Brasil sobrevive ante Chile
La ‘Canarinha’, con un jugador menos tras la expulsión de Gabriel Jesus, vence a la Roja (1-0) y se medirá ante Perú en la semifinal de la Copa América
Lejos de su dorado pasado, el presente de Brasil tiene un pacto con su historia: gana. La Canarinha del Tite, el defensor del título, se instaló en la semifinal de la Copa América después de superar a Chile (1-0) en el Estadio Olímpico Nilton Santos de Río de Janeiro. En un partido rocoso, Brasil evitó la retórica con el balón y fue práctico. Le salió bien, sí; pero sufrió. Con o sin el balón, Brasil lo pasa mal cuando se desconecta Neymar. Incómodo ante la Roja, el delantero del PSG tuvo un chispazo: suficiente para que Paquetá marcara el 1-0. El gol no potenció a Brasil, al contrario. La roja a Gabriel Jesus envalentonó un Chile peleón y rebelde, incapaz de superar a Ederson, ya fuera del torneo.
Chile quería la pelota y Brasil, sin chistar, se la entregó. Nada ajeno al plan del pragmático Tite. Los cuatro delanteros que alineó el técnico de Brasil, custodiados por dos volantes de caza como Casemiro y Fred, no andaban en la búsqueda de acorralar a la Roja cerca de Claudio Bravo, sino de atacar los espacios cuando recuperaba el cuero en su campo. Nadie se sorprendió en Río de Janeiro. La Canarinha no necesita el balón para lastimar, mucho menos cuando el terreno de juego no se lo permite. “¿Dónde será el próximo partido de la selección?”, preguntó, irónicamente, Neymar en su cuenta de Instagram. La publicación incluía dos fotos: una cancha improvisada de tierra y el mítico estadio de Wembley. Aunque no era la primera vez que el delantero del PSG se quejaba del estado de los campos en la Copa América, su actitud contrastó con la de Thiago Silva en la previa del duelo ante Chile: “Está mal para los dos equipos”.
El balón le dio tranquilidad a Chile, no profundidad. De hecho, en el primer tiempo, la Roja solo asustó a Ederson una vez, tras un despiste defensivo de Brasil en el que Vargas, solo, se las arregló para hacer estirar al portero del Manchester City. Ni el regreso de Alexis Sánchez -lesionado, no jugó la fase de grupos- le cambió la cara al ataque de Chile (solo tres dianas en la Copa, el segundo equipo menos goleador del torneo). Brasil, en cambio, con poco asusta mucho. El problema para la Canarinha, sin embargo, es cuando Neymar anda apagado. En el único encuentro de la Copa América en que faltó el 10, cuando ya estaba clasificado para los cuartos de final, Brasil empató frente a la débil Ecuador (1-1). La estadística es incuestionable: en los últimos 12 encuentros a la Canarinha solo se le escapó el triunfo frente a la tricolor.
Neymar, junto a Firmino, no estaba cómodo en el centro del ataque, mientras que Richarlison y Gabriel Jesus se repartían las orillas. Tite lo leyó. Y, tras el paso por los vestuarios, el técnico sacó al delantero de Liverpool y en su lugar mandó al campo a Paquetá. El cambio tuvo un efecto inmediato. En una acción de fútbol playa, siempre con el balón en el aire, Neymar y Paquetá se encontraron en el área para que el volante del Lyon mandara el cuero a la red.
Brasil, lejos de encontrar la paz, se complicó solo. En realidad, el lío lo generó Gabriel Jesus. El delantero del City, en un temerario intento de encontrarse con el balón, casi le marca los tapones en la cara a Mena. Roja, claro. Nadie dijo ni mu. Tite agudizó su estrategia: cuatro defensas, cuatro volantes y que Neymar se las arregle como pueda en el ataque. Neymar hizo lo que pudo, claro. Pero ya jugaba muy lejos de Bravo. El protagonismo, entonces, ya no estaba en las botas del 10, sino en las manos del Ederson. No falló el portero del City. Lejos y cerca de su historia, Brasil chocará ante Perú por un lugar en la final de Maracaná. Uruguay contra Colombia (0.00, hora peninsular española), y Argentina contra Ecuador (3.00, definirán la otra semifinal.
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