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San Mamés y la Copa, momento decisivo para Xavi

Lejos de los líderes en la Liga y mientras sortea la presión interna y externa, el técnico del Barcelona toca el equipo y mide su futuro ante el Athletic

Athletic Barcelona Copa del Rey
El entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, durante la sesión de ayer en la ciudad deportiva Joan Gamper.Enric Fontcuberta (EFE)
Juan I. Irigoyen

Cuando había llegado el momento de reivindicar su poder en el Barcelona, después de ganar la Liga y la Supercopa, Xavi Hernández quedó atrapado en los intríngulis de la directiva azulgrana. Por mucho que el técnico insistiera en que el equipo necesitaba un pivote para reemplazar a Busquets, el club, ya sin palancas, se había quedado sin dinero para fichar. A Xavi no le quedó más remedio que aceptar a Oriol Romeu. Y, como si fuera poco, perdió a Dembélé (su ojito derecho en el equipo) y a sus dos mejores aliados en la Ciudad Deportiva: Jordi Cruyff (secretario técnico) y Mateu Alemany (director de fútbol). “La salida de Jordi puede dejar solo al míster”, alertaba, por entonces, un empleado de la dirección deportiva.

No era casual la advertencia. El técnico catalán siempre había estado cuestionado por una parte del séquito del presidente Joan Laporta y Cruyff ejercía tanto de consejero como de escudo para Xavi. Además, Deco reemplazó a Mateu Alemany en la dirección deportiva. De entrada, la presencia del brasileño, más cercano a los despachos que a los entrenadores, podía resultar incómoda para el técnico. Sin embargo, las decisiones de Laporta funcionaron de puente entre Xavi y Deco. “Hablan todos los días”, asegura un miembro del cuerpo técnico. El director deportivo, sin embargo, está mosca con la gestión del fair-play. “Tuvieron tres meses para buscar 40 millones”, se quejó el responsable del área de fútbol, en referencia a los 40 millones que la empresa Libero dejó de pagar por el 10% de Barça Vision. Un dinero que en el mercado de invierno hubiese ayudado a reforzar al equipo, solo potenciado con Vitor Roque.

“Difícilmente va a cambiar la situación del mercado. No creo que haya ninguna novedad”, aseguró Xavi. Sin fichajes, pero más cerca de Deco, el técnico busca silenciar a sus detractores en la junta. “Con Laporta habla todas las semanas y con Rafa Yuste [vicepresidente deportivo] dos o tres veces por semana”, comenta un miembro del staff técnico. El problema, entonces, según la misma fuente, está en los directivos de segunda fila, aquellos sin incidencia en las decisiones, pero muy cercanos a Laporta en su día a día. “Esos son los que cuestionan a Xavi”, resumen. También algunos veteranos no tardaron en mostrar su descontento con el devenir del equipo. “Robert, los veteranos tienen que sumar. Tú has tenido a grandes entrenadores y Xavi es un técnico joven. Habla con él. Ayuda al entrenador y a tus compañeros”, le pidió un miembro de la dirección deportiva a Lewandowski.

“No es su peor momento en el club”, reflexiona un empleado. Y, según explica un directivo, nadie le ha dado un ultimátum a Xavi. Fue el mismo entrenador, en cualquier caso, el que le puso fecha de caducidad a su etapa en el banquillo azulgrana. “Este año el objetivo es ganar títulos importantes, Copa, Liga o Champions. Si no se cumplen los objetivos, yo seré el primero en decir que no los he cumplido y me iré”, expuso el preparador azulgrana, en la previa del duelo ante Unionistas, la pasada semana. El Barça sorteó al cuadro salmantino (milita en 1ª RFEF) y buscará su lugar en la semifinal de la Copa del Rey ante el Athletic este miércoles en San Mamés. “Tendremos menos tiempo para pensar, son muy agresivos... Ernesto es un grandísimo entrenador, de los mejores. Tienen intensidad, agresividad... es una guerra futbolística. Su línea defensiva estará muy alta, habrá que salir de esa presión... será difícil. Diferente del día del Betis”, comentó el técnico azulgrana.

La victoria frente al equipo de Manuel Pellegrini reforzó una idea en la que el técnico trabajaba desde la dura derrota ante el Real Madrid, en la final de la Supercopa (4-1). Laporta se mordió la lengua tras la debacle en Arabia Saudí y en Salamanca bajó al vestuario para reclamar unión en todos los estamentos del club. En el Benito Villamarín, el presidente respiró. Sabe que un cambio precipitado en el banquillo lo debilita. Ni Rafa Márquez (entrenador del filial), mucho menos Thiago Motta, ejercerán de paraguas para la directiva. “La derrota en el clásico afectó, claro. No tanto por perder sino por cómo se perdió. Pero ya estamos encontrando soluciones”, reflexionan en el cuerpo técnico. Las respuestas de Xavi estaban en el centro del campo. “¿Cuántos equipos en el mundo pueden tener a tres jugadores como De Jong, Pedri y Gündogan?”, cuestionan en la dirección deportiva; “pero para jugar con estos tres hay que presionar arriba”. Entonces, Xavi quitó a João Félix del once inicial y, por fin sin aprensión, reemplazó a Lewandowski en el minuto 63 ante el Betis cuando Isco acababa de empatar el partido.

Otra de las decisiones del entrenador fue la de entregarse a la Masia. “Hay que acostumbrarse a ver a los jóvenes. Lamine, Cubarsí, Héctor Fort, Fermín, Marc Guiu, Balde, Pedri... hay jóvenes. Hay una cantera importante. Se pueden consolidar. Les ha tocado subir, por la plantilla corta y por la situación financiera”, subraya el técnico. Xavi ya no habla de plantillón ni de objetivos grandilocuentes. Está tan prudente como quejoso con la prensa. Mantiene, sin embargo, el optimismo. Necesario para visitar al Athletic, que anda con ganas de revancha en la Copa ante el Barça, ahora sin Messi, bestia negra de los bilbaínos en los duelos decisivos. “Es un partido a cara o cruz. Es un rival que no queríamos, y en su campo, con su gente... es un escenario complicadísimo. Estamos preparados. El otro día también ganamos en un campo en el que no había ganado nadie. Estamos a tres partidos del título”, cerró el técnico. Lejos del Girona y del Madrid en la Liga y con la Champions como quimera, la Copa y San Mamés se presentan como el momento decisivo para Xavi, un escudo frente a su propio ultimátum, sobre todo ante sus enemigos en la junta.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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