El retorno nostálgico de Marcelo Bielsa a San Mamés: “Uno de los mejores recuerdos que tengo de mi carrera deportiva”
La selección de Uruguay que dirige, se mide en Bilbao a la de Euskadi en un partido amistoso y el técnico recuerda su estancia en el Athletic
La selección de Uruguay se enfrenta a la de Euskadi en San Mamés el sábado (20.00 horas), y eso significa el regreso a la Catedral de uno de sus más ilustres oficiantes, Marcelo Bielsa, que fue el técnico que dirigió al Athletic en el último partido jugado en el antiguo campo, un club del que, dice, guarda un recuerdo nostálgico. “Los que han pasado por Bilbao y por el Athletic saben lo que este club significa. Te queda impreso en la piel, en el corazón y en el sentimiento”, confiesa, así que para mí el Athletic es un recuerdo que me llena de nostalgia, y después de irme siempre reflexioné sobre que debería haber hecho más para quedarme más tiempo”.
El entrenador argentino, que empieza a preparar a la selección celeste de cara a la Copa América, y que ha montado un plantel de futbolistas jóvenes, liderado por el madridista Fede Valverde, cree que el amistoso contra el combinado euskaldun será un ensayo interesante, porque, “el fútbol vasco empieza a través de los cuatro equipos que compiten en Primera División y siempre hay exponentes de mucha calidad”. Según Marcelo Bielsa, “el Athletic ha generado una camada de jugadores muy valiosos, la Real ha tenido un pasaje por Europa y una regularidad muy importante en los últimos años muy buenos, Osasuna hace mucho que mantiene la categoría y el Alavés está teniendo una temporada interesante”. Así que, “el potencial del fútbol vasco está pasando por un buen momento”.
Bielsa recuerda todavía la despedida del público de San Mamés el día que todos intuían que sería su último partido en el banquillo rojiblanco. “Uno de los mejores recuerdos que tengo de mi carrera deportiva”, explicaba en la conferencia de prensa que dio en San Sebastián de cara al choque en la Catedral, “tiene que ver con lo que sucedió cuando terminó aquel partido, y se apagaron las luces”, relata. “La memoria es selectiva y retiene episodios que trascienden a la emotividad personal. Era un partido de despedida de San Mamés, que no debía mezclarse con nada, y cuando terminó, recibí ese mensaje de la afición del Athletic”. Fueron 40.000 gargantas gritando, “¡Bielsa, quédate!”, durante un minuto. “Fue el regalo más importante que he recibido. Para mí fue una de esas cosas en las que la gente se pone de acuerdo sin saber qué les motivó”.
Con ese recuerdo entrañable sobre el Athletic, casi resultaba baladí preguntarle sobre qué equipo quiere que gane la próxima Copa del Rey. “Conociendo la institución, la afición, la ciudad y el País Vasco, lo que deseo es que suceda lo mejor. En este caso, lo mejor es lo único. Todas las sensaciones son de que esta vez va a ser posible. Así lo deseo, pero nunca es bueno anticipar un triunfo cuando uno quiere que suceda”. No quería enviar ningún mensaje al Athletic sobre lo que debe hacer en la final, entre otras cosas, porque, “los mensajes siempre deben partir del conductor legítimo. Y con todo lo que significa una final. No sería conveniente que yo diera un mensaje porque no me corresponde”. Además, apostilla con sorna, “no se olvide que en las dos finales que me tocó a mi participar no fueron experiencias buenas porque las perdimos, por lo cual no es lo más conveniente que mande un mensaje”.
De Jagoba Arrasate, que ejercerá de seleccionador de Euskadi en el partido ante Uruguay, apunta que, “le conozco porque ha conseguido una estabilidad en Osasuna y le ha dado el sello propio a su equipo”, dice, “y cuando uno ve competir a Osasuna se ve la seña de identidad del conductor, y eso siempre habla de un líder incidente”.
Regresaba Bielsa, al final de su comparecencia, a Bilbao y el Athletic, para centrarse en la figura de un futbolista, Óscar De Marcos, que jugó a sus órdenes y todavía pertenece a la plantilla rojiblanca. Nadie le preguntó por él, pero fue el seleccionador uruguayo el que sacó a relucir el nombre. Me tocó dirigir a una de las mejores personas que conozco en el fútbol y uno de esos jugadores de gran calidad humana”, apunta. “Está en esa ubicación de grandes jugadores de los que guardo gran recuerdo para siempre. De Marcos es un hombre que vive alrededor de normas que hace que sus conductas sean admirables”. Y eso, “le va a permitir ser más feliz cuando deje de jugar y cuando reciba por siempre el reconocimiento de la afición, por la forma que ha tenido de comportarse”.
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