contra el Mainz y Bellingham permaneció en el banquillo. Se especuló conque usted no le puso ni un solo minuto porque ya había sido traspasado por más de 100 millones de euros y Florentino Pérez le pidió a su presidente que no arriesgara su salud. ¿Eso es cierto?
R. Él estaba lesionado en la rodilla y no podía jugar. Le dije que se visitera de corto y se sentara en el banquillo porque si ganábamos y nos tocaba levantar el trofeo yo quería que él estuviera cerca de sus compañeros. Si celebraba que lo hiciera con las botas puestas y no con un chándal.
No puedes simular la calidad de Mbappé o Vinicius en un entrenamiento. Sabemos que vamos a perder duelos. Hummels lo sabe: va a perder un duelo. Pero si eso ocurre, tendrá que estar seguro de que alguien a su espalda estará cuidándole. Con esa certeza debe ir a por todas en cada mano a mano
P. El año pasado usted alineaba a tres centrales para proteger a Hummles, y ahora que juega en pareja con Schlötterbeck, Hummels parece desatado…
R. Cuando defiendes con once da igual que haya dos o tres centrales. Ese sentido de la solidaridad hace que siempre haya jugadores que recuperen el balón, o que ganen tiempo para los demás, o que dividan la presión. Si estás compacto, si estás lleno de energía y de empatía puedes defender con cuatro, cinco o tres atrás. Mats nunca fue el más rápido con los pies pero siempre fue uno de los más rápidos con la mente y si ves las cosas antes de que ocurran puedes reaccionar más velozmente que nadie. Esa es su gran arma.
P. Contra el PSG, Hummels siempre supo adivinar por qué lado le saldría Mbappé en el uno contra uno, y así le robó la pelota. ¿Eso se entrena o es innato?
R. Es experiencia en grandes partidos y es preparación. Él analiza todo y estudia muy bien a cada uno de sus oponentes directos. Mi único deseo es que lo haga una vez más antes de que la temporada acabe. No puedes simular la calidad de Mbappé o Vinicius en un entrenamiento. Lo más importante que tenemos que saber es que vamos a perder duelos. Mats lo sabe: va a perder un duelo. Pero si eso ocurre, también tendrá que estar seguro de que alguien a su espalda estará cuidándole. Con esa certeza debe ir a por todas en cada mano a mano. Porque si va a por todas, Mats ganará muchos balones para nosotros. Y cuando no los gane, otro de nosotros lo hará. Eso es lo que necesitas para cargarte de confianza. ¿Que Vinicius gana el primer duelo? Vale. Y que gane el segundo, y el tercero, y el cuarto. Pero luego ganaremos la pelota. Si como central te armas de este esquema mental tu confianza se fortifica. Así acabas tomando las mejores decisiones.
P. Dicen que su fuerte es la psicología. ¿Cómo recuperó a Jadon Sancho, que en diciembre parecía un jugador inútil en el United y ahora es titular indiscutible en un finalista de la Champions?
R. ¡Tengo que ser un psicólogo! Como entrenador tienes que sacar lo mejor de cada persona y esto lo consigues únicamente si los ayudas, si los desafías, incluso si los fastidias. Jadon es joven y especial y a los jugadores especiales debes concederles cosas especiales. A mí me encantaría ser solo un entrenador, pero en este oficio a veces debes ser hermano mayor, a veces amigo, maestro, ¡o juez! Debes asegurarte de que puedes interpretar todos estos papeles pero siempre tienes que ser más entrenador que juez. Jadon es brillante y estoy feliz de que esté entre nosotros. En Wembley podrá demostrar que cuando regresó a Dortmund en Navidades tomó la decisión correcta.
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