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El silencio de los vestuarios masculinos

Los futbolistas, que llevan años reduciendo sus comparecencias públicas, apenas han opinado del beso no consentido de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso

Lorenzo Calonge
Borja Iglesias y Héctor Bellerin celebran junto a Juanmi un gol del Betis.
Borja Iglesias y Héctor Bellerin celebran junto a Juanmi un gol del Betis.Soccrates Images (Getty Images)

Noviembre de 2019, las jugadoras de la Liga femenina se preparan para iniciar una huelga por el retraso que acumula la firma del convenio colectivo. La noticia acapara la atención de los medios y surgen voces que reclaman un mayor apoyo público de sus colegas, los futbolistas. “Ellos no están muy por la labor, viven en un mundo aparte”, comenta con resignación en una entrevista a este periódico Aitana Bonmatí, entonces de 21 años. “No saben lo que pasa en el día a día, los problemas sociales que hay. Si alzan un poco la voz, los escucha más gente, pero eso tampoco lo puedo pedir, porque igual ni se han enterado [del paro]”, dice la centrocampista. Entonces, los mensajes de respaldo de colegas masculinos se redujeron a Antoine Griezmann, Andrés Iniesta, Borja Iglesias, Lucas Pérez, Raúl Navas y poco más.

Un Mundial (ganado) después, el fútbol practicado por mujeres vive, sin pretenderlo, sus días más convulsos dentro de una crisis de alcance planetario, y han vuelto a ser escasas las voces de jugadores hombres que se han manifestado sobre el beso no consentido de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso, ni tampoco ahora sobre la nueva huelga que arrancó este fin de semana por la no renovación del convenio. “Encuentro opiniones de todo tipo”, explica bajo condición de anonimato una persona que mantiene un trato diario con vestuarios masculinos, “pero muchos de los que están del lado de Jenni no se ven alzando la voz o mostrando su apoyo. No los imagino hablando sobre esto. Temen, sobre todo, a la opinión pública, el acoso en redes y los insultos”, añade esta fuente.

Motu proprio, apenas Borja Iglesias, Bellerín, Isco, Aitor Ruibal y Gonzalo Melero han sido los nombres que más se han significado; los cuatro primeros (del Betis), de forma clara a favor de la exazulgrana. Y tampoco sus reacciones fueron inmediatas. “Quizás por prudencia, no he dicho nada antes”, se excusó Ruibal. Del resto de futbolistas masculinos que ha hablado, casi todos lo han hecho bajo la sensación generalizada de que no les quedaba más remedio: cuando han atendido a los medios antes o después de un partido de Liga, o en el marco de la selección española, cuya política de comunicación les obliga a exponerse más ante los periodistas. De manera colectiva, el Sevilla salió al campo con una camiseta, y el Cádiz, con una pancarta de apoyo a Jenni Hermoso, previo a sus partidos de Liga.

Muchos del lado de Jenni no se ven alzando la voz. Temen a la opinión pública, el acoso en redes”, afirma una persona cercana a vestuarios masculinos

“Fue la comidilla del vestuario toda la semana”, admite un integrante de la primera plantilla del Girona, que acepta hablar también con la condición de que no aparezca su nombre. Su opinión es tajante a favor de Hermoso. “El día de la final, íbamos de camino a un partido, todos celebramos el título de España y, hasta que no llegamos al campo, no nos dimos cuenta de lo que había pasado. Esto nos demuestra que nos criamos en un ambiente de machismo. Muchas veces, no somos conscientes y tienen que ocurrir situaciones como esta para ver que nos queda mucho por avanzar, como sociedad y en el fútbol”, explica este futbolista, que ha preferido no hacer pública su opinión.

El alcance político de este caso también es, según otra fuente que trabaja en vestuarios masculinos, otro de los motivos que ha llevado a la inmensa mayoría de jugadores a mantener un perfil bajo. “Los jugadores, como casi todos, creen que no es propio de un presidente dar un pico a una jugadora. Ni preguntando. Pero el 90% teme hablar porque en este asunto hay una parte política. Los futbolistas no son tontos. El tema político te puede costar mucho”, avisa esta persona.

Temen hablar porque en este asunto hay una parte política. Los futbolistas no son tontos”, advierte una fuente con contacto diario con jugadores

En realidad, esta derivada del caso Rubiales vuelve a poner a la vista de todos una realidad diaria en el fútbol de élite: el jugador habla lo menos posible. Con el paso de los años, el futbolista ha reducido mucho sus comparecencias públicas ante los medios y, cuando lo hace, mide al máximo sus palabras. Más si cabe en un tema que excede los límites de su deporte. La transformación del fútbol en una potente industria, con las estrellas convertidas en marcas en sí mismas, y la voracidad de las redes sociales les han empujado también a calcular el discurso sobre cualquier tema. Se ha impuesto la contención y, si un jugador siente la necesidad de comunicar algo, las redes resultan al final un refugio útil porque, pese a su gran carga crítica, les ofrecen una plataforma para expresarse sin responder preguntas.

Un comunicado tibio

“Prefieren no exponerse, fuera hay muchos reproches”, argumenta otra fuente que conoce de primera mano a muchos futbolistas y que niega que, pese a este silencio, sean indiferentes al caso. “Solo hablan cuando están obligados, dan una entrevista o los medios les aprietan”, incide.

Otra posibilidad es ser convocado con la selección, acudir a la concentración de Las Rozas (sede de la federación), y sentir el peso de la demanda social y mediática de posicionarse, al menos de manera colectiva, ante un asunto de tanto calado. Dos semanas después del beso de Rubiales a Hermoso, lo primero que hicieron los 23 de la lista de Luis de la Fuente fue emitir un comunicado conjunto. El resultado de la nota, calificada en amplios sectores como tibia, evidenció las diferentes sensibilidades en el grupo para dar con un texto común. Dani Carvajal, por ejemplo, defendió luego a título individual la “presunción de inocencia” de Rubiales, y “no victimizar o culpabilizar a nadie sin una sentencia firme”. En sus clubes, todos podían haber mantenido un perfil bajo, pero la llamada de España, donde las entrevistas y ruedas de prensa son más frecuentes, les empujó a la primera línea.

Avivado por la opinión de Carvajal, el jugador del Almería Gonzalo Melero se animó a alinearse con el madridista. “Nosotros no somos quiénes para mojarnos. La decisión está en manos del juez y la respetaremos”, sentenció esta semana. Lo habitual ha sido no posicionarse, ni de una forma ni de otra. “Un futbolista que juega en España y que tampoco es muy conocido me decía el otro día: ‘Para que yo hable, antes tendrían que hacerlo otros con más repercusión”, desvela una de las fuentes que trata a diario en un vestuario masculino.

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