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Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, las dos reinas del Barcelona

Ambas jugadoras anotaron y fueron protagonistas en la final de la Champions en San Mamés

Alexia Putellas (d) y Aitana Bonmatí celebran el segundo gol del Barcelona en la final de la Champions League ante el Lyon.
Alexia Putellas (d) y Aitana Bonmatí celebran el segundo gol del Barcelona en la final de la Champions League ante el Lyon.Ramsey Cardy - Sportsfile (UEFA via Getty Images)
Irene Guevara

En San Mamés hubo varios reinados. El derrocado del Lyon, el levantado por el Barcelona y el compartido entre Aitana Bonmatí y Alexia Putellas. Entre las dos suman tres balones de oro, y dos de las mejores carreras futbolísticas a nivel mundial. Dos figuras culés, la personificación del avance azulgrana estos últimos años. Cada una, con sus diferencias, pero con una soberana ambición compartida: ganar, ganar y ganar. Siempre, con el Barça. En Bilbao, Aitana marcó el primero. Llegó en uno de los mejores momentos de su carrera, la temporada siguiente a alzar todos los premios individuales y en la que ha conseguido todos los colectivos. El segundo, el de Alexia Putellas. Llegó en la luz al final del túnel de sus dos temporadas más complicadas después de su lesión. El gol de Aitana, la reivindicación del Barcelona; el de Alexia, un poco más allá, la suya personal como la ‘Reina’.

Este era el año en el que las dos jugadoras catalanas convivirían a un máximo nivel. Pero la rodilla de la capitana azulgrana no perdonó, y maltrató su temporada obligándola a dar un paso atrás en su recuperación. Ahora ha regresado, en unas condiciones diferentes, desbancada a priori de la titularidad, pero con una renovación que la ata al club de su vida por dos temporadas, como mínimo, más. Este puede el punto de inflexión a nivel futbolístico de ambas. Las dos mejores del mundo —en cuanto a los últimos balones de oro— que comparten equipo y, además, posición.

Aitana brilló durante todo el partido. Acostumbrada, se echó el equipo a las espaldas y lideró el ataque y la defensa azulgrana. Y cuando los remates no llegaban, ella decidió adelantar el marcador con una gran acción individual que retumbó en San Mamés, y ensordeció desde Bilbao hasta Barcelona. Desató la locura y la esperanza. Fue escogida como la MVP del partido, pero las fotografías más compartidas se las llevó su compañera en el centro del campo.

La imagen de la final fue la de Alexia, sin camiseta, celebrando su gol con rabia. No fue titular, ya por segunda vez consecutiva en una final de Champions. Este año, tan solo ha salido de inicio en 14 partidos. Pero en el minuto 92 hizo acto de presencia la ‘Reina’. Y tan solo le bastaron tres más para marcar, prácticamente arrancarse la camiseta y explotar en su celebración, terminando con una reverencia al público, ya habitual en ella. Aitana fue la primera en abrazarla. E Irene Paredes se emocionó junto a su capitana y amiga. “Le he dicho que parecía que estaba escrito. Ella también llevaba un par de temporadas difíciles. No es fácil quedarte en el banquillo en una final como la de hoy, y que salga y meta el gol de la tranquilidad… ¿Quién mejor que Alexia?”, afirmó la central vasca tras el encuentro.

Poco después Putellas levantó la ansiada copa, la tercera azulgrana. Hundió las pesadillas de estas dos últimas temporadas. La primera, por su lesión que la dejó fuera del campo. La segunda, un sube y baja entre las dudas de su futuro por su renovación y su nivel. Durante este tiempo, Aitana ha estallado a globalmente. Tras los dos balones de oro, parecía que sus caminos podían distanciarse, pero la ‘14′ siguió deslumbrando mientras Alexia se conformaba con ansías con regresar de una de las lesiones más duras en la carrera futbolísticas. Fue un proceso muy complicado, así lo aseguró el día de la presentación de su propia fundación.

“La primera persona a la que he abrazado ha sido a Alexia, que ha sufrido mucho esta temporada, y que haya metido ella el segundo gol… pues he corrido hacia ella. Nos hemos abrazado. Ha sido una locura”, confesó Irene Paredes en la zona mixta tras el encuentro. “No he pensado en nada. Me he vuelto loca. La emoción por marcar un gol en una final de Champions… No te puedes controlar”, reconoció la capitana a DAZN.

La fiesta siguió en el vestuario. Aitana salió a hablar en rueda de prensa junto a Jonatan Giráldez, al igual que hizo en la previa con también Caroline Graham Hansen. Mientras, Alexia salía por la zona mixta sin pararse ante los micrófonos, abrazada a Vicky López, la joven promesa azulgrana, entre otras jugadoras que bailaban, cantaban —Claudia Pina megáfono en mano— y carteles arrancados de San Mamés. Desde hace tiempo que Alexia tiene detalles con ella: en Vicky ha visto el legado del centro del campo y un futuro prometedor.

“Lo importante era ganar. Todas nos hemos dejado todo. Cada una en su rol, y todas las personas que trabajan a nuestro alrededor, también”, añadió la capitana. Su rol durante estos últimos meses también ha cambiado. Y pese a las dudas, Alexia siempre quiso quedarse en el Barcelona. Jonatan Giráldez se marchará al Washington Spirit a final de temporada, en Estados Unidos, y otro entrenador cogerá su cargo. Quizás supone un cambio sobre su participación. Porque Alexia siempre quiso y deseó estar. Sobre el campo se respira un duelo de poder entre ambas futbolistas que genera ambición desmedida en ellas, y que las empuja a querer ser mejores. El equipo crece a pasos agigantados con sus estrellas. El reinado cambia en Europa, pero no en el Barça.

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