Austria se clasifica por primera vez para octavos
El equipo de Alaba vence a Ucrania para pasar como segundo de grupo y se medirá a Italia en la siguiente ronda
Le bastaba el empate a Ucrania, a Austria no, así que cada cual actuó en consecuencia, es decir, los ucranios a verlas venir, los austriacos al abordaje, y en esa diferencia de actitudes ganó el que más arriesgó. Austria jugó una primera mitad sin complejos, apretando arriba cada balón y ahogando a los hombres de Shevchenko en la salida hacia campo contrario, al que cruzaron muy pocas veces, como si atravesar esa frontera requiriera más trámites que un visado a Corea del Norte.
Yarmolenko y Yaremchuk no aparecieron; a Zinchenko, sin el balón en sus pies, se le veía borroso, con la mirada de un miope sin gafas.
El medio campo de Ucrania se gripó en la primera mitad, atosigados sus jugadores por los centrocampistas austríacos. Schlager y Laimer robaban balones como si no hubiera un mañana. Por la banda izquierda, Alaba iba de arriba abajo, como por el pasillo de su casa, y se hinchaba a sacar córneres cedidos por una zaga desbordada. En uno de ellos, en el minuto 20, llegó el gol de Austria. Metió el pie Baumgartner adelantándose a su marcador y haciendo el último servicio a su selección, ya que poco después se retiró, mareado después de un golpe en la cabeza que recibió minutos antes de anotar.
Se quedó pasmado el equipo ucranio con el tanto que le dejaba colgando del precipicio; sin reacción. Austria, mientras, siguió a lo mismo, con idéntica presión y el mismo entusiasmo que en el primer minuto. Los austríacos pudieron marcar algún gol más antes del descanso. Arnautovic tuvo la más clara en un contragolpe en el que recibió una asistencia de Grillitsch. Golpeó mal ante Bushchan y la pelota se marchó desviada, pero tuvo su equipo tres llegadas más que pusieron los pelos de punta a los ucranios. La pizarra de Franco Foda soportaba todo lo que había escrito en ella; las notas de Shevchenko se borraron antes de la media hora.
La segunda parte discurrió igual, y sólo en los minutos finales cedió terreno Austria, más por tomarse un respiro que por empuje del rival, pero siguió jugando con mucho sentido, sin pasar apuros. Sus distribuidores de juego siempre encontraban algún compañero para recibir la pelota. Solidarios en ataque y defensa, desarbolaron siempre a Ucrania, y llegaron con claridad al área de Bushchan. Los ucranios no lo consiguieron ni con la aportación de Merlos, el brasileño nacionalizado, que no encontró su magia. Ni en las apreturas de los minutos finales inquietó su fútbol a Austria, clasificada por primera vez para octavos de final. Su rival será la selección italiana, una que mejores sensaciones está dejando tras hacer pleno de victorias en la fase de grupos, con 7 goles a favor y 0 en contra.
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