Dani Vivian, un líder de 24 años para el vestuario del Athletic
El defensa central destaca en el campo gracias a su carácter y comienza a ser una referencia en el club
No hay demasiados casos en el fútbol actual como el de Dani Vivian (Vitoria, 24 años), un defensa central de estampa antigua, 1,84 de estatura y pulmones de sobra, pero, sobre todo, carácter. Por eso no hay muchos como él que, a los 20 años, jugando como cedido en el Mirandés, en Segunda División, fuera capitán. Hace falta tener bastante personalidad para ostentar un cargo tan significativo. En Anduva se convirtió en una de las referencias del vestuario, y en San Mamés comienza a serlo también. Tiene madera de líder, y lo reconoce. “Sí, además creo que tengo que hacerlo. Me siento cómodo. Siempre tiene que haber jugadores que asuman ese rol y a mí me gusta”, comentaba en una entrevista.
Personalidad le sobra. Ya lo demostró cuando jugaba en el Ariznabarra, un equipo alavés, y decidió solicitar una prueba en el juvenil del Santutxu, el equipo bilbaíno que dirigía Ibai Gómez, recientemente nombrado seleccionador olímpico de la República Dominicana. “Cuando le entrenaba venía desde Vitoria y no falló un solo día. Incluso estando lesionado, venía solo para estar con el equipo y se volvía a Vitoria”. Vivian consideraba que el fútbol vizcaíno tenía más nivel. Pasó la prueba, y al año siguiente ya estaba en el Basconia, el filial del Athletic en Tercera. Tenía 17 años.
Lo recordaba él mismo en una charla motivacional a un grupo de jóvenes. Se subió al escenario y micrófono en mano dijo: “Yo estudiaba primero de Bachiller de 7.30 a 15.30, comía y luego cogía el autobús a Bilbao y el metro a Santutxu, me entrenaba y volvía”. Y añadía: “Llegaba a casa sobre las diez y tenía que estudiar; hubo días muy duros, y no digo ni uno ni dos”, pero, “ves que lo puedes hacer y lo haces, y al día siguiente lo mismo, pero para eso hace falta orden y organización”.
Con 18 años jugó algunos partidos con el filial e incluso fue convocado por Ziganda en la última jornada de Liga con el Athletic. La temporada siguiente, con muchas lesiones encima, jugó poco y después se marchó a Miranda. Cuando regresó, Marcelino contó con él junto a Iñigo Martínez en el centro de la defensa, ante la lesión de Yerai. Ahora es la referencia entre los centrales, en una zaga que concede muy poco. Un líder a los 24 años. “La veteranía no siempre implica liderazgo. Cada uno tiene su personalidad”, dice. “Es el prototipo total de capitán”, apunta Ibai Gómez. Le comentaban en una entrevista en el diario Deia que se le veía muy seguro de sí mismo. Era contundente en la respuesta: “Si yo no estoy convencido, no voy a poder convencer a nadie”.
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