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Verstappen no se moja ni debajo del agua: victoria en Montreal, la quinta del curso

El holandés encuentra el estrecho pasadizo hacia un nuevo triunfo, en una prueba en el GP de Canadá que la lluvia convierte en un correcalles

Max Verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de Canadá.
Max Verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de Canadá.Jennifer Gauthier (REUTERS)
Oriol Puigdemont

Canadá siempre es una fiesta para los aficionados a la Fórmula 1 en la misma medida que habitualmente se convierte en un calvario para los estrategas de los equipos, obsesionados en intentar proyectar el futuro para acertar en sus planes y que muy habitualmente se ven sorprendidos por la climatología tan cambiante de Montreal. Que el circuito fuera bautizado en honor Gilles Villeneuve era lógico si tenemos en cuenta el aurea que rodeó al corredor de Quebec, probablemente, el subcampeón más querido de la historia del certamen. Villeneuve era distinto al resto y será por eso que también los son las carreras que se celebran en el trazado que lleva su nombre. En él se disputó el gran premio más largo de la historia del campeonato (4 horas, 4 minutos y 39 segundos), aquel de 2011 que se llevó Jenson Button después de ser neutralizado en cinco ocasiones.

Este domingo, el coche de seguridad salió solo dos veces, lo suficiente para abrir el desenlace de la carrera más competida de las nueve paradas del calendario disputadas hasta la fecha. Un correcalles que ganó Max Verstappen, el de casi siempre, que se llevó su quinto triunfo de la temporada y el número 60 de su hoja de servicios. Lando Norris terminó el segundo y George Russell cerró el podio, después de jugársela con un adelantamiento de vértigo a Lewis Hamilton (cuarto), su todavía compañero en Mercedes, a falta de dos vueltas para la bandera de cuadros. Fernando Alonso cruzó la meta el sexto, y Carlos Sainz abandonó (vuelta 55) como consecuencia de un trompo que terminó con su Ferrari encima del Williams de Alex Albon.

Habrá quien diga que el desenlace fue el de siempre y no se podrá negarle la evidencia, aunque las hechuras de esta victoria no tengan nada que ver con la mayoría de las que acumula Mad Max. En Canadá, el más rápido fue Norris, perjudicado en esta ocasión por McLaren, su equipo, que le llamó una vuelta más tarde de la cuenta y le hizo perder el mando que se había ganado en pista, tras deshacerse de Russell y Verstappen en solo dos vueltas. El safety se alió con el británico en Miami, donde ganó por primera vez, y se le giró en contra en Montreal, donde, eso sí, quedó claro que la baraja se ha remezclado. El dominio apabullante que le ha dado a Red Bull los dos últimos títulos ha terminado. El Mercedes fue el monoplaza más rápido en los ensayos y el McLaren lo fue el domingo, aunque el actual campeón demostró que también sabe sufrir y no fallar cuando no tiene todos los ases en la manga, como le ocurría hasta ahora.

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